Una noche especial.

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Era una tarde tranquila cuando Kyoko recibió un mensaje de Ryota: "Mis padres salieron de viaje este fin de semana. ¿Te gustaría venir a estudiar aquí? Podríamos preparar algo de cenar juntos."

Kyoko sonrió al leerlo y aceptó. Esa noche, tras despedirse de su familia, caminó hasta la casa de Ryota, sintiendo una mezcla de emoción y nervios. Él la recibió en la puerta con una sonrisa cálida, y pronto se sumergieron en una noche de risas y estudio.

Después de una cena sencilla, ambos decidieron continuar estudiando en la sala, rodeados de apuntes y libros. Sin embargo, la conversación fue deslizándose hacia temas personales, dejando el estudio de lado. Entre confesiones y sonrisas, ambos se sentían cómodos y en paz.

“Es raro pensar que, hace unos meses, ni siquiera nos hablábamos,” dijo Kyoko, sonriendo.

Ryota asintió, mirándola con cariño. “Sí… nunca imaginé que me acercaría tanto a alguien como a ti.”

En ese momento, un silencio cargado de emociones se apoderó de ambos. Kyoko sintió su corazón acelerarse cuando Ryota se acercó, tomando su mano y mirándola a los ojos.

Con suavidad, él le acarició el rostro, y ella cerró los ojos, dejándose llevar. Sus labios se encontraron en un beso lento y profundo, uno que reflejaba todo lo que sentían. En ese instante, el mundo desapareció a su alrededor; solo estaban ellos, compartiendo un momento que parecía eterno.

El tiempo pasó sin que se dieran cuenta, y la cercanía hizo que ambos dejaran a un lado las palabras. Aunque no fue una noche llena de promesas, sí fue una llena de sentimientos genuinos, caricias y miradas que confirmaban lo mucho que significaban el uno para el otro.

A la mañana siguiente, cuando los primeros rayos de sol entraron por la ventana, Kyoko despertó recostada en el hombro de Ryota, sintiéndose más conectada a él que nunca. Ambos sabían que, más allá de las palabras, ese momento había marcado un nuevo paso en su relación.

El sabor del primer amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora