IMÁN DE CAOS ☯~Gojo x tú~☯

/25/ Pensamientos, más que palabras

Pasaron un par de horas desde que Satoru me dejó a solas con los dos alumnos, cuando acabé de exterminar aquellas marcas de energía maldita con éxito. Por fin podría retirarme a mi tienda a descansar, al igual que pudieron hacer Itadori y Megumi, a quienes de vez en cuando se les cerraban los párpados mientras les había estado sanando los brazos.

Para mi sorpresa, cuando salí de la carpa, estaba lloviendo. Usé mis brazos como pude para cubrir mi cabeza y eché a correr por la hierba húmeda, hasta llegar a mi tienda.

Una vez entré, cerré la cortina tras de mí y me tumbé boca arriba sobre mi saco de dormir. Traté de cerrar los ojos una y otra vez, de dar por finalizado el día y dormir hasta que me despertase el alba.

Pero no podía.

Mis párpados se abrían de par en par nada más mis pestañas superiores rozaban las inferiores; mi cuerpo estaba cansado, pero mi mente no. Ella, lo único que hacía, era darle al mismo tema todas las vueltas posibles, una y otra vez.

Satoru Gojo.

¿Me amaba, o no me amaba?

Eso era lo único que quería saber.

"¡Malditos Itadori y Megumi!"

Traté de esquivar el tema varias veces; de simplemente "pasar página" e intentar dormir un poco.

Pero me era imposible.

Y al final, como siempre me sucedía con él, fui débil; no pude evitar volver a pensar en él e intentar penetrar su mente, buscando alguna señal esperanzadora que confirmase lo que me habían contado mis alumnos.

Entonces surgió magia: el destino, piadoso de mí, hizo que mi poder funcionase con su persona, justo en el momento adecuado.

Pude escuchar a su mente decir:

—"Tal vez deba ir a ver qué tal le va."

Un extraño cosquilleo recorrió mi estómago; era incapaz de abandonar la sonrisa que se impuso sobre mis labios, al igual que era incapaz de dejar la conversación telepática tal que así.

—"¿Qué haces despierto a estas horas?"

—"¿Eh?" —Se sobresaltó—. "Ya me estoy volviendo loco y hasta imagino su voz..."

—"Siempre has estado un poco ido, Satoru. Pero tranquilo, ahora no es por eso; estoy hablando contigo de verdad. Mis poderes, ¿recuerdas?"

—"Ah, claro... ¡Un momento!" —Se sobresaltó aún más que antes—. "Entonces, ¿has escuchado todo lo que he estado pensando hasta ahora?"

Su tono preocupado me sacó una carcajada.

—"No sé si es mejor o peor, pero no. No he escuchado nada hasta hace un minuto."

—"Menos mal..." —Suspiró.

—"No, pero en serio; ¿qué haces despierto a estas horas?

—"No puedo dormir. No paro de pensar en muchas cosas."

—"¿Qué cosas?"

—"Si supieras..." —Rió levemente.

—"Pues yo también pienso en muchas cosas. Por ejemplo" —carraspeé—; "pienso en que, si no fuera por ti, jamás habría vuelto a la preparatoria, y probablemente seguiría llevando una vida miserable. Es algo en lo que pienso constantemente, y jamás dejaré de estarte agradecida por ello."

Aunque no le estuviese viendo, era capaz de sentir su sonrisa agrandándose.

—"Pues lo creas o no, en cierto modo, yo también agradezco que estés aquí. Se te echa de menos cuando no estás."