XXV

50 12 2
                                    

Este capítulo está demasiado largo a comparación de lo que siempre escribo. Lo he estado escribiendo a lo largo de esta semana, así que si hay errores de tiempo o con la continuidad, comenten por favor!!! Espero que les guste y sepan que esto se está poniendo cada vez más bueno. 🙈🙉🙊

Atte: XimAlien

------------

Mientras papá seguía en la habitación de Tom, hablando de algo que no alcancé a escuchar en ningún momento, continué poniéndome prendas de mi outfit original, pues los doctores se habían deshecho de algunas cosas. Luego papá volteó, una vez más y otra vez, hasta que hice un gesto que seguramente no le gustó. Entonces salió.

—¿Qué te dijo? —le pregunté cuando salió por fin.

—Nada, está preocupado por ti. Dice que lo siente mucho, pero no recuerda por qué.

—Preocupado —repetí sin ánimos. 

—Bueno, no recuerda a Andy.

—¿Qué?

—No recuerda a Andy, ni España. Piensa que estamos en Alemania.

Me derrumbé en la silla detrás de mí, me sentí aún peor cuando vi a Andy venir con un jugo de la mano de Laia.

—Papá, ¿quieres de mi jugo? —preguntó Andy delante de mí, con una voz tierna y confiada.

—No, cariño. Gracias. Tenemos que hablar.

—¿De qué?

—Papá ya despertó.

—¿Qué? ¿¡En serio!? —giró rápidamente a verlo a través de la puerta de cristal de la habitación—. ¿Puedo entrar?

—De eso quiero hablarte —dije atrayendo su atención hacia mí, girando su carita con mi mano en su mentón—. Ya te expliqué que tuvo un accidente en el auto, ¿correcto?

—Sí.

—Bueno, pues… los doctores dijeron que llegó con muchos golpes y un poco lastimado de su cabeza. Dijeron que se había pegado fuertemente y que tal vez iba a olvidar algunas cosas.

—¿Y?… ¿Se olvidó de mí?

—Dicen que se acordará de todo si le ayudamos poco a poco. Yo voy a ayudarle a que recuerde todos los días que ha compartido contigo.

—¿No recuerda quién soy ni como me llamo? ¿Ni si me ama?

—Oh, cariño. —Lo abracé en cuanto se inundaron sus ojos, cuando parpadeó y una lágrima se desbordó de ambos ojos. Él recibió mi abrazo y se rompió, automáticamente se sentó en mis piernas. —Vamos a ayudarlo, vamos a traer fotos y tus dibujos, le traeremos el que puso en nuestro cuarto.

—Dijo que ese era su favorito.

—Claro que lo es. Es y será su favorito siempre.

—¿Le puedo traer el regalo que le di en su cumpleaños?

—Claro que sí, y los regalos del día del papá. Traeremos todo, ¿de acuerdo?

—¿Se acuerda de ti?

—No lo sé, el abuelo ya entró a verlo y ahora está su mejor amigo con él. En cuanto él salga, entraré yo.

—¿Puedes hablarle a Tati para ir por los regalos y por las fotos?

—Tal vez esté en la escuela. Yo mismo te llevaré. Dame unos minutos, ¿de acuerdo?

—Bien.

Nunca había visto llorar a Andy con tanto dolor, ni siquiera cuando se rompió su codo a los siete años, cuando Tom le enseñó a montar la bicicleta, ese día se levantó tan de prisa y con una sonrisa porque por fin tendría un yeso como Fred de cuarto grado, el niño tenía un yeso pintado y Andy de repente quería uno igual, lo consiguió tal vez por accidente, no quiero pensar que lo planeó y que le salió a su antojo.

In die Nacht - Zurück zu dir... Zurück zu us [Parte 3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora