Capitulo 23

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Ninguno de los dos quería alejarse. 

Si fuera nuestra decisión, nos quedaríamos justo en donde estábamos permaneciendo lo más cerca posible uno del otro. 

Pero cuando la noche terminó por llenar el área, Alby llegó a dónde estábamos y le pidió a Minho que lo siguiera para platicar de algo importante. 
Los dos nos levantamos y caminamos siguiendo al moreno, pero en cuanto llegue a dónde estaba mi cabaña me dirigí ahí para que ellos fueran a conversar a solas.

—Buenas noches —les dije a ambos antes de alejarme.

Al entrar a mi cabaña, la oscuridad me recibió, dejándome caminar automáticamente hacia dónde estaba mi cama para acostarme y cerrar los ojos apenas sentí la pequeña almohada de lana debajo de mí.

Esta vez la noche fue extrañamente solitaria, ya que ningún sueño surgió por mi mente mientras descansaba. Dejándome descansar completamente hasta la mañana siguiente. 

                               ︵‿︵‿୨♡୧‿︵‿︵

En cuanto abrí los ojos y ví la tenue luz que se filtraba por la ventana que indicaba que ya faltaba poco para que las puertas del laberinto se abrieran, me levanté y salí de la cabaña en busca de Minho. 

Pensaba que Alby le había pedido posponer las salidas al laberinto por lo de Ben, así que lo encontraría dormido en su hamaca. 

Pero me llevé una gran sorpresa al verlo con su equipo de corredor en la puerta del laberinto junto a Newt y Alby. 

Corrí en silencio a dónde estaban para no despertar a los demás chicos que se encontraban aún dormidos. 

—¿A dónde creen que van? —les pregunté a Minho y Alby, ya que eran los únicos que portaban el equipo de corredor.

—Tenemos que ir ahí para entender porque ayer le ocurrió eso a Ben —me explicó Alby con una voz determinada y distante. —Tenemos que asegurarnos que el área no está en peligro.

—Y lo van a hacer arriesgandose ustedes —solté con una voz severa que dejaba en claro mi desaprobación. —Saben que no tienen que hacerlo, es demaciado riesgoso —les dije a los dos, pero tenía mi mirada puesta en Minho.

Él no parecía estar totalmente convencido de lo que iban a hacer, pero de todos modos acompañaría a Alby sin importar lo que le dijera. 

—No te preocupes, Ems —afirmó Minho tomando un mechón de mi cabello que estaba en mi cara para acomodarlo detrás de mi oreja. —Estaremos bien, lo prometo.

Dudé por un momento, pero igualmente acepté lo que decía el pelinegro, asintiendo débilmente la cabeza, intentando convencerme que ambos sabían lo que hacían y que nada malo ocurriría. 

Cuando las puertas comenzaron a abrirse, Newt se despidió de Alby y de Minho. Yo igual lo hice, pero con diferencia de que cuando me despedí del pelinegro lo abrase tan fuerte como me era posible. 

Parecía que aquel abrazo hablaba por mí y mostraba lo mucho que quería que él no se alejara. Deseaba jamás tener que soltarlo. 

Pero la brisa que soltaba el laberinto al estar completamente abierto fue lo que finalmente nos obligó a terminar el abrazo, generando una dolorosa separación. 

—No me extrañes mucho —murmuró Minho mostrando una media sonrisa que intentaba de alguna manera calmarme.

—Trataré —respondí forzando una sonrisa en mi evidente rostro preocupado mientras observaba como él se alejaba rápidamente para alcanzar a Alby. 

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