capitulo 21

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Mikaila.

Un mes después.

Han pasado cuatro semanas desde que tomé la decisión de mudarme con Christopher. Al principio, Magnus se opuso con todas sus fuerzas. No quería que su hermanita se fuera de su lado, pero tras insistir un poco, terminó aceptando. Fue un alivio para mí, y dos días después, ya estaba viviendo con Chris.

La conveniencia nuestra ha sido maravillosa; ambos nos llevamos increíblemente bien. Él, conocedor de mi amor por la lectura, mandó a poner una enorme biblioteca en el salón. Cada vez que paso por ella, no puedo evitar sonreír.

Mientras leía un libro recostada en el sillón, entró a la sala. Su mirada se detuvo en mí, y no pude evitar sentir cómo mi corazón latía más rápido.

-¿Qué haces? -preguntó, con una sonrisa traviesa.

Sin darme tiempo a responder, me quitó el libro de las manos y me besó con pasión.

Su boca Débora la mía, besándome con ferocidad como de costumbre, nos separamos por la falta de aire.

-Reece y Regina acaban de volver de Rusia - aspecto mientras se sentaba a mi lado.

-¿Quiénes son Reece y Regina? -inquirí, curiosa.

-Regina es mi abuela y Reece es mi tío -respondió, con un tono de orgullo en su voz.

Asentí, absorbiendo la información.

-Por cierto, vamos a cenar a High Garden-anunció, cambiando de tema.

Miro la hora y un escalofrío de pánico recorre mi cuerpo. Me levanto apresurada.

-¿Por qué no me avisaste antes? ¡Debí prepararme!- lo regaño.

Sin esperar respuesta, corro hacia mi habitación y lleno la tina con agua caliente. Necesito relajarme un poco antes de la cena. Tras el baño, salgo y encuentro un vestido rojo, muy elegante y sensual, sobre la cama.

También hay una nota de Chris que dice: "Usa este vestido."

Sonrío al leerlo y me pongo el vestido, sintiéndome más segura y hermosa. Cuando salgo, Christopher ya está preparado con su traje negro, y al verme, se detiene, admirándome.

-Mierda - dice mirando de pies a cabezas-. Estás espectacular.

Mis mejillas se sonrojan al escuchar sus palabras. Él se acerca y me entrega un cofre.

-Ábrelo -me invita, su sonrisa cómplice iluminando su rostro.

Con manos temblorosas, abro el cofre y veo un collar de oro blanco, de un corazón y una "M" en el centro.

-¿Es... es para mí? -pregunto, sorprendida.

-Sí, es para ti. La "M" no es solo por tu nombre. Significa "de Mía" porque tú siempre serás mía -responde, su mirada intensa fija en la mía.

Siento que mi corazón se derrite ante su declaración. Sin pensarlo dos veces, me acerco y lo beso, llena de amor y gratitud.

-Te adora, Chris -susurro contra sus labios.

-Angel, vamos a cenar.

Con el corazón rebosante de felicidad, tomo mi bolso y salimos del penhause.

Christopher y yo llegamos a la mansión de Alex en su McLaren. Me relajo durante el trayecto, acostumbrada a los autos de lujo y a todo lo que el apellido Morgan conlleva. Apenas nos detenemos frente a la entrada, siento su mano firme en mi cintura, guiándome hacia el interior. He estado aquí antes, y aunque esta mansión es impresionante, no me resulta sorprendente. Después de todo, provengo de una familia de realeza; los lujos y las mansionesñ son algo cotidiano para mí.

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⏰ Última actualización: Nov 05 ⏰

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