V

50 11 3
                                    

Nos quedamos en el colegio, buscamos una mesa frente al edificio de preescolar y empezaron a llegar los papás. Bill acompañó a Andy a los juegos, un tobogán y un columpio pequeños, fue entonces cuando una mujer acompañada de su esposo, se me acercaron.

—Hola, buenas tardes —saludó ella primero y le contesté poniéndome de pie—. ¿Eres papá de nuevo ingreso?

—Sí, nos dieron hoy el último pase, y nos comentaron que podíamos conocer a los papás. Mi hijo entra el siguiente ciclo a primero de preescolar.

—¿Y dónde está tu esposa?

Sonreí, entonces no recordé el haberme puesto tan nervioso antes.

—Mi esposo —corregí y pareció que ella se mordió la lengua, su esposo en cambio pareció interesado repentinamente por sus zapatos—, está allá con nuestro niño.

—Entiendo. Soy Dana y él es mi esposo Martín, nosotros tenemos a un pequeño en segundo de preescolar y nuestra pequeña igual para primero, y bueno, soy la mamá que buscan.

—Iré por Bill. Permíteme, por favor.

Rápidamente fuí por ellos y Bill pareció ponerse más nervioso de lo que yo ya estaba.

Los presenté.

—Encantada, me fascina tu sombrero —comentó ella, ensanchando su sonrisa.

—Gracias, lo traje de París.

—¿Han estado en París? —sonó más a un comentario impresionado que a una pregunta, pero quise que sonara a una pregunta.

—Sí, para nuestra luna de miel.

—Qué hermoso. Le comentaba a tu esposo que soy la encargada del chat de papás, así que creo que soy la mamá que buscan.

—Guau, bueno… sí, nosotros estaremos por aquí.

—Bien. Miren, la cosa está así, la mayoría de los papás somos jóvenes, y la verdad es que es un colegio demasiado abierto mentalmente, sin embargo, tenemos un par de personitas con las que quizás no conecten bien a la primera.

—Entiendo.

—Sí, ¿por qué no los invitamos a comer un día y platicamos?

—Me parece una excelente idea, que sea en nuestra casa y de paso nos conocen más a nosotros —sugerí, a la vez que noté una mirada extraña proveniente de Martín hacia Bill.

—Perfecto. ¿Este viernes?

—Excelente.

Bill y Dana intercambiamos celulares y luego de estipular que le pasaríamos la ubicación, Martín continuó.

—Nosotros llevamos el vino.

—¿Son alérgicos a algo? —preguntó Bill.

—Oh, qué bueno que preguntas, ese detalle se le hubiera escapado a cualquiera. Soy alérgica a las fresas y Martín al camarón.

—Anotado. Tenemos que irnos, pero muchas gracias por todo.

—No, al contrario. Nos vemos hasta el viernes.

Ellos se quedaron cerca, nosotros caminamos sin decir nada. Los dos subimos después de asegurar a Andy en el asiento de atrás, empecé la marcha y Bill la conversación.

—¿Creés que haya sido buena idea?

—Sí, amor, tranquilo. El jueves vamos de compras después de las clases y te ayudo a preparar todo.

—¿Martín me miraba raro o estoy loco?

—Sí, también lo noté, no creo que sea bisexual, tal vez sólo le gustaste.

In die Nacht - Zurück zu dir... Zurück zu us [Parte 3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora