Enamorada del mal

Perfecta confusion.

El fin de semana ya había pasado y aun no podía sacarme de la cabeza todo lo que sucedió en ese pequeño momento que estuve con Sam, después de que me beso como por tercera vez Lizet apareció y nos sorprendió, lo reprendió por aprovecharse de mi pero aun así yo no me encontraba nada inconforme con lo sucedido.

El domingo las piernas me dolían ya que regresamos a pasar otro rato bailando y los tacones no eran una buena opción para estar de pie mucho tiempo, cuando me quite los zapatos frente a mi casa parecía la reencarnación del hobbit. Antes de llegar dejamos a Lizet con un chavo que había conocido ahí mismo, por lo tanto era obvio que diera un respingo por su elección, siempre sacaba cada cosa que te quedabas con cara de WTF, pero como no quería retrasarla nos despedimos y tómanos camino a mi casa, ya afuera de esta me atrajo hacia él y me planto un beso másrápido en los labios con la excusa de que no me vería el domingo.

Ya se me había hecho un poquitín tarde no tanto como para que me dejaran fuera de clase pero si como para no tener mis diez minutos de lectura antes de iniciar, lo que más me ponía de nervios era el hecho de verlo de nuevo, al parecer sus labios tenían cierta magia negra oculta que me hizo sentir ansiosa todo el día de ayer, pero como no si eran perfectos lo mejor de todo era aquel brillo en sus ojos que aparecíadespués de que me quejara cuando los besos terminaban, sin embargo no habíamos llegado a nada solo besos de amigos.

Entre como rayo a la escuela y seguí mi camino por el pasillo cambiando la canción de mi reproductor, el clima estaba bien por lo tanto no tuve que traer ninguna chamarra, ni bufanda, pero como si algúndía ocupara alguna de las dos cosas, de hecho odiaba cada vez que me obligaban a ponerme sweater. Ingrese al aula con la cabeza gacha para verificar la hora, pero encuanto estaba punto de poner mis cosas en mi lugar note que alguien me había ganado, me saque los audífonos.

-Hola disculpa este es mi lugar.- cuando levanto el rostro de su libro note que era un chico nuevo, con los ojos miel más lindos que había visto en mi vida estos eran casi amarillos lo que asombro bastante, su piel era trigueña y su pelo estaba en un hermoso color marrón.

-Oh cuanto lo siento.- se levantó de inmediato y fue cuando me percaté de que media alrededor de 1.80 metros, en verdad era enorme al menos para mí.

-Mira puedes tomar el lugar de alado, ahí no se sienta nadie.- le señale el lugar alado mío para que se sentara.- ¿Eres nuevo cierto?- pregunte.

-Sí, mi nombre es Dylan y el tuyo.- respondió el chico.

-Sarah, mucho gusto.- le extendí mi mano cortésmente.

-Tienes un hermoso nombre lo sabes.- dijo Dylan con picardía en los ojos, ¡NO lo puedo creer guapo y educado!, aparte lee eso si es sorprendente.

-Mmm... Gracias.-sentía que me derretía frente a Dylan y su sonrisa blanca.- literatura ligera verdad.- señale el libro que tenía entre sus manos.

-Si bueno me gusta este autor, y a ti ¿te gusta leer?- dijo regresando su libro a su mochila, ja esa pregunta era fácil de responder.

-Que si me gusta, me encanta.- dije altamente orgullosa de tener una colección de libros pdf muy buenos en mi celular. Lo podía ver era tan guapo y diferente, francamente era el opuesto de Sam.

-Sera un gusto platicar con una Reader.- dijo chocando mi puño con el suyo, hasta se sabía la manera en la que nos auto-llamamos.

Pasamos un rato más intercambiado nombres de libros y nos dimos cuenta que teníamos gustos muy afines, en verdad me hacía sentir muy cómoda, claro está que no tenía una belleza como de súper modelo pero la manera en la que sonreía te hacía sentir como que acababas de entrar en tu zona de confort. Las clases pasaron y aun no había hablado con  Sam pero eso si se sentó con sus nuevas amistades lo que significaba platicar con Yunuen y  Alexa, a pesar de eso sentía como le mandaba mirada de daga a Dylan cada vez que me tocaba el cabello o nuestros brazos chocaban "por error".