Escalva de los sueños perdidos

Capítulo 23: La Trampa del Poder

Rachel había encontrado en Michael no solo un refugio, sino una promesa de una vida libre de los Winter. Los días transcurrían llenos de sonrisas y de planes de un futuro lejos de Dream Academy, un futuro que ella apenas podía creer posible. Michael la tranquilizaba constantemente, asegurándole que, con él, nada malo le ocurriría. Durante esos meses, mientras Hades, Kris, Apolo y Jake parecían haberse retirado de su vida, Rachel se sentía en la cúspide de sus sueños. Michael le prometió que, cuando su padre terminara sus negocios en el país, la llevaría a su tierra natal, le daría un lugar en la empresa familiar y, mejor aún, ayudaría a su familia a establecerse allá.

Sin embargo, en las sombras, los Winter estaban muy lejos de haberse retirado. Hades y sus hermanos, aunque incapaces de tocar a Michael directamente por su posición, habían comenzado a idear un plan para socavar la influencia de su familia y reducirlo a una posición en la que sería vulnerable. Con paciencia y precisión, movieron sus hilos, ejecutando cada paso con el detalle meticuloso de quien orquesta una obra maestra. Y mientras Michael y Rachel soñaban con su escapatoria, los Winter tejían una red de la que ni él ni su familia podrían escapar.

El Sr. Vinach, padre de Michael, era un comerciante y exportador de renombre, conocido en el mundo de los negocios por su profesionalismo y ética. Era un hombre de porte distinguido, con el cabello castaño claro que empezaba a encanecer, y profundos ojos verdes que transmitían serenidad y sabiduría. Tenía una sonrisa cordial y siempre vestía de forma impecable, con trajes oscuros y pulidos que reflejaban su éxito y buen gusto. Sin embargo, bajo su exterior seguro y amable, había una vulnerabilidad oculta: su empresa dependía de una red de inversores y proveedores, y cualquier rumor de inestabilidad financiera podía quebrar su red de apoyos y clientes.

Fue Apolo quien ideó el primer movimiento. Sabía que si lograban minar la confianza de los inversionistas y clientes del Sr. Vinach, podrían debilitar su empresa sin necesidad de un ataque directo. Así que Apolo y Jake comenzaron a esparcir rumores de problemas financieros y malas inversiones en los círculos comerciales que frecuentaba el Sr. Vinach. Estos rumores, aunque sutiles, fueron efectivos. Al mismo tiempo, Kris, quien siempre mantenía un perfil reservado, filtró información falsa en los círculos apropiados, lo que sembró aún más dudas entre los aliados del Sr. Vinach.

Con cada rumor, los inversionistas, temerosos de una crisis inminente, empezaron a retirar su apoyo. Jake presionó a algunos clientes clave para que cancelaran sus contratos, y pronto la empresa del Sr. Vinach empezó a perder la estabilidad que había construido durante tantos años. Las deudas aumentaban rápidamente, y el negocio familiar que tanto había esforzado en levantar se tambaleaba bajo el peso de la desconfianza y las retiradas de apoyo. Cada día que pasaba, el Sr. Vinach veía cómo el esfuerzo de toda una vida se desmoronaba sin que pudiera detenerlo.

Desesperado y sin opciones, el Sr. Vinach acudió al Sr. Winter, la última persona con la que alguna vez pensó que necesitaría tratar. El Sr. Winter, padre de Hades y Kris, era una figura imponente en el mundo empresarial. Era un hombre alto y delgado, con cabello entrecano perfectamente peinado hacia atrás y una barba finamente recortada que le daba un aire autoritario. Sus ojos grises eran fríos y calculadores, y su porte denotaba un control absoluto en cada aspecto de su vida. Su reputación era de acero, y su imperio de exportación y comercio dominaba el mercado con mano de hierro.

El Sr. Vinach, aunque orgulloso, solicitó una reunión con los Winter. Aun sabiendo que significaría perder la independencia de su empresa, no veía otra opción para salvar lo que quedaba. Durante la reunión en el lujoso edificio de la familia Winter, el Sr. Vinach expuso la situación crítica de su empresa con la esperanza de encontrar una solución. Sin embargo, tanto el Sr. Winter como Hades escucharon en silencio, cada uno con una expresión de calma fría que no auguraba nada bueno para el desesperado hombre frente a ellos.

El Sr. Winter observaba al Sr. Vinach con una mirada gélida mientras aquel explicaba su situación, su apuro palpable en cada palabra. Hades, con una leve sonrisa casi indescifrable, se limitaba a observar, dejando que su padre llevara el control de la conversación. Las condiciones que el Sr. Winter ofreció al Sr. Vinach fueron duras desde el inicio: control mayoritario de la empresa, absorción dentro de los activos de la familia Winter, y una deuda significativa que el Sr. Vinach y su hijo deberían pagar trabajando para ellos.

La desesperación en el rostro del Sr. Vinach era evidente, pero sabía que no podía rechazar el trato. Sin otra opción, firmó el acuerdo, entregando la empresa que tanto había cuidado a los Winter. La sonrisa de Hades se ensanchó ligeramente cuando el Sr. Vinach puso su firma final, sellando su destino y el de su familia bajo el poder de su familia.

Al día siguiente, mientras Rachel y Michael caminaban juntos por los pasillos de la escuela, sin saber la tormenta que estaba a punto de desatarse, Hades apareció frente a ellos. Su expresión era de satisfacción, y una sonrisa burlona se dibujó en su rostro cuando vio la confusión y el desconcierto en los ojos de Michael.

—Nos veremos más seguido, Michael, —dijo Hades, su voz cargada de malicia—. Te recomiendo que estés atento; pronto recibirás tu horario de trabajo, ya que ahora eres... parte de nuestra empresa.

Michael lo miró, incrédulo, incapaz de entender la situación.

—¿De qué estás hablando? —preguntó, su voz reflejando una mezcla de temor y rabia.

—Oh, ¿no te enteraste? —respondió Hades, fingiendo sorpresa—. La empresa de tu padre... ahora es parte de los activos de los Winter. Le ofrecimos un "acuerdo" que no pudo rechazar. Así que, prepárate, porque ahora tanto tú como tu querido padre trabajarán para nosotros hasta que paguen la deuda.

El rostro de Michael palideció al escuchar la realidad que Hades le estaba revelando. La idea de perder la independencia, de convertirse en un subordinado de los Winter, lo llenaba de impotencia y desesperación. Rachel, observando la escena horrorizada, sintió su corazón romperse al ver cómo todos los sueños que habían construido juntos se destruían en un instante. Sin embargo, Hades no había terminado.

—Y solo un consejo, Michael, —añadió con una sonrisa perversa—. La próxima vez que creas poder enfrentarte a mí, recuerda quién realmente tiene el poder aquí.

Rachel sentía cómo las lágrimas amenazaban con brotar mientras observaba la expresión de derrota en el rostro de Michael. Incapaz de soportar más, Michael apartó la mirada, con las lágrimas acumulándose en sus ojos. Sabía que la pesadilla apenas comenzaba, y que él y su familia estaban ahora atrapados en las garras despiadadas de los Winter.