Enlace maldito (Goku en Jujutsu Kaisen)

TP2 - Capítulo 9: Perdido

La mañana comenzaba a filtrarse en suaves tonos dorados a través de las cortinas, iluminando la habitación con una luz cálida y apacible. Gojo se despertó, desorientado por un momento, pero al girarse y ver a Nao dormida a su lado, no pudo evitar sonreír. Se quedó observándola unos instantes, contemplando la paz que irradiaba su rostro, hasta que ella comenzó a abrir los ojos lentamente, despertada por el leve murmullo de su risa contenida.

—Buenos días, dormilona —susurró Gojo en tono divertido, con esa expresión pícara que rara vez se despegaba de su rostro.

Nao entrecerró los ojos, aún adaptándose a la luz, y al verlo tan cerca, no pudo evitar reírse también, a pesar de su cara de sueño.

—Buenos días... Satoru —respondió ella, y al mirarlo, se le escapó una sonrisa divertida—. Supongo que te quedaste hasta tarde, ¿eh?

—¿Y cómo iba a dejarte sola con esa pizza? —Gojo bromeó, estirándose despreocupadamente—. Aunque, entre los dos, creo que casi acabamos con ella.—Hablando metafóricamente—

Ambos rieron mientras él se levantaba de la cama y se dirigía a la pequeña cocina de Nao.

—Oye, ¿qué te parece si preparo algo para desayunar? —preguntó Gojo, abriendo los armarios en busca de ingredientes—. No soy un experto, pero puedo hacer unas tostadas decentes.

Nao se acomodó, observándolo mientras buscaba entre sus cosas, y con una sonrisa, asintió. En cuestión de minutos, Gojo había preparado una sencilla pero apetecible bandeja de tostadas y jugo. Se sentaron juntos en la pequeña mesa, disfrutando del desayuno en una tranquilidad que no siempre podían darse el lujo de tener.

—Oye, Satoru —dijo Nao mientras untaba mantequilla en su tostada—, ¿qué planes tienes para hoy?

—Mmm, no mucho, la verdad. Quizás me pase por la escuela para entrenar a los chicos un poco más duro —comentó él, encogiéndose de hombros con un brillo de travesura en los ojos—. Ah, y hablando de eso... En unos días será el evento de intercambio.

—¿El evento de intercambio? —repitió Nao, recordando las veces en que había escuchado sobre la famosa competición entre escuelas de hechicería—. ¿Y cómo te sientes sobre eso?

Gojo se rio y se recostó en la silla, cruzando los brazos detrás de su cabeza.

—Pues va a ser interesante, eso seguro. Yuji participará por primera vez, y quiero verlo sorprender a todos —dijo, con un toque de orgullo en su voz—. Aunque para ser sincero, creo que más de uno va a recibir un par de sorpresas. Después de todo, no soy exactamente el entrenador convencional, ¿verdad?

—Raro se podría decir —Nao sonrió, mientras lo observaba con una mezcla de admiración y diversión—. Pero seguro que Yuji y los otros están más que preparados con el gran Satoru Gojo.

Gojo reiria y tomaría una tostada mordiendola con entusiasmo, mientras volvía a mirarla.

—Y tú, ¿qué harás hoy, Nao?

—Lo usual, supongo. Quizás lea un poco o pase el día en el jardín... y, si tienes algo de tiempo después del entrenamiento, podríamos vernos de nuevo —dijo ella, lanzándole una mirada juguetona.

—¿Otra pizza? —preguntó él con una sonrisa de complicidad.

—¡Solo si esta vez no te la comes toda! —bromeó Nao, riéndose mientras ambos compartían una mirada llena de alegría.

Terminando el desayuno entre bromas y risas, Gojo se puso de pie y tomó un sorbo del último poco de jugo. Justo antes de irse, le dedicó una última mirada.