Capitulo 19

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                    Advertencia contenido +18

Por favor si son menores de edad salten el capítulo ya que este contiene escenas inapropiadas.
Este capitulo no afecta en nada a la historia así que con toda libertad pueden omitirlo y continuar con la historia.

Y si lo leen espero que lo disfruten y que también opinen pq es la primera vez que escribo algo así y se siente rarito...

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                                       Emily pov:

Apenas entramos a la cabaña y cerré la puerta, él volvió a unir nuestros labios en un beso apasionado.

Todos nuestros besos pasados eran tiernos y mostraban un gran cariño, pero este lograba transmitir mucho más que eso. Era palpable la lujuria y pasión que ambos compartíamos por el otro.

Mientras el beso continuaba, él trazaba mi cuerpo con sus grandes manos, provocando que yo sienta la misma confianza y empiece a acariciar su pecho; lamentando que todavía estuviera cubierto por su camisa.

Aun sin separarnos, nos dirigimos a la cama mientras comenzamos a desvestirnos torpemente
Cuando estaba recostada en la cama, él se puso coloco encima de mí, admirándome de pies a cabeza, causando que en mi rostro surja un leve rubor. Parecía que intentaba memorizar detalladamente mi cuerpo que se encontraba completamente expuesto a él.

-¿Estás segura de que quieres continuar? -Me preguntó el chico mientras juntaba nuestras frentes y acariciaba mi rostro delicadamente.

-Jamás he estado más segura de algo antes -le contesté e inmediatamente él continuó con el contacto entre besos y caricias de piel con piel.

Cuando sus manos se dirigieron a mis pechos, solté un pequeño jadeo, provocando que el chico decidiera comenzarlos a apretar y besar embriagadoramente, causando que mis jadeos se vuelvan aún más fuertes por la increíble sensación que sentía.

Se separó para observarme; dejándome ver sus labios rosados y sus ojos llenos de lujuria por un momento antes de que bajara por mi cuerpo esparciendo besos y dirigiéndose a mis muslos antes de continuar bajando para empujar su lengua en mi zona baja causando que ponga mis ojos en blanco y exclamé su nombre en un grito ahogado.

Al darme cuenta, cubrí mi boca para intentar callarme y evitar que alguien nos pueda escuchar, pero Minho al notarlo, retiró mi mano en un ágil movimiento.

-Oh, no dulzura, deja que los demás escuchen lo bien que te hago sentir -proclamó con una voz grave y áspera.

Y como si me hubiera otorgado una especie de permiso, continué gimiendo sin pudor cuando el pelinegro volvió a su trabajo, pero esta vez introdujo dos de sus dedos dentro de mí. Incrementando mucho más mi placer.

Dicha acción provocó que arqué mi espalda y ponga mis piernas sobre su hombro para darle aún más acceso y dejando que mis muslos se cierren alrededor de su cabeza cuando sentí mi orgasmo acercarse a mí.

Los dedos de su mano libre se clavaron en mi piel; cosa que sabía me provocaría moretones que podría ver mañana.

Él parecía adicto a probarme cuando intentó llegar aún más profundo con su lengua mientras sus dedos presionaban mi punto dulce, causando que sostenga su cabello y empuje su cara aún más cerca.

-Minho - exclamé su nombre en un gemido cuando solté por completo mi liberación.

Él se levantó de entre mis piernas y yo lo observé profundamente. Tenía el cabello despeinado y la mitad de su rostro estaba cubierto de mi excitación anteriormente liberada.

-No tienes idea de lo bien que sabes -jadeó mientras se limpiaba el rostro y se volvía a colocar encima de mí.

Cuando lo hizo pude sentir un bulto en sus pantalones, los cuales aún continuaban cubriendo su parte baja. Así que decidí arreglar eso bajando mis manos para buscar sus pantalones y con la ayuda de sus caderas levantadas lograr bajarlos junto con su bóxer.

Al retirarlos por completo los dejé caer al piso y pude ver su miembro levantado. Su punta estaba roja y goteante.

Me mordí el labio ante la asombrosa visión y me acerqué a su cuello para comenzar a depositar besos en él con la intención de dejar marcas que le harían recordar aún mejor esta noche.

Sentí cómo su miembro chocaba con mi estómago, así que me aparté de su cuello y observé cómo lo tomaba entre sus manos y se acomodaba en mi entrada, causando que me recorriera una increíble sensación electrizante por todo mi cuerpo.

-¿Puedo seguir? -Cuestiono jadeante causando que pareciera más una súplica que una pregunta.

Asentí respondiendo su pregunta y en ese instante él tomó mis caderas y se introdujo lentamente en mí, causando que perdiera por completo mi cordura y pusiera los ojos en blanco mientras soltaba un grito ahogado.

Él imitó mi acción cuando se detuvo unos segundos dentro de mí para permitirme acostumbrar por completo a la sensación.

Después de un rato, mis caderas se movieron buscando fricción y él entendió la señal, así que comenzó a moverse, sacando y metiendo fuertemente su miembro, estirando cada rincón de mí.

Minho estaba llenándome por completo, causando que mi vista se nublara al sentir un remolino de emociones, provocando que gritara su nombre una y otra vez melodiosamente.

-Si sigues exclamando mi nombre de esa forma, voy a volverme loco dulzura -ronroneó el chico mientras se introducía en mí aún más

Mis uñas se clavaron en la cama al escucharlo, sentía que perforaría la cobija en cualquier momento a causa de la fuerza con la que me aferraba a ella.

El ritmo del pelinegro era implacable, tanto que estaba segura de que en cualquier momento lograría ver estrellas.

-Voy a... -balbuce entre jadeos sin poder terminar la oración, porque me resultaba imposible hablar por la forma en la que sentía el nudo de mi estómago presionando contra mí.

-¿Quieres volver a correrte dulzura?

Yo asentí inconsciente, pero el chico pareció no aceptar mi respuesta.

-Te pregunté algo, así que me tienes que responder -soltó bruscamente, aumentando aún más la velocidad de sus embestidas.

-Sí, si quiero, papi -jade incoherente al tener la mente completamente en blanco.

Pero sorpresivamente a él pareció gustarle, ya que sentí su miembro palpitar dentro de mí dando unas últimas estocadas antes de que por fin me liberara junto con un grito ahogado.

Me sentía rendida, pero él continuó con sus movimientos, los cuales cada vez se volvían más torpes y erráticos.

-Vuelve a llamarme así -me imploro jadeante.

-No te detengas, me haces sentir demasiado bien, papi -jade resaltando la última palabra para complacer sus súplicas.

Él gimió roncamente, echando su cabeza hacia atrás y dejando salir su orgasmo para llenarme por completo, volviendo a causar que me libere sobre su miembro palpitante que era retirado lentamente mientras exclamaba eufórico mi nombre.

Cuando salió de mí por completo, se separó y se recostó en mi pecho mientras ambos intentábamos regular nuestra respiración.

Después de un rato se puso de pie y se dirigió al baño para buscar algo con lo que limpiarme delicadamente. Mientras lo hacía me miraba con sus ojos dilatados e iluminados de una forma tan profunda que parecía que estaba observando a un ser celestial.

-Te amo demasiado Emily -dijo derramando amor antes besarme tierna y cálidamente.

-Yo te amo mucho más, Minho -declaré al terminar el beso para después recostarme junto a él y envolver mis brazos sobre su pecho.

Poco a poco fui cerrando los ojos para quedarme profundamente dormida

The Girl and the Runner Donde viven las historias. Descúbrelo ahora