I'm going to find them [GallyxTnxMinho]

Capítulo 31

Narra Tn

Después de trazar los mapas nos fuimos a duchar y luego a cenar.

   En toda la cena estuve pendiente al asiático, pues, su actitud de hoy en la tarde me dejó muy inquieta. Sin embargo no quise sacar el tema, al menos no aún. Esperaría a estar a solas en mi cabaña para conversar con él, aprovecharía que esta noche le toca dormir conmigo.

—Duende, ¿me ayudas?... por favor —suplicó el moreno alzando una olla sucia. Solté una risita y rodé los ojos

—si, claro, déjame avisarle a Minho y ya regreso.

   Me acerqué al asiático y en cuanto se dio cuenta de mi presencia sonrió.

—¿nos vamos? —preguntó con un tono ansioso

—ayudaré a Sartén con la limpieza, iré en un rato, ¿si? —

   Esa idea no le agradó en lo absoluto, mas no discutió sabiendo que ya tenía pérdida la pelea.

—de acuerdo, pero no te tardes —sonreí y le di un beso en los labios

—ve, te alcanzo luego —respondí con voz suave.

   Él asintió a regañadientes y se fue, pero no llegó muy lejos cuando en la entrada se topó con Gally y ambos se dedicaron una mala cara como de costumbre.

—¿no se cansan? —cuestioné alzando una ceja.

   Minho pasó por su lado y siguió con su camino, en cambio, Gally se acercó a mi y me rodeó la cintura pegándome a él.

—vine por mi beso de buenas noches —murmuró cerca de mi rostro.

   Me mordí el labio inferior y presionando su nuca lo atraje hacia mí para unir nuestros labios. Gally, como siempre olvidando que no estamos solos, bajó sus manos hasta mi trasero para darle un apretón leve.

—oigan, en mi cocina no —retó Sartén.

   Rompimos el beso y me reí por la cara de asco que tenía el moreno.

—no te hagas que tú haces lo mismo con el doc —bromeo Gally

—repito, es MI cocina y si quiero hacer algo lo haré porque es mía —alcé las cejas

—oye, yo también trabajé aquí y aún te ayudo —destaqué indignada

—... como sea, ¿tú no tienes que irte a dormir? -habló apuntando a Gally con el dedo índice

—ya me voy, shank —respondió cansado. Me volteó hacia él y nuevamente unió nuestros labios en un beso un poco intenso en el que se abrió paso con su lengua, más no llegó tan lejos porque el carraspeo de la garganta de Sartén nos volvió a interrumpir —no te quejes luego cuando sin querer entre en la cocina —amenazó

—si, si, ya vete.

   Cuando el grandote se fue me quedé sola con Sasa y no pude evitar reírme por sus gestos.

—creí que te había construido literalmente una cabaña para hacer sus cochinadas allí y no andar comiendo frente a los demás —comentó empezando a lavar los cubiertos.

   Negué con la cabeza y me puse a su lado para darle una mano en enjuagar lo que él lavaba.

—no digas "cochinadas" porque no lo son —me defendí

—¿no lo son?.. —preguntó y negué —?entonces que son? —me encogí de hombros

—solo fue un beso, exagerado.

—si, de igual forma no quiero saber nada más —dijo

—de todas formas no hay mucho que contar, aún no e echo nada con ninguno —informé. Él dejó de lavar para mirarme