Enamorada del mal

Terminamos parte 2.

Me siento como un completo idiota por no contemplar esta forma de reaccionar de ella, quizá esperaba que se fuera a casa pero de ante mano algo dentro de mí ya sabía que eso jamás pasaría.

Tomo mi lugar dentro del auto esperando mi turno, no quiero ver a nadie, pero percibo una sombra justo alado de mí, volteo la cabeza para ver de quien se trata y solo puedo vislumbrar la cara rabiosa de Thomas.

Ni siquiera bajo el vidrio, solo regreso la cabeza al frente y me niego a escuchar lo que tiene que decir; trato de hacerme de oídos sordos pero sus palabras atraviesan el vidrio.

Entre la cadena de mis pensamientos solo logro escuchar, unos cuantos reclamos, muchas maldiciones y recordatorios de cómo lo acabo de arruinar todo.

Y por obvias razones no tenía que recordármelo, cada palabra que lograba escuchar yo mismo me las había gritado mentalmente.

Le hago una señal con la mano para que se aleje del auto y lo arranco para llevarlo hasta la línea de partida una vez que escucho los gritos eufóricos de aquellos que celebran el triunfo de los antiguos corredores.

SARAH:

Me bajo del auto y escucho los alaridos de aquellos que festejan mi triunfo, esta vez no me detengo en aceptar los abrazos de apoyo o cualquier otra cosa y solo me dirijo a recoger el dinero de las apuestas. Camino a paso veloz hasta el lugar donde están reunidos todos festejando entre cervezas las victorias de algunos de nosotros, en cuanto llego un vaso es dirigido hacia mí, lo tomo de un solo trago dejando que refrescara todo a su paso hasta mi estómago.

Escucho lo que todos dicen y los acompaño con algunas risas a veces fingidas y en otros casos genuinas; estos chicos sí que saben siempre de una manera hasta indirecta hacerme sentir bien.

Estoy cansada y sin ánimos de seguir riendo así que decido retirarme, le aviso a Charlie de mi partida ya que es el más próximo a mí, pero cuando estoy a punto de retirarme Darcy me detiene por el brazo.

-Chicos – nos llama.- como ya sabemos el cumpleaños de Dangerous está próximo y debemos prepararle una gran fiesta.- no quiero seguir escuchando pero Darcy aún me tiene sujeta. Thomas me manda una mirada de comprensión al ver mi cara de apuración, con eso me doy cuenta que él está al tanto de todo y trata de ayudarme a huir pero Darcy se adelanta a sus movimientos.

-Sarah para eso necesitamos tu ayuda, por ser novia de Sam quisiera que nos ayudaras con los preparativos tu ahora más que nadie sabe lo que le gusta y esas cosas.-

Para cuando termino de hablar el corazón ya se me hacía chiquito en el pecho, tome todas las fuerzas que tenía para hablar firmemente, mire a la cara a Lena que ahora se reía.

-Deberías preguntarle Lena, ha sido ascendida a ese puesto y a mí ya no me corresponde.- me di la vuelta dejando a todos callados detrás de mí.

Durante mucho tiempo había pensado que necesitaba tener alguien conmigo, que estar sola era lo peor, pero por eso me descuide a mí misma tratando de mantener a la gente de mi lado, ahora que me doy cuenta que la gente es tan pasajera como el agua en un rio me dispongo a dejar todo atrás.

Al inicio de todo esto era una persona distinta, alguien con una mentalidad que me hacía ver el mundo de otra manera. Y no es que no me duela el haberlo perdido todo, pero por esa pérdida he aprendí que debemos aprovechar lo que el momento nos da, es imposible vivir el presente porque si me lo preguntas este no dura nada, no sabes cuando algo es pasado y a qué hora es tu futuro, pero sabes que estas aquí y debes seguir adelante.

Mientras camino hacia la avenida principal, no tengo miedo, ni frio, ni mucho menos me siento triste, estoy aliviada de todo, ahora sé que es el momento idóneo para llevar acabo aquella estrategia que me traía entre manos.

Mi tiempo en este lugar ha terminado, me mantuve aquí por Sam porque sabía que él me necesitaba, aunque en realidad el término ayudándome; ambos eras seres lastimados de maneras muy diferentes, cosas pasaron en nuestras vidas que nos han dejado marcados, pero esas marcas ahora son cicatrices de guerra para un mejor mañana.

Cuando me doy cuenta que ya es suficientemente tarde me detengo en una parada de auto bus y espero a que pase alguno o un taxi, me subo al primero que pasa y le indico la dirección, por primera vez desde hace mucho tiempo me doy el tiempo de ver el cielo y disfrutar de las estrella, con tanta lluvia que hay aquí era casi imposible levantar la cabeza y ver algo más que nubes, pero esta noche el cielo esta infestado de estrellas titilantes que me recuerdan que no estoy sola, que en algún lado del mundo hay millones de personas mirando el mismo cielo y saben que alguien estará ahí para ellos.

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-Tom.- lo llamo desde mi habitación para que entre y hablar con el sobre lo que he estado pensando.

-¿Está todo bien? A noche nos dejaste muy preocupados.- asiento con la cabeza y dejo relucir una pequeña sonrisa.

-Sí, solo... bueno quería hablar contigo sobre el plan del otro día.- respira profundamente y me da una mirada triste.

-¿Segura que quieres llevar acabo eso?

-Totalmente, mi lugar nunca fue aquí, todos tienen sus vidas hechas y ahora que Sammuel está con Lena no quiero ser un impedimento o molestia para ellos.

Thomas se queda un segundo pensando y se acerca para abrazarme.

-Te extrañare mucho pequeña, nos harás falta aquí.

Mi pecho se comprime con un poco de dolor; nunca fui muy buena en las despedidas y saber que no volveré a verlos quizá jamás me duele mucho.

-Yo también, tengo que despedirme de alguna manera sin que se den cuenta.

-¿Para cuando quieres los papeles?

-Lo antes posible, no quiero perder un solo segundo.

-Tal vez una semana te servirá.

No quiero discutir así que le doy la razón sabiendo que irme de la noche a la mañana será duro pero es lo mejor.

Serán mis últimos días con mi familia, porque ellos se habían convertido en eso.

Tom me dice que hable con Michael para avisarle ya que él está enterado de todo, por el momento él se encargara de sacar los papeles sin que Charlie se entre de nada para que no corra el rumor o le diga algo a alguien más.

Le doy un último abrazo por el día a mi amigo y me deja sola en la habitación.

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La hora de la cena llega y todos nos reunimos en la mesa, al frente esta Darcy, a su lado derecho queda Sam que junto a este se encuentra Lena tomando de su mano, para el lado izquierdo se encuentra Michael seguido de Charlie, luego Tom y hasta el último yo.

Durante toda la comida no hablo, solo me mantengo callada observando las caras de todos, parece como si esta noche la tensión se hubiera evaporado, hay risas y unos cuentos juegos entre mis amigos, todos esperamos con felicidad el postre que Darcy ha encargado para esta noche.

Saboreo cada bocado, disfruto de cada risa y suspiro lentamente para recordar el hermoso y cálido aroma de esta habitación, si bien no fue un lugar en el que viví por mucho tiempo o que tenga infinidad de recuerdos si será por siempre mi última gran cena, durante los próximos días me alejare poco a poco para que mi perdida no sea tan dura.

Se retiran de la mesa uno a uno hasta que quedo yo sola en mi silla de madera, y hay una gran sonrisa en mi rostro, ya no siento nada malo en cambio toda la amargura se ha despejado dándole paso solo a los buenos y grandes momentos que tuve con todo ellos.