TP2 - Capítulo 8: Dominio

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Gojo y Shoko caminaban por el complejo de la escuela de hechicería, conversando sobre lo que acababa de suceder con Yuji Itadori. Shoko, con un suspiro de resignación, comentó:

Diablos, tendré que corregir los informes.

Gojo, con su actitud despreocupada de siempre, solo sonrió.

No, déjalos así.

Shoko levantó una ceja, algo confundida.

¿Ah?

Lo que quiero es que Yuji tenga tiempo para prepararse antes de que le tiendan otra trampa. — explicó Gojo sin perder su calma habitual. Luego, con una sonrisa amable pero con intenciones claras, agregó: — Perdona, Shoko, ¿podrías mantenerlo muerto en los registros?

Shoko lo miró fijamente, evaluando la petición.

¿Piensas esconder a Itadori?

Gojo negó con una sonrisa maliciosa.

No, hará su gran regreso en el evento conjunto.

Shoko se cruzó de brazos, enarcando una ceja mientras intentaba descifrar las intenciones de Gojo.

¿Por qué?

Gojo se encogió de hombros, como si la respuesta fuera evidente.

Es bastante sencillo, Shoko. Arrebatarles la juventud a los chicos sería un acto más que imperdonable. — hizo una pausa, volviendo su mirada hacia ella — Sin importar el chico.

Shoko lo observó en silencio, comprendiendo la importancia que Gojo le daba a la libertad y el crecimiento de sus alumnos, algo que a él mismo le habían negado tantas veces en su vida.

...

La escena en la cafetería era de una tensión aterradora. Un joven camarero, con miedo reflejado en sus ojos, sentía el peligro inminente que emanaba de la mesa donde se encontraban Geto y las maldiciones. Sabía que debía escapar; no estaba dispuesto a ignorar su instinto de supervivencia.

En la mesa, Jogo observaba a Geto y con voz inquieta murmuró:

Satoru Gojo... me pregunto si podríamos matarlo aunando fuerzas.

Geto, con una cicatriz visible, respondió:

Si intentan matarlo, seguro se les escapará o los exorcizará a todos. Les recomiendo centrarse en sellarlo en lugar de pensar en matarlo.

Jogo frunció el ceño, la temperatura de su cabeza subiendo tanto que el aire comenzaba a distorsionarse alrededor de él.

¿Sellarlo? ¿Cómo se supone que lo haremos?

Geto sonrió, disfrutando del desconcierto de Jogo.

Usando un objeto maldito especial: el Gokumonkyo.

La sorpresa de Jogo era evidente, y mientras su cabeza comenzaba a liberar más calor, exclamó:

¿El Gokumonkyo?

Mientras tanto, en la cocina, uno de los empleados notó que en la mesa cinco aún no habían ordenado nada.

El de la mesa cinco no ha pedido nada. Que alguien vaya a apurarlo; está ocupando toda la mesa.

Enlace maldito (Goku en Jujutsu Kaisen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora