Capitulo 8

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                                        Emily pov:

El sueño de hoy fue el mismo que el de la noche pasada, e igual que antes me había despertado justo antes de verle la cara a la persona que me perseguía. Pero en esta ocasión me había despertado el sonido de alguien tocando la puerta, lo cual era raro, ya que era tan temprano que el sol todavía no iluminaba el cielo.

¿Habrá pasado algo malo?

Me levanté rápidamente a abrir la puerta y al hacerlo me encontré con sartén, quien tenía una gran sonrisa dibujada que parecía que amaba despertarse a esa hora.

-Lo siento por despertarte, Emily, pero Alby me pidió que lo hiciera -explico el chico, pero yo todavía estaba soñolienta como para prestarle mucha atención.

-¿Y para qué? -pregunté en medio de un bostezo.

-Dijo que hoy me ayudarías con la cocina.

-¿Ahora? ¿Por qué tan temprano? -pregunté todavía soñolienta y con los ojos medio cerrados

-Tenemos que preparar la comida para los corredores.

-Está bien, dame dos minutos y ya estoy contigo. ¿Vale? -le propuse al chico, el cual aceptó comprensivo al verme casi dormida.

Y aunque mi primer día me había levantado casi a la misma hora, en esta ocasión estaba más cansada, tal vez por el trabajo o porque no es precisamente la cama más cómoda.

Cualquiera de las dos podía ser la razón correcta.

Me dirigí al baño a lavarme la cara para poder despertarme y comenzaron a arreglarme rápidamente antes de dirigirme a la cocina.

Al llegar, le ayudé a Sartén a batir y cocinar algunas cosas mientras él empacaba agua a cada uno de los corredores y preparaba algunas cosas para el desayuno de los demás que prepararía más tarde.

Cuando estuvo todo listo, comenzaron a llegar los corredores junto con Newt, ya que él era quien los acompañaba a la salida del Área. Pasaron los minutos y seguía sin aparecer cierta personita, lo cual extraño a los chicos, ya que según ellos, él era el primero en despertar.

Antes de que Sartén pudiera ir a buscarlo, apareció soñoliento caminando directamente a la mesa donde estábamos Newt y yo. Pero él pareció no notar mi presencia, así que solo miró a Newt mientras uno de los chicos le pasaba su desayuno.

Yo no presté mucha atención a lo que dijo, porque qué estaba distraída viéndolo atentamente. Su cabello estaba revuelto, lo que le daba una apariencia despreocupada. Tenía su camisa azul semi desabrochada y sus ojos estaban aún con un brillo somnoliento.

Tengo que aceptar que me seguía pareciendo atractivo.

Me hubiera quedado a admirarlo un poco más, pero el escuchar lo que acababa de decir me había regresado a la realidad. Minho había dicho que soñó conmigo.

-¿Conmigo? -pregunté sumamente confundida, ya que no entendía por qué había soñado conmigo. Aunque la verdadera pregunta debería de ser que era lo que había soñado

El chico, al escuchar mi pregunta, escupió todo el jugo que acababa de tomar en la cara de Newt

-¡MINHO! -exclamó en un grito el rubio, quien ahora estaba todo mojado de la cara.

Yo quería reírme de la situación, pero seguía en shock por lo que había dicho el chico, quien, en lugar de explicar la situación o ayudar a su amigo, solo se levantó y se alejó de la cocina a una velocidad digna del líder de los corredores.

-¿Qué acaba de pasar? -preguntó Sartén, quien había presenciado toda la situación.

Ninguno de los dos contestó y solo nos limitamos a mirarnos confundidos

¡Qué mierda le pasaba a Minho!

Pensaba en irlo a buscar después de pasarle unas cuentas servilletas a Newt para qué se limpiará, pero Sartén me pidió de favor que lavara los trastes para evitar que se acumularan y fuera más pesado hacerlo después.

Yo acepté un poco obligada y me tuve que resignar a no tener la respuesta que buscaba hasta que Minho regresará del laberinto.

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Mientras hacía las tareas que me iba encargando Sartén, yo solo podía pensar en miles de ideas de qué podría haber soñado Minho. Debía de ser algo malo o vergonzoso para que tuviera esa reacción.

Estaba tan inmersa en mis pensamientos que no me di cuenta de que todos los chicos ya estaban ahí porque ya era la hora del desayuno.

-Con qué hoy cocinaste, tu linda -dijo Gally mientras se acercaba a dónde yo estaba, provocando que sacuda mi cara en forma de un ligero reflejo para ahuyentar mis ideas

-Lo siento, Gally, no estaba prestando atención. ¿Qué decías? - le confesé apenada.

-Te decía que hoy te había tocado cocinar

-Sí -dije inconscientemente de una forma cortante

-¿Todo en orden linda? -preguntó el chico al notar la sequedad en mi voz.

-Sí, es solo que esta mañana ha sido algo caótica -contesté evitando darle más detalles.

-Entonces es cierto lo que dicen de trabajar con Sartén.

-Pues es algo estricto en su cocina -dije, aprovechando el cambio de contexto en la conversación.

-¿Qué tan difícil es trabajar con él?

-Bueno, no tanto como trabajar contigo, pero si te hace competencia -brome con el chico, el cual puso sus manos en su pecho fingiendo que lo hería.

-Auch, me lastimas, linda -dijo en un tono falso de tristeza.

-Ella solo dijo la verdad -exclamó una tercera voz que le pertenecía a Sartén

-Tú cállate -soltó el rubio.

-Déjalo, está en estado de negación -dije en broma mientras me alejaba de aquella escena y me iba a sentar a desayunar con Newt y Alby

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El desayuno transcurrió con normalidad mientras le platicaba a Alby sobre una idea que había tenido al enterarme de mi trabajo del día de hoy. La cual era que después de ayudarle a Sartén con el desayuno podía ir a ayudarle a alguien más en mi tiempo libre antes de la comida.

Él aceptó mi sugerencia y me dijo que le podía ayudar a Jeff en la enfermería. Cosa que me emocionaba demasiado, ya que tenía muchas ganas de trabajar en aquel lugar.

No lo podía explicar, pero sentía una extraña conexión con las cosas relacionadas con la medicina. Tal vez antes de estar aquí trabajé en algo parecido.

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