nuevas emociones.

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No podía creer lo que acababa de pasar Sam se había ido un poco molesto según creo yo, pero no era mi culpa o tal vez solo que para mí era demasiado raro asimilar que de un día para otro se convirtiera en una persona un tanto amable, digo después de todo había dicho el mismo que no me soportaba y fueron palabras de él no mías así que tenía derecho en poder suponer lo que quisiera porque ¿Qué tal si era uno de sus planes para hacerme sentir mal? No le podía creer de un día para otro y si lo que siente es real tendrá que demostrarlo con acciones, pero después del beso…debo dejar de pensar en eso aunque ni yo misma me lo crea sé que lo disfrute, jamás había sentido como cuando lo bese, sus labios eran tan perfectos que daban ganas de nunca separarte de ellos o vivir en ese perfecto mundo eternamente, tampoco puedo negar que mi estómago revoloteaba como estúpido cuando me tenía de la mano.

Solo llevaba 5 minutos desde que se fue y mi cabeza ya estaba pensando en una y mil cosas.

-Sarah entra ya que está haciendo frió.- dijo mama desde la puerta, se quedó recargada en la misma y me miraba muy atentamente.

-¿Qué?- pregunte un tanto curiosa por saber que tanto tenía en mente.

-Se ve que tú y Sam se llevan bien o al menos en lo intenta.- dijo poniendo sus brazos sobre sus caderas.

-¿Lo crees enserio?- mi pregunta se escuchaba más emocionada más de lo que quería parecer, la verdad es que me emocionaba que un tipo como él se fijara en mí, pero no debía hacerme falsas ilusiones de algo que tal vez no está hecho para ser.

-Creo que deberías de darte una oportunidad ya paso un año desde el ultimo y es un buen momento para comenzar de nuevo, quizá hasta salga más príncipe de lo que crees.- una estúpida sonrisa se dibujó en mi rostro, entre a la casa y me fui directo al cuarto de baño para darme una ducha, el frió de la lluvia me había dejado helada y no quería pescar un resfriado, pobre Sam él también se había mojado y no tuvo la oportunidad de cambiarse espero que… ¡otra vez pensando en el enserio, tenía que conseguirme una vida más activa!. Salí de bañarme y ya me sentía más fresca y relajada entre en las cobijas tomando mi libro a mi paso por el tocador, saque los lentes del estuche y me dispuse a leer, no habían pasado ni 15 minutos cuando mi teléfono ya estaba sonando, mire la pantalla de mi móvil y conteste la llamada.

-Hola.- dije a la persona del otro lado.

-¡Porque mierda no me dijiste que te viste con Sam!- era una muy molesta Yunuen que me gritaba.

-Si dejaras de gritarme podría explicar las cosas.- puse el alta voz para no tener la mano levantada todo el tiempo porque bien sabía que esto iba para largo.

-Okay, despacio y con lujo de detalles.- se calmó y su tierna voz regreso a si misma donde hace rato había estado una loca y dramática Yunuen.

-En primera no sé cómo te has enterado pero yo no he quedado con Sam el solo apareció cuando mi auto se había descompuesto y espero hasta que la grúa llego luego se quedó un rato en mi casa y se fue.- dije un tanto aburrida.

-¿Por qué siento que no me estas platicando todo?, y de mi fuente ni importa el chiste es que estuviste con el.- me dijo tratando de sacar más información sobre lo que sucedió con él, a pesar de saber que mi cabeza era todo un torbellino de cosas no quería regresar al punto donde no podía sacarlo de esta.

-Mira me tengo que ir luego te cuento está bien.- dije colgando la llamada antes de terminar pude imaginarme sus enormes ojos lanzándome cada duda como si fuera una daga mortal que estaba a punto de atravesarme el pecho con toda la ira que guardaba esa pequeña personita dentro, aún seguía sin saber cuál era la causa de tanta agresividad y admito que me inquieta la manera en la que no se puede controlar. Despeje mi cabeza y empecé a pensar en otras cosas con que en estos días que he estado en la escuela continuo sintiéndome apartada como si estuviera dentro pero no incluida, alguna vez has sentido eso como que tratas pero no terminas de encajar, pues es la manera en la que estoy ahora, no sé cómo tratar con estas tiernas niñas sin entrar en un lapsus estupidus, creo que ese no es mi lugar, he intentado encajar pero simplemente no lo logro sé que soy diferente y eso me pone un poco nerviosa porque tal vez nunca terminare de ser parte de esto, admito que no es lo que más me importa pero si tan solo le doy un momento a mi mente para tranquilizarse pueda dejar esas cosas atrás.

Enamorada del malDonde viven las historias. Descúbrelo ahora