/16/ Mi historia

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A lo largo de la historia de mi familia, las técnicas malditas heredadas casi siempre habían tenido que ver con la curación y el saneamiento interno. Era verdaderamente insólito cuando los hijos heredaban rituales distintos, y más el que heredé yo: Destrucción."

Mi poder buscaba todo el rato la satisfacción propia a través del daño hacia los demás. Era por ello que mi energía se recargaba cuando la utilizaba sobre otros, arrebatándoles la suya, el alma o la vida. Al residir mi poder en el cerebro y el sistema nervioso, la fuente de energía estaba más o menos repartida a iguales por todo mi cuerpo."

No era algo que supiese con certeza, pero sospechaba que la capacidad de las ilusiones y la telepatía eran técnicas rituales secundarias que habían brotado del don principal que residía en mi cerebro."

Pronto se corrió la voz de que una niña de siete años sufría ataques repentinos de una energía maldita incontrolable que tan solo sembraba caos a su paso. Para los hechiceros, en un principio, fue tomado como una amenaza. En cambio, para los brujos, fue tomado como una oportunidad."

Desde entonces hasta hoy, seguía recibiendo enviados por parte de brujos para tratar de convencerme de sus ideas descabelladas y llevarme con ellos al “lado malo”. A mí nunca me había interesado juntarme con esa clase de gente, y menos después de lo que hicieron conmigo."

Había un brujo de pensamiento maquiavélico llamado Kenjaku. Su poder consistía en poder ocupar los cuerpos de otras personas. Aquel hombre estaba decidido a usarme para su fin, me gustase o no; por lo que, una noche, cuando tenía quince años, se acercó a mí mientras dormía y me hizo tragar dos dedos de Sukuna, el Rey de las Maldiciones."

Yo en aquel momento tan solo era una niña, por lo que mis emociones sobrepasaban fácilmente a mi autocontrol. No tardó mucho en intercambiar posiciones conmigo, en cuerpo y mente; combinó mis poderes y los suyos para destruir la aldea entera de mi familia, todo el bosque que le rodeaba y a los brujos que me habían condenado."

Lo primero que hice cuando Sukuna me dejó al mando del cuerpo fue destruir los dedos que había en mi interior con la ayuda de mi poder. Aquello no me costó mucho, y era algo de lo que me enorgullecí. Sin embargo, reparé justo después en todo el desastre que había sido causado por mis manos, aunque no mi conciencia, y no pude evitar echarme a llorar."

No tardó mucho en acudir un grupo de hechiceros de Tokyo en mi ayuda. Me llevaron a la preparatoria de Jujutsu Kaisen y me asignaron la categoría de Grado Especial, sobre todo por la intensidad de mi poder y por mi indiferencia ante los dominios. Me encomendaron una misión, un propósito: convertirme en la salvación del mundo contra las maldiciones."

Veían una gran oportunidad en mí, a diferencia de quienes huían al compararme con un callejón sin salida. Y, por primera vez, me sentí especial para bien."

Allí hice amigas, como Shoko; y amigos, como Satoru, con quien entrenaba día y noche y competía para ver quién era más fuerte. Algunas veces ganaba él, y otras ganaba yo."

Y cuando creía que había encontrado mi nuevo hogar, me demostraron que no era así."

Al parecer, terminé ofreciendo más perjuicios que beneficios a la escuela, debido a la continua pelea contra los brujos, los repentinos descontroles de mi poder y el propio miedo que le tenían al mismo. Aparte de que no estaban seguros de si había consumido por completo la Maldición de Sukuna."

De esta manera, Yoshinobu, el director por aquel entonces, sentenció mi ejecución, ya que según él “más valía prevenir que curar”."

Recuerdo aquel día con claridad. Me acababa de despertar tras el efecto de un sedante en mi piel. Estaba en una sala casi a oscuras totalmente, con la única iluminación de antorchas encantadas y dibujos de runas en las paredes. Estaba atada a una camilla, de pies a cabeza."

—¿Qué estáis haciendo? —pregunté."

Nadie me respondió."

De una sombra familiar que se aproximaba apareció la figura del director Yoshinobu. Sostenía con sus manos una espada de mi tamaño, y desprendía una cantidad considerable de energía maligna."

—Es una lástima que al final hayas servido de tan poco... —Alargó sus palabras—. Pero este es el único final posible. Hemos de ejecutarte ahora mismo. Me preocupa hasta dónde pueda llegar tu poder."

—¿Y qué hay de todo lo que ofrezco a la escuela? —Pregunté, con las lágrimas resbalando por mis mejillas."

—Si le restamos todos los perjuicios... No ofreces nada. No podrás salvar a nadie."

El shock me dejó paralizada. Tan solo era capaz de seguir el movimiento de la espada con mis ojos hasta estar a un centímetro de mi nariz. A punto de matarme."

Sin embargo, un acto reflejo de mi interior lo detuvo. Bueno, más que detenerlo, consumió la espada entera."

La energía maldita acababa de actuar por mí."

“Si no lo haces tú, lo haré yo”."

Aquel mensaje quedó grabado en mi mente desde entonces. Confirmaba una verdad: la energía destructiva actuaba por medio del odio y el terror. Si yo no hacía nada por detener mis emociones, estas desembocaban en la Maldición."

Entonces sí que reaccioné. Reventé la camilla a la que estaba atada, golpeé a Yoshinobu con un puñetazo en el estómago y salí corriendo del lugar."

Jamás me volvieron a ver por ahí."

Hui todo lo que pude, hasta que llegué a otra ciudad; Miyagi. Ya habían pasado casi dos semanas desde el intento de mi ejecución, y hasta entonces no habían parado de enviar hechiceros y cazarrecompensas en mi busca. Todos muertos."

En Miyagi fue donde conocí a Kori, la mejor persona de la Tierra, cuya historia conmigo ya conté. Ella sí que me acogió en su hogar, convirtiéndolo en mío también. La quería, y la sigo queriendo."

Pero un día, mi poder desató de manera repentina un caótico arrebato de energía destructiva. Fue de noche, cuando la Luna llena estaba en lo más alto. Estaba teniendo pesadillas con lo que me había sucedido hacía ya diez años. Kori, al escuchar mis lamentos en sueños, fue a ver lo que me ocurría."

Al tocarme, me desperté instantáneamente, y lancé involuntariamente a Kori hasta dar con la pared que se encontraba detrás suya. Al momento retomé el control, y quise llorar de la impotencia. Kori había caído inconsciente. La llevé al hospital, y me dijeron que sanaría muy pronto, por lo que me calmé un poco."

Sin embargo, ella era como Gojo; intercedía en mis poderes y en muchas ocasiones los anulaba. No estaba acostumbrada a sufrir la Maldición a su lado. Por ello me asusté tanto que decidí alejarme un tiempo de Kori, por su seguridad, hasta que mi mente estuviese lo suficientemente saciada de almas y no decidiera atacar de nuevo en un mal momento."

En los últimos nueve años, he estado recibiendo invitaciones de la escuela de Jujutsu para unirme a ellos, imitando los pasos de los brujos. Al parecer, Masamichi se arrepentía de no haberme protegido cuando tuvo la oportunidad. Yo sabía que ese hombre me apreciaba, seguía con grandes expectativas sobre mí."

—Y así es como te mandaron a por mí, Gojo.

IMÁN DE CAOS ☯~Gojo x tú~☯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora