Capítulo 42: El Templo de Astrum

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El Templo de Astrum se alzaba ante ellos como una estructura imponente, envuelta en la tenue luz del atardecer. Sus paredes antiguas, talladas con símbolos que parecían susurrar secretos de tiempos olvidados, desprendían una energía que hacía vibrar el aire a su alrededor. Anna y Archyx se miraron, sabiendo que lo que sucedería dentro determinaría el destino de la región.

"Estamos muy cerca, pero siento que lo más difícil aún está por venir," dijo Anna, sosteniendo la caja con los sellos firmemente.

"Si el Eclipse ha estado detrás de estos sellos todo este tiempo, no lo dejarán ir tan fácilmente," comentó Archyx mientras acariciaba la cabeza de Greninja.

A su lado, Bayleef y Latios se preparaban para lo que estaba por venir. Latios aún no estaba completamente recuperado, pero la determinación en sus ojos mostraba que estaba listo para seguir adelante.

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La Entrada al Templo

El grupo se acercó a la entrada del templo, donde dos enormes puertas de piedra bloqueaban el paso. En el centro de las puertas había seis ranuras, perfectamente alineadas con los sellos que Anna llevaba.

"Este es el lugar," dijo Brock, inspeccionando las ranuras. "Los sellos deben insertarse aquí para abrir el camino hacia el núcleo del templo."

Anna sacó los sellos uno por uno, con una sensación de reverencia. Cada sello, marcado con un símbolo diferente, brillaba tenuemente al ser colocado en su ranura correspondiente. Cuando el último sello fue colocado, un fuerte temblor sacudió el suelo, y las puertas comenzaron a abrirse lentamente, revelando un largo pasillo iluminado por antorchas de fuego azul.

"Este es el corazón del templo," dijo Volkner, frunciendo el ceño. "Donde el Eclipse tendrá su mayor influencia."

"Entonces, vamos," dijo Archyx, dando el primer paso hacia el interior. Greninja lo siguió de cerca, mientras el resto del grupo lo acompañaba, atentos a cualquier movimiento en las sombras.

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Los Guardianes del Templo

A medida que avanzaban por el pasillo, comenzaron a escuchar un murmullo bajo y constante, como si el propio templo les estuviera advirtiendo. Las antorchas parpadeaban, proyectando sombras danzantes en las paredes.

De pronto, el suelo bajo sus pies comenzó a brillar y de las sombras emergieron dos figuras. Parecían guardianes antiguos, con armaduras desgastadas y ojos que brillaban con una luz espectral. Cada uno de ellos llevaba un Pokémon con una apariencia igual de espectral: un Aegislash y un Chandelure.

"Estos deben ser los guardianes del templo," murmuró Anna, preparándose para el combate. "No nos dejarán pasar tan fácilmente."

"¡Greninja, adelante!" gritó Archyx, lanzando una Shuriken de Agua hacia Chandelure. La hoja de agua atravesó el aire a gran velocidad, impactando al Pokémon espectral, pero este parecía absorber parte del daño con su fuego fantasmal.

"¡Bayleef, usa Hoja Afilada!" ordenó Anna. Las hojas afiladas volaron hacia Aegislash, pero el Pokémon se protegió rápidamente con su escudo antes de contraatacar con una rápida estocada de su Tajo Sagrado.

Los combates en el templo eran diferentes. La energía oscura del Eclipse parecía fortalecer a los guardianes, haciendo que cada ataque fuera más difícil de asestar. Sin embargo, Anna y Archyx no se dejarían intimidar. Latios, aunque aún débil, lanzó una Onda Certera que finalmente debilitó a Chandelure, mientras Bayleef lanzó una última ráfaga de Hoja Mágica que golpeó a Aegislash, dejándolo fuera de combate.

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El Camino al Corazón del Templo

Tras la derrota de los guardianes, las puertas al final del pasillo se abrieron, revelando una cámara circular. En el centro de la sala, flotando sobre un pedestal de piedra, había una esfera de energía oscura que parecía latir como un corazón.

"Eso es..." Anna dio un paso adelante, observando la esfera con cautela. "El núcleo del Eclipse."

"Tenemos que sellarlo antes de que sea demasiado tarde," dijo Archyx, mirando la caja que Anna llevaba.

Pero antes de que pudieran moverse, una risa siniestra llenó la cámara. Desde las sombras, el hombre del Eclipse que habían enfrentado antes apareció nuevamente, acompañado por su Darkrai.

"Pensaron que sería tan fácil," dijo el hombre, su voz llena de desdén. "El Eclipse es más fuerte de lo que creen, y ustedes están a punto de caer ante su poder."

Anna y Archyx se prepararon para la batalla final, sabiendo que esta sería su última oportunidad de salvar la región de la oscuridad.

Pokémon: El legado del eclipseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora