Narradora omnisciente
Un sonido agudo penetraba los oídos frágiles de la niña de ojos claros. Con sus pequeñas manos buscaba la forma de taparse las orejas para callar ese zumbido que tanto la aturdía.
Se encontraba en una habitación blanca, tenia paredes lisas y un cristal en una de ellas. Lo curioso era que la niña solo podía verse reflejada en el, mientras que del otro, personas con batas de médicos la observaban con atención y anotaban sus comportamientos.
La pobre infante apretaba sus dientes con fuerza. Sentía que en cualquier momento su cabeza explotaría de tan fuerte que era el sonido.
El miedo se había vuelto su peor enemigo. El señor Janson le había prometido que sería feliz en el refugio, pero llevaba meses en ese lugar y nada más estuvo recibiendo inyecciones y pruebas tras pruebas. Ella no tenía idea del por qué. El señor Janson le decía que eso acabaría pronto, pero llevaba diciendo eso desde la primera prueba y comenzaba a creer que él mentía.
Dos años después...
La niña se encontraba sentada en el comedor disfrutando de su cena. Estaba tan concentrada en su plato que fue incapaz de notar la presencia del señor Janson. No fue hasta que el hombre puso dos dedos sobre la mesa, que la niña lo miró de reojo y luego levantó la cabeza.
—hola, linda —la niña tragó saliva y forzó una sonrisa
—buenas noches, señor Janson —murmuró. El hombre sonrió
—¿ya terminaste? —preguntó con ironía. El plato de la menor estaba casi vacío, pero aún le faltaba terminar. Pero sabía el significado de ir a dormir temprano
—si —susurró. Hizo a un lado el plato y se levantó.
El señor Janson la tomó de la mano y se la llevó por el largo pasillo blanco, hasta llegar a una puerta con la que solo se abría si poseías una tarjeta de acceso.
El hombre pasó la tarjeta, cuando esta se abrió se hizo a un lado para permitirle a la niña la entrada al lugar. Una vez dentro la pequeña, él entró y luego cerró la puerta.
Narra Tn
Una semana después...
Hoy Minho nos daría los resultados del entrenamiento y siendo sincera, los nervios me carcomían de una manera horrible.
—buenos días, shanks, señorita —la melódica voz de Alby resonó en la sala de asambleas
—buenos días, jefe —sonreí. Él negó, mostrando una sonrisa
—como bien saben, ayer fue el último día de las pruebas para convertirse en corredores —todos asentimos. Alby caminó hasta una de las mesitas y tomó un hoja, luego caminó hasta a un lado de Minho, quien se encontraba recostado contra una de las columnas con los brazos cruzados. —antes de empezar, ¿alguien tiene alguna pregunta? —yo negué
—yo —dijo Alex, levantando la mano. Alby le hizo una seña para que prosiguiera —sonará negativo, pero si alguno no lo logra, ¿se podrán hacer las pruebas otra vez? —el moreno y el asiático compartieron miradas
—esa es una muy buena pregunta, Alex y la respuesta es si.. pero no será tan simple, deberán esperar cierto tiempo para volver a intentarlo —el pelirrojo asintió y dejó caer su cabeza en mi hombro —bueno, si no tienen otra pregunta, prosigo a dar los nombres de quienes si lograron pasar las pruebas —
Me sentía sofocada. Esperaba de corazón que todos o al menos la mayoría lo lograran y así poder quitarme este peso de la espalda que se me subió en la asamblea anterior, cuando Alby me dio la oportunidad frente a todos.
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I'm going to find them [GallyxTnxMinho]
FanfictionNo en todas las historias existen los finales felices, pero ¿qué pasa si en esta se alteran las cosas?...