¡PAF! Se oyó un sonoro golpe contra el suelo.
—¿Eso es lo mejor que sabes hacer? —Dijo burlón Satoru.
Alcé la mirada. Era por la tarde, y Gojo me había pedido que entrenase lucha cuerpo a cuerpo con él, como cada jornada. Algunos días me gustaba, porque conseguía vencerle y me reía de él.
Pero otros, como era este caso, tan solo incentivaba mi mal perder.
—Te vas a enterar —sonreí con ganas de revancha.
Satoru me ofreció su mano para levantarme. Era un gesto que siempre hacía cuando me derribaba, por lo que lo consideraba una aceptación de la derrota. Agarré su mano y tiré de él hacia abajo, aplicándole una llave con zancadilla para que cayese al suelo.
¡POM! Se oyó ahora.
—Eres una tramposa —me miró con picardía mientras escuchaba mis carcajadas.
A él no le hacía falta que nadie le ofreciese la mano. Se incorporó rápidamente y volvió a intentar atestarme otro golpe. Sus movimientos eran excesivamente rápidos, y muchas veces me costaba seguirle el ritmo.
Cada vez que intentaba derribarme lo esquivaba, y él hacía lo mismo conmigo. Estuvimos así un largo rato, hasta que le pegué una patada en el estómago con la que caería de espaldas.
Pero justo entonces agarró mi pie con sus manos, haciéndome a mí caer al suelo de boca.
Por suerte, interrumpí el impacto con mis brazos y mis rodillas, quedando de espaldas a Satoru.
Este, por cierto, se estaba riendo sin piedad de mi intento fallido.
—Vaya pringada —decía sin pudor.
Alcé mi mirada y le pude observar a pesar de estar detrás de mí, gracias a un espejo que tenía delante.
Entonces, vi como su risa se calmaba, al mismo tiempo que su miraba descendía de mi cabeza hasta...
"Espera un momento."
El calor subió a mis mejillas, incendiándolas y otorgándoles un escandaloso tono rosado.
—¿Me estás mirando el culo?
Sus ojos se abrieron de par en par, al mismo tiempo que sus pupilas desviaban su atención a mis ojos.
—¿Q-qué dices? —Apartó la mirada al encontrarse con la mía, un tanto nervioso.
Mi silencio inquietante le descolocó incluso más.
—En fin, ¿ya no te vas a levantar? —Carraspeó—. Has perdido, ¿no?
—De eso nada —dije mientras me incorporaba.
Satoru, mientras me levantaba, expresó una sonrisa cínica.
Fui directa a por él, con ganas de acabar con aquella pelea y conseguir la victoria. Mis puños empezaron a actuar cada vez más rápido, al igual que mis patadas y mis reflejos.
Pero eso también hizo que mis movimientos fuesen más imprecisos.
En un paso en falso, moví mi pie a un punto erróneo, el cual Satoru pudo utilizar para agarrarlo y dejarme caer al suelo. Entonces, rápidamente, se colocó encima y sujetó mis brazos.
Sería imposible moverme, por lo que había perdido.
—Está bien, tu ganas —suspiré.
Sonriente, me liberó de su agarre y me volvió a ofrecer su ayuda para levantarme, solo que esta vez sí que se la acepté sin trampas.
—He ganado tres combates y tú dos —dijo con voz socarrona—. Así que te he ganado.
Chasqueé la lengua.
—Bueno, yo he ganado otros días. Me da igual.
—Sabes que no te da igual.
Le lancé una mirada fulminante. Sin embargo, tan solo seguía mi papel, pues tanto él como yo sabíamos que no nos podíamos enfadar el uno con el otro.
Por lo que todo terminó en risas, como todas las tardes.
Mientras recogíamos todo, era incapaz de buscar el contacto con él. De buscar su hermosa sonrisa con la mirada, de sentir el calor interno cuando nuestros dedos se rozaban al agarrar el mismo objeto. De desviar la mirada cuando la suya paralizaba mi mundo.
Y es que Satoru era el motivo por el que entrenaba cada tarde.
—Señorita Hoshikawa —me llamaron a mis espaldas.
Me giré.
En el marco de la puerta me esperaba el horriblemente viejo y feo del director de Jujutsu Kaisen, Yoshinobu. Me miraba con cara de pocos amigos, como siempre, solo que hoy además parecía querer mostrar un asco especial hacia mí.
Aunque ese hombre y yo nunca nos habíamos llevado demasiado bien, siempre le había tratado con un mínimo de respeto.
—Venga conmigo, por favor.
Me despedí de mi compañero de duelos y fui con el director, desapareciendo del gimnasio a través de la puerta. Comenzamos a caminar en dirección al edificio paralelo del colegio, y no volví a ver más a Satoru en todo el día.
Ni a él, ni a los demás.
Ni aquel día, ni la próxima década.
Si hubiese sabido que la siguiente vez que los vería a todos sería dentro de tanto tiempo... Entonces, jamás hubiese ido con el director aquella tarde.
Y entonces, tal vez te hubiese dicho lo mucho que te amaba, Satoru.
Porque no tendría la oportunidad de hacerlo hasta dentro de mucho, mucho tiempo.
Hasta dentro de diez años, Satoru Gojo.
{NOTITA DE LA ESCRITORA:}
Aaa se la creyeron JAJAJAJ, no se preocupen que en el siguiente capítulo ya pasaron los 10 años :3
Ahora sí:
Holaa! Espero que les guste esta historia. No haré muchas notas, pero siendo el prólogo lo vi necesario.
Lamento para los que ya leyeran la historia sin prólogo, pero creo que le da un toque, se atan mejor los cabos después durante la historia si ya unx ha leído este capítulo. También disculpen si no aparecen los comentarios en los próximos 3 capítulos, es que me puse a editarlos y como que desaparecen 😭
Una pregunta, ¿prefieren el nombre de "Takara Hoshikawa" para la prota o "____ Hoshikawa"? Si no dicen nada lo mantendré tal y como está, que es la opción 1.
Mil gracias por leer esta historia, me esforzaré como pueda para que los capítulos sean de su agrado, y cualquier sugerencia será admitida en comentarios.
PD: dejen sus votos que no les cuesta nada ;)
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IMÁN DE CAOS ☯~Gojo x tú~☯
FanfictionTodo iba muy bien mientras estudiabas en Jujutsu; tenías muchos amigos, e incluso puede que te gustase cierto chico albino... Un día, la vida decidió ponerse en tu contra. Te echaron de Jujutsu Kaisen y tu poder se desbocó; en ocasiones, actuabas so...