The Girl and the Runner

Capitulo 18

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                                        Minho pov:

Después de aquella innecesaria interrupción me dirigí a la sala de mapas a trazar el boceto y escribir sobre el día de hoy en el laberinto. Intente hacerlo de manera rápida para poder ir a pasar tiempo con mi chica.

Cuando termine no perdí más mi tiempo y fui a buscarla a la fiesta, pero al llegar ella todavía no estaba ahí.

Planeaba ir a buscarla, pero mejor decidí aprovechar y comer algo en lo que ella llegaba al lugar, así que después de tomar un plato de comida me dirigí a donde estaban los demás corredores.

Empecé a comer tranquilo mientras observaba al novato y a Newt platicar a lo lejos. Cualquiera podría decir que solo eran dos chicos platicando, pero yo conocía a mi amigo y aún con la distancia podía notar que se sentía atraído por el nuevito.

Vaya gustos curiosos tenía mi amigo.

Poco después de terminar mi comida ví a mi novia llegando al lugar junto a Jeff.
Apenas la vi, mi corazón comenzó a latir fuertemente y se me escapó una sonrisa dulce.

Esa chica me volvía completamente loco.

Quería acercarme inmediatamente a ella, pero observé como se dirigió a dónde estaba el novato y lo llevó casi a rastras a dar una caminata junto a Newt para poder presentarlo a los demás chicos.

Yo solo me quedé ahí admirando a mi hermosa novia. Todo de ella me encantaba, desde sus grandes ojos soñadores hasta las pequeñas pecas que tenía dibujadas por toda su cara.

También adoraba que pese a las circunstancias en las que estábamos, ella aún trataba de encontrarle el lado positivo a las cosas y siempre tenía una sonrisa. Y yo sabía que no importaba que tan difícil fuera; siempre lucharía y daría todo de mí para seguir manteniéndola feliz.

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Mi mente seguía divagando cuando escuché como una multitud empezaba a vitorear la palabra novato. Al ver cómo se acercaban al círculo de pelea, entendí la razón de todo el escándalo, así que me levanté para presenciar el espectáculo.

Buscé a Emily y cuando la encontré pase mi mano por su cintura para enrollarla y acercarla a mí mientras le dedicaba una sonrisa cariñosa.

-Te estaba buscando cariño -le murmuré al oído para que me lograra escuchar entre tantas voces.

Ella recargo su cabeza en mi pecho mientras precenciaba la pelea entre el novato y Gally.

Si ese novato lograba darle una paliza a ese garlopo, me agradaría inmediatamente.

El rubio lanzó lejos al novato, pero inmediatamente los demás lo empujaron de regreso para que continuara la pelea, pero Gally rápidamente lo tiró al piso. El novato se levantó contestándole enojado sus provocaciones a Gally.

-¿Tú quién crees que gane? -me preguntó Emily.

Yo fingi meditar mi respuesta, pero sabía que ni de broma apoyaría al miertero de Gally.

-El novato -le contestó seguro.

Ella me hizo una seña para indicarme que me agachara a la altura de su cara para que pudiera hablarme al oído

-Yo le veo más posibilidades a Gally, pero espero que gane el novato -confeso haciendo que se me forme una sonrisa de lado al escucharla.

Volvimos a prestarle atención a la pelea y sorpresivamente el novato había logrado tirar a Gally al suelo, haciendo que mi sonrisa crezca aún más.

-¡Eso es novato! -grito la castaña emocionada y por su parte el novato le dijo orgulloso a Gally.

-Nada mal para ser un novato -anuncio orgulloso el chico, pero justo en ese momento Gally lo tiró con sus pies causándole un gran golpe en la cabeza.

-Ouch -dijimos al mismo tiempo Emily y yo.

De repente el novato se levantó de un brinco con una expresión emocionada mientras decía que había podido recordar su nombre. El cual era Thomas.

Todos nos quedamos en silencio por lo que dijo el chico, pero al mirar la cara de mi novia noté que estaba con los ojos muy abiertos, mostrando una gran sorpresa.

Alby rompió el silencio gritando el nombre del chico y acercándose a él para felicitarlo igual que el resto de los demás.

Yo me quedé junto a Emily, ya que permanecía estática mirando al novato.

-¿Todo en orden, Ems? -pregunte preocupado.

Al escuchar mi voz, ella salió del pequeño trance en el que estaba y me miró con los ojos muy abiertos.

-Es Tom... -dijo la castaña haciendo que la mire extrañado.

-¿De qué hablas? -pregunté ya que no entendía a lo que se refería.

Ella sacudió su cabeza ligeramente y me jaló lejos de la multitud para poder explicarme sin ruido de por medio.

-Yo lo conozco, o bueno no, pero cuando recién llegue a este lugar soñé con alguien a quien llamaba Tom -me explico.

-¿Y crees qué es él? -preguntó secamente mientras a lo lejos se escuchaba un penitente.

-No estoy muy segura, lo soñé hace mucho así que no lo recuerdo muy bien; pero el hecho de que su nombre concuerde con el apodo es algo que me llama la atención, ¿no crees? -habló la chica rápidamente.

Cosa que solo hacía cuando su mente empezaba a divagar por tener tantas preguntas.

-Ya veo -dije fríamente con la mandíbula tensa -con qué te llama la atención el nombre del novato -le remarqué demostrando mis evidentes celos, pero ella pareció no darse cuenta hasta poco después.

-Sí, porque en el sueño él mencionaba algo sobre no poder salir de un lugar y... -dijo tomando una pequeña pausa para dirigirme una mirada curiosa -aguarda un minuto, ¿estás celoso?

-No -solte seriamente.

Ella me miró con una ceja levantada, manifestando que no me creía ninguna palabra.

-Bueno, me molestó un poco que hayas soñado con el novato y que ahora te interese el porque lo recuerdas -reconocí forzadamente.

Al escucharme, a la chica se le dibujó una sonrisa ladina que me hacía pensar que tenía algo en mente y me provocaba cierto nerviosismo.

-Vaya, vaya, mi querido novio, el líder de los corredores tiene celos del novato por un estúpido sueño -murmuró con un tono de voz cautivador mientras tiraba de mi camisa para obligarme a acercarme aún más a ella y quedar cerca de su rostro.

Estaba sorprendido por su nueva actitud llena de confianza, pero igual sentía como me recorría por el cuerpo un extraño escalofrío.

-Pero déjame decirte, querido, que ese sueño no se compara en nada a los que tengo contigo todas las noches -confesó la chica en mi oído causando que algo dentro de mí se encienda.

-¿A si? Cuentame de qué van esos sueños -le pedí con una voz seductora.

-Te contaría, pero pienso que sería mucho mejor ir a mi cabaña a recrearlos -propuso la chica e inmediatamente al escucharla deposité en sus labios un beso que iba cargado de una gran pasión y deseo.

Cuando se terminó el beso, ella me tomó de la mano y nos escabullimos a su cabaña en silencio para evitar que alguno de los chicos pudiera escucharnos o vernos.