C22

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E l l i e

Ya me he tomado dos cafés, un trozo de tarta, un zumo y un par de tortitas. La mesa está llena de platos, vasos y cubiertos. Doy un sorbo al café de Seung (Dylan se da cuenta y me ofrece el suyo) mientras él habla de una manera muy animada de nuestra relación. Dylan escucha, con una sonrisilla en la cara y mirándome de reojo. Para disimular mi vergüenza y mi sonrojo, bebo o como. Ahora ataco un trozo de bizcocho.

- Y entonces lo dejamos. - miro al asiático. Levanto el índice.

- Te dejé. - corrijo. Seung entorna los ojos de tal manera que parece que les tiene cerrados.

- Vaya, esto se pone interesante. - Dylan se recuesta en su asiento. - ¿Cómo fue?

- Elizabeth creía que estaba con otra, pero era mentira. Sólo era una amiga.

Carraspeo. - Una amiga a la que te tiraste más de dos veces al descubrir el mundo antivirginal.

- Llegamos a un acuerdo y luego nos dimos una segunda oportunidad...

- Te di una segunda oportunidad - vuelvo a corregir. Seung parece molesto, Dylan se ríe y yo finjo una sonrisa. - Volviste llorando, me diste pena y decidí que lo mejor era aprovecharme de ti y de que tu padre era profesor de la uni.

- ¿Te aprovechaste de mi?

- Claro. - me encojo de hombros.

Seung se lleva una mano al pecho y su mandíbula cae al suelo. Actúa como si está dolido, pero en el fondo no lo está, obviamente. Es un buen actor, porque Dylan parece creérselo y su expresión cambia por completo, de golpe. Suelto una risilla. Seung agacha la cabeza un par de segundos.

- Eh... ¿vas a necesitar mi coche?

- No. Tengo a Dylan. - le doy unos golpecitos en el hombro. - Me puede llevar en el coche patrulla.

- Entonces, me iré primero. - hace una especie de reverencia, una costumbre que tiene por venir de Corea. - Un placer, agente. - Dylan y él se estrechan la mano. - Te veo luego.

Me despido con la mano y él se esfuma. Al fin. Suspiro.

- ¿Y qué sois vosotros dos ahora?

- Amigos, supongo. - Digo - Es ese tipo de amigo al que llamo cuando necesito algo, como ir a clase en coche cuando no tengo el mío.

- ¿O cuando necesitas que te enfríen cuando estás de calentón?

- No. - hago una mueca de asco - Cuando éramos novios apenas nos rozábamos. Literal. No era capaz de cogerme de la mano. Además, para eso ya te tengo a ti.
Se ríe. - Así que sólo sois amigos.

Asiento con una sonrisa estúpida. Tomo el resto de su café de un solo trago, Dylan deja un par de billetes en la mesa, nos levantamos y caminamos hasta la puerta como si fuésemos una parejita feliz. Me giro para mirarle a los ojos cuando ya estamos fuera.

- Y tú y yo, ¿qué somos?

El sostiene mi mirada. Se mete las manos en los bolsillos de una forma muy casual, hace una leve mueca, frunce el ceño y abre la boca, pero no dice nada. Acaba cruzándose de brazos.
- No sé. ¿Qué somos aparte de humanos? - bromea.

- Sabes perfectamente a lo que me refiero...

- No lo sé, en serio. No sé que tipo de relación tenemos.

Como creía. Sabía que iba a decir eso. Me siento estúpida al pensar que tenía la esperanza de que dijese algo como "somos novios", o al menos algo parecido, cuando en el fondo siento que se está aprovechando de mí para cazar a ese tal Francisco. Y me siento más estúpida al darme cuenta de que Dylan, que me utiliza de cebo, me gusta. Empiezo a andar sin rumbo. Me sigue unos pasos por detrás.

- Podemos ser algo, si quieres. Algo serio. - Dice cerca de mi oído. Vuelvo a girarme para verle, pero esta vez él está al teléfono. Mira hacia todos los lados. - Sí, ahora voy para allá. ¿Puedes dejar los papeles de la demanda en mi mesa? - Asiente en silencio - Vale. Perfecto.

Cuelga.

- ¿Quién era? - pregunto al verle tan, tan nervioso. Más bien eufórico.

- Me han asignado un caso. Tengo que ir a comisaría y después a la central. Ahora mismo. - se pone a caminar, dejándome sola. De repente se vuelve hacia mí. - Han abierto una investigación por lo de tu hermana.

Echo a correr detrás de él y en unos minutos, hemos llegado a comisaría.

***********

Dylan y yo acabamos de llegar a la central de policía de Nueva York. Subimos por unas esclareas a toda velocidad, Dylan saluda a mucha gente y al fin veo a mi padre, y él me ve a mí. Piensa que voy a abrazarle, pero no lo hago.

- ¿Que ha pasado? ¿Abbie ha hecho algo?

Dylan aparece con unos papeles en la mano. Los mira con mucho detenimiento.

- Según esto, está secuestrada.

- Sí. - mi padre asiente convencido - Alguna vez se ha ido de casa, pero nunca con alguien como esos chicos. Tampoco ha tardado tanto en volver.

Me doy con la palma de la mano en la frente. Dylan me coge de la muñeca y tira de mí hasta una pequeña oficina.

- Sabes por qué hacen esto, ¿verdad?

Junto las cejas. - No.

- Sois los Brigdewood. Además de que tu padre sea un paranoico, la gente de aquí está deseando tener una noticia que vender a la prensa. Por eso han abierto el caso al instante.

- No lo investiguéis. - Digo más alto de lo que pensaba. - Ella es mayor de edad. Puede irse de casa cuando quiera, irse a dónde quiera para hacer lo que quiera.

- Siempre y cuando esté dentro de la ley. - Apunta Dylan. Su rostro parece de piedra ahora que está tan serio. - Pero tu hermana se va a meter en un buen lío. De hecho, ya lo está.

- No tenéis pruebas de que es un secuestro. No lo investiguéis. Va a ser peor para nosotros.

- Sé lo que quieren esos tíos, no ha sido la primera. Es una Brigdewood, los Brigdewood tienen dinero, ¿y qué es lo que quieren? Eso. Dinero. El tío con el que va, contra el que ha testificado tu padre, Francisco, tiene al menos tres casos por drogas, otros por fraude y otros por peleas o ilegalidades varias.

- Abbie es libre, que haga lo que quiera. - agito la cabeza - Mi padre seguramente ha dicho que Francisco se la ha llevado, y bla, bla, cuando en verdad Abbie se ha ido con ellos. Por su cuenta.

- Entonces se ha metido en el lío ella sola. Creo que hay que cambiar el nombre del caso de " posible secuestro de una Brigedewood" a "posible secuestradora Brigdewood"

- No tiene gracia.

- Lo sé. Lo digo en serio.

- Cerrad el caso, no merece la pena. Yo la encontraré.

- No voy a dejar que vayas tú sola por ahí a barrios de colgados a buscar a tu hermana, tonta. - se acerca y me da con las hojas del caso en la cabeza.

- Yo la encontraré antes. - Suelto cuando Dylan ya se está yendo. Él se para en seco.

- Ni se te ocurra buscarla. Yo lo haré.

- Entonces, cierra el caso. Volverá ella sola.

- Mi ética dice que hay que resolver todo aquello que me pidan. - Dice de espaldas a mí. Se gira bruscamente. - No te preocupes, podrás quedarte en casa viendo la tele mientras tu novio encuentra a tu hermana en un plazo máximo de cuarenta y ocho horas.

- ¿Mi... novio?

**************

Nota de la mejor parte de sarcastictwins, já.

PERDÓN POR TARDAR TANTO EN SUBIR. No tengo una buena excusa, sólo diré que estuve ocupada... xDDD En fin, aquí tenéis el capítulo. ¡¡Y gracias por los 2K de leídas!! ♡♡♡

*Elsa is out*

Two sisters, two sides. (O'Brien+Lachowski)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora