[Narra Aziraphale]
Me rodeó por la cintura y me acercó aún más a él, nuestros cuerpos estaban completamente juntos y sintiendo las respiraciones del otro.
Primero acercó su rostro despacio al mío y sus labios rozaban la piel de mi mejilla, todo era lentamente para luego acercarse con cuidado a mis labios, donde no pude evitar seguirle el juego, y seguir el baile improvisado que se había creado entre nosotros al sentir nuestros labios juntos.
Sabía que aún tenía miedo, que mi familia aún no sabía lo que yo era, y lo peor era que ni yo estaba seguro, pero si había algo de lo que sí estaba seguro era que al verlo quería estar a su lado y no separarme de él; me hacía sentir especial y querido.
Por un lado, seguía presente mi temor, yo venía de una familia tradicional a la cual jamás podría decirle que me gustaba un hombre, eso hacía que comenzara a nacer cierto terror en mi interior. Mis padres habían sido maravillosos y los mejores del mundo conmigo, pero existen esos casos en los que simplemente hay temas que no se pueden tocar con ciertas personas y es así.
A lo mejor yo podía cambiar sus mentes.
El beso no cesaba, sus manos me rodeaban de tal forma en la que me decían a gritos que no querían dejarme ir, quería tenerme así de cerca, y yo no quería escapar.
Cuando finalmente alejamos ambos los labios, nos miramos, y nos sonreímos el uno al otro.
—Por favor, esta vez no te vayas corriendo.—
—No lo haré...— susurré para luego reírme.
Lo abracé con todas mis fuerzas.
—Hace mucho que quería tenerte en mis brazos como en este momento.— se sinceró conmigo, y yo lo sabía, sabía que había sido paciente.
—¿Qué debo hacer ahora?— pregunté son genuina confusión.
—¿A qué te refieres?—
—Debo descubrir lo que soy y debo decírselo a mi familia, debo ser sincero con ellos y...—
—No le debes nada a nadie, espera a que estés listo.—
—Pero estoy contigo ahora, y no quiero sentir que oculto algo y...—
—Joven Aziraphale, nadie te está forzando a descubrirte, nadie lo hará, y si te juzgan, todo estará bien, no estás haciendo nada malo.—
—¿Me lo dices en serio? Estoy muy asustado.—
Me abrazó fuertemente, hundí mi rostro en su pecho mientras cerré los ojos.
—No te presiones, no seas duro contigo, si quieres vivir una historia de amor, juntos, hagámoslo, pero no quiero verte sufrir por esto, yo solo quiero hacerte feliz.—
Me gustaba el hombre correcto, podía notarlo al oír sus palabras, él me adoraba.
—¿Ahora seremos tú y yo?— pregunté levantando la mirada y viéndolo directamente a sus hermosos ojos amarillos, tan únicos y tan brillantes.
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Evermore | Aziracrow
FanfictionUn estudiante conoce a un escritor, y su historia de amor, descubrimiento, y dolor comienza. «No me dejaste otra opción más que quedarme aquí para siempre.»