Capítulo 6
POV Gala
El primer rayo de sol se cuela por la ventana, y parpadeo varias veces, desorientada. No sé dónde estoy al principio, pero luego siento su respiración suave junto a mí y recuerdo todo de golpe. Me acomodo en la cama, observando a Karime aún dormida, acurrucada a mi lado con una expresión tan serena que me resulta imposible resistir la sonrisa que se dibuja en mi rostro. Su cabello, desordenado y esparcido sobre la almohada, enmarca su rostro con una suavidad que la hace lucir más vulnerable, y me siento tan increíblemente afortunada de estar aquí, compartiendo este espacio con ella.
Deslizó mi mano despacio sobre su hombro y bajó por su brazo, acariciando su piel, suave y tibia. Karime murmura algo en sueños, y la ternura que siento por ella crece aún más. Cada detalle de esta mañana me parece especial: la luz dorada que baña su rostro, el silencio de su departamento, el calor bajo las sábanas. Nunca había experimentado una paz tan plena.
Me acerco un poco más, apenas atreviéndome a respirar para no despertarla todavía. Quiero saborear este momento, grabarlo en mi memoria como uno de esos que sabes que querrás revivir una y otra vez. Ayer fue tan perfecto... desde la sorpresa que había preparado para ella hasta ese beso. Un beso que, hasta ahora, siento como un eco vibrando en mi piel. Algo dentro de mí se acomodó, como si todas las piezas hubieran encajado, y ahora, mirándola dormir, siento esa misma certeza: estoy exactamente donde quiero estar.
Después de unos minutos, Karime empieza a moverse. Sus ojos se abren lentamente, pestañeando, y cuando se da cuenta de que la estoy observando, una sonrisa se asoma en sus labios. Tiene ese brillo suave y tranquilo de alguien que acaba de despertar en el lugar adecuado, y su expresión hace que mi corazón lata un poco más rápido.
—Buenos días, dormilona —susurro, acariciándole la mejilla con la yema de mis dedos.
Ella me observa con los ojos aún somnolientos, y su sonrisa se convierte en una risita baja, como si no pudiera creer que estoy aquí. Quizá yo tampoco lo crea del todo, pero eso lo hace aún más mágico.
—Buenos días... —murmura, con la voz un poco ronca por el sueño, y la ternura que emana en este momento me desarma completamente.
No puedo resistir la tentación de inclinarme y darle un beso suave en los labios, uno que termina demasiado rápido, dejándonos con una sonrisa tonta a ambas. Me apoyo en mi codo para poder mirarla mejor, y sin dejar de acariciar su brazo, digo en tono juguetón:
—No tienes idea de lo difícil que fue organizar todo ayer. Luigi y Micky casi me delatan como tres veces.
Karime suelta una risa suave, y se estira un poco, su brazo rozando el mío, llenándome de ese calor que aún no logro describir. Ella sacude la cabeza, divertida.
—Todavía no entiendo cómo lo lograste. Creo que hasta sospeché en algún momento, pero lo negué porque parecía imposible. Y... —me mira de forma traviesa— tampoco imaginé que tú harías algo así.
—¿Crees que no soy capaz de sorprenderte? —respondo, alzando una ceja, y finjo estar indignada.
—Más bien... creía que te intimidaría hacer algo tan cursi —me responde, dándome un pequeño golpe en el hombro con diversión en sus ojos.
Nos reímos juntas, y el sonido parece llenar el espacio, como si todo a nuestro alrededor cobrará vida solo para celebrar este instante. La miró, sintiendo cómo una calidez genuina y profunda inunda mi pecho. Estar aquí, compartiendo esta mañana después de todo lo que hemos pasado, se siente perfecto.
—La verdad... —susurro, tomándola de la mano y entrelazando nuestros dedos— no me importa si parece cursi o fuera de lugar. Quiero hacer cosas contigo que no he hecho con nadie más.
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El Hilo del Destino
RomantizmLa casa de los famosos ha sido una experiencia llena de aprendizaje para Gala y Karime. Sin embargo, al salir del programa, descubren que sus fans han comenzado a "shipearlas", creando historias románticas sobre sus conexiones. Mientras la amistad f...