Evermore | Aziracrow

20

[Narra Aziraphale]

El domingo llegó, ya eran las cinco y media de la tarde, la hora que habíamos acordado por mensaje. Tenía una cita con Crowley, una cita, no podía ni imaginarme cómo sería, pero mientras me vestía una y otra vez intentando encontrar la ropa adecuada me di cuenta de que me estaba alistando para salir con un hombre, un apuesto hombre pelirrojo que me estaba robando espacio en la mente.

No podía aún asimilarlo, todo había pasado tan rápido ¿Era Gay? ¿Era Bisexual? No sabía con exactitud que era yo, pero sabía que quería verlo pronto, que quería estar cerca de él y oír nuevamente su voz, al igual que todas las mañanas, estaba nervioso.

Más que de costumbre.

Me convencí por una camisa celeste y unos pantalones color beige, que si bien no usaba seguido, era uno de mis colores favoritos.

Camine lentamente hacia el restaurante de siempre, y lo veo a la distancia, vestido completamente de negro, con unas gafas negras oscuras y el cabello suelto, con los mechones en su rostro, sin ningún pin para el cabello, le sonreí mientras me acercaba.

No podía evitar sonreír al verlo.

—Crowley.—

—Joven Aziraphale, te ves realmente maravilloso.—

Me sonrojé rápidamente, o al menos sentía mis mejillas ardiendo, nunca antes nadie me había halagado de tal forma, y menos con tal confianza.

—Gra... Gracias.—

Se rio al verme nervioso y comenzó a caminar, lo seguí.

—¿Cuál es el plan de hoy?— pregunté.

—Pasear por el pueblo contigo hasta que anochezca, eso me gustaría.—

—Entonces podríamos caminar hacia el mirador y luego volver a tomar un café en el restaurante.—

—Eso suena estupendo—

Comenzamos a caminar despacio, me sentía nervioso y al mismo tiempo contento de estar con él, pero una parte de mí buscaba descifrar con rapidez lo que ocurría conmigo, lo que era. ¿Tenía que salir del closet si me gustaba un hombre? ¿Era una regla obligatoria? ¿Siquiera era gay o simplemente estaba encantado con él como persona? ¿Si era bisexual tenía que salir del closet?

Sacudí la cabeza para disipar todas esas dudas y pensamientos abrumantes.

—¿Está todo en orden?—

—Sí, sí, todo bien.— disimulé, le sonreí para que no viera que mi mente me estaba devorando.

—Estás algo callado, Joven Aziraphale, sabes que puedes contarme lo que quieras.—

Esas dudas no, eso no podía contarle simplemente, era algo muy abrumador, personal y doloroso. ¿Por qué era doloroso, pensar en el amor? ¿Amor?

—Estoy bien, en verdad, ya sabe, solo es el atardecer, está hermoso, el cielo se ve increíble.— miré al cielo y él también.

Sonó fuertemente el claxon de un auto, estábamos cruzando la pista cuando me distraje mirando al cielo y él me tomó del brazo atrayéndome hacia su cuerpo rápidamente.

—¿Estás bien? Tienes que tener cuidado. Eso estuvo cerca.— me dijo estando increíblemente cerca.

—Sí, estoy bien...— en verdad había estado cerca, me sentía un poco asustado.