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[Narra Aziraphale]


Iba caminando por la acera cuando Gabriel apareció de pronto detrás de mí, me había encontrado, yo no sabía como ordenar tantos pensamientos ni que decirle.

Lamento irme así— dije cabizbajo y caminando con él a mi lado.

Tu tranquilo, pero Aziraphale, dime, ¿Hay algo de lo que quieras hablar conmigo? Sabes que puedes confiar en mí, para lo que sea.


Negué con la cabeza y seguí mirando al suelo, no estaba seguro de que palabras serían las indicadas, simplemente me sentía envuelto en pura confusión y emociones nuevas.


Desde que me conoces sabes que salgo con chicos.— dijo Gabriel, yo entendía que él quería hablar de ese tema, entendía que a lo mejor él podía notar lo que me estaba pasando.


Me detuve, lo mire fijamente y respire profundo, no sabía que iba a decir.


¿Por qué me estás diciendo todo esto?— le pregunté, se veía preocupado por mí.

Solo quiero ayudarte, a que no pases por esto solo.

No sé qué me pasa...— me sinceré —... estoy muy confundido, estoy volviéndome loco porque trato de convencerme de que no, que no soy así...


Mis ojos de pronto se llenaron de lágrimas, yo no quería eso, pero sucedió sin más, simplemente por culpa de todo lo que estaba sintiendo.

Gabriel me abrazó fuertemente, comenzó a acariciarme la espalda para calmar mi llanto, nunca había llorado de tal forma, como si no pudiera seguir conteniendo todo.

Entiendo como te sientes, sé que no es fácil darse cuenta de algo así...— me dijo aún en el abrazo y con mi llanto incesante, todavía liberándose sobre su hombro.


No debería sentirse así de mal...— le dije.

¿Por qué se sentía tan mal? ¿Por qué tenía tanto miedo de ser alguien que nunca imaginaba ser?

Claro que se puede sentir mal, estás dándote cuenta de algo muy importante, es una experiencia única en la vida.

No sé qué siento, no sé qué hacer...— lo abracé con mucha fuerza, dejando que él también me abrazara, sentía que era la única persona en el mundo que podía entenderme por completo en ese momento.

Yo siempre te apoyaré, siempre.— susurró, suspiré como si esas palabras fueran todo lo que necesitaba.

Caminamos un poco, sin decir nada, me miraba de reojo y sabía que continuaba con esa por mí, después de todo era mi mejor amigo.

Por otro lado, me sentía mal de haber dejado a Crowley en la cafetería y haber salido de esa forma sin decir nada, me sentí muy enojado conmigo de pronto.

Esto está en mi cabeza todo el tiempo.—le dije de pronto riéndome de lo tonto que me sentía.

Tienes toda tu vida para saber lo que sientes, no tienes que saberlo ahora, seré sincero... yo pienso que a Crowley simplemente le gusta pasar sus mañanas contigo, y a ti también, todo lo demás puedes descubrirlo a lo largo del camino, no tienes que saberlo ahora, quizá en unos meses o quizá en unos días, pero no te presiones, no hay prisa.

Evermore | AziracrowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora