Evermore | Aziracrow

29

[Sigue narrando Aziraphale]

Todo había pasado tan rápido, aún me sentía agotado de la mudanza y muy cansado mentalmente por el ajetreo, simplemente había pedido la ayuda a de mi novio para ordenar cosas adentro de la casa. Y al encontrarnos en la entrada nos habíamos saludado con un beso en los labios.

Pero la arrendadora vivía en el departamento de abajo, y al vernos salió rápidamente diciéndome que tenía que hablar conmigo, no entendía qué pasaba, así que le dije a Crowley que me esperara adentro y se fue dejándome con ella.

—Lo siento pero vas a tener que marcharte.—

—¿Qué? Pero apenas termine de traer mis cosas y...—

—Lo siento pero no puedo aceptar a una persona como tú viviendo aquí, tú y el pelirrojo tendrán que retirarse lo más pronto posible, por favor, y no insistas.—

—Pero... ¿Una persona como yo?—

—Un homosexual, no los quiero en mi edificio, no me hagas llamar a la policía.—

—¿Disculpe?—

—¡Que te marches! ¡Ya me oíste!—

Me sentía humillado, ridículo y más que triste cuando entre al departamento y luego de cerrar la puerta me recosté sobre la misma y cubrí mi rostro comenzando a llorar.

—¿Qué sucedió?— Crowley se acercó a mí rápidamente y me sujetó de las mejillas. —Dime... ¿Qué ocurrió?—

—Creo que la arrendadora nos vio besándonos, quiere que deje este lugar.—

—¿Qué? No puede ser, ¡Estoy tan enfadado!— me abrazó rápidamente y luego me sujeto de los hombros mirándome a los ojos.

—Ven a vivir conmigo.—

—¿Qué? ¿Qué estás diciendo?—

Crowley estaba diciéndome algo tan importante, así de pronto, me sentía extraño.

—Que quiero que vengas a vivir conmigo, vive conmigo, por favor.—

—No quiero ser una molestia para ti, no quiero incomodarte, somos pareja pero, no quiero invadir tu privacidad ni...—

—Aziraphale, escúchame, ven a vivir conmigo, es lo que yo quiero y tú necesitas un lugar donde vivir por ahora.—

No quería ser un inquilino molestando en su casa, pero no tenía opciones, mi padre me visitará pronto, estaba desesperado y triste.

—Solo hasta que encuentre un nuevo lugar, pero no quiero molestarte más.— dije, él asintió.

—Está bien, pero ahora ven conmigo.— se apresuró a guardar todas las cosas que había sacado de las cajas, colocándolas de nuevo en su interior. Pero yo me había quedado paralizado, recostado Detrás de la puerta.

Todo había pasado tan pronto. Me habían discriminado, y tratado de una forma horrible, aún no podía asimilarlo. Me estaban pidiendo irme de donde iba a vivir. Y ahora iba a vivir con Crowley. Respiré lentamente para intentar calmarme de todas esas cosas.

Para cuando habíamos terminado de llevar mis cosas en muchos viajes, era tarde en la noche, me sentía incómodo de ver su sala llena de cajas. Estaba más que agotado, ya no podía más.

—Llevaré todo a la habitación.— le dije, me había dicho que la habitación vacía sería mía, la de huéspedes, esa sería la que le enseñaría a mi padre como mi habitación.