Capítulo 16

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AZURA

Siento que todo me da vueltas, un sabor amargo recorre mi boca y chasqueo la lengua como quien quiere saborear un dulce, muevo mi mano y con los ojos cerrados intento abrir y cerrar los puños, pero un ligero calambre en las muñecas, me hace retroceder en mi movimiento, los párpados me pesan y pese a que quiero abrir los ojos, los recuerdos de lo sucedido me hacen querer hundirme en la miseria de mi vida, todo lo sucedido en tan pocos días había sido una bomba que explotó y me llevó al límite.

Pero fueron las palabras de Rayan las que tocaron una fibra muy sensible en mi ser, el capullo me había no solo abandonado, sino, me había traicionado. Ahora, pensando mejor las cosas, llegué a una conclusión; y es que no lo conocía realmente. Tomo ligeramente una bocanada de aire y hago un esfuerzo por abrir los ojos, la luz blanca que se me presenta al principio me resulta cegadora, pero poco a poco todo comienza a tomar forma.

Una pared blanca, recorro con la mirada el sitio y noto que se trata de una habitación de hospital, desciendo la mirada, estoy conectada a varias máquinas que monitorean mis pulsaciones, estoy conectada también al suero y mis muñecas están vendadas, intento moverme y me duele, no es mucho el dolor, pero me siento débil, como puedo me incorporo. No hay nadie en la habitación; aun así, eso tarda en cambiar cuando la puerta se abre y un par de ojos de un azul más intenso que los de Rayan, se abren desmesuradamente.

—Has despertado —Sam se acerca a mí como si pensara que se trata de un sueño, pero no es así.

—¿Qué ha pasado? —inquiero aclarándome la garganta, ya que me arde como si me hubieran metido una manguera por la boca.

—Llamaré al doctor.

Sam sale y suelto un suspiro pensando en que, cuando mis padres se enteren, me matarán, dudo que se preocupen, no lo han hecho durante 19 años, y esta vez tampoco habría diferencia alguna. Los minutos me parecen eternos, la puerta vuelve a abrirse y entra un doctor de aproximadamente 50 años de edad, con una enfermera y se acercan a mí, comienzan a revisarme y a preguntarme cómo me siento, hasta que por fin comprenden mi silencio.

—Señorita Smith, ¿recuerda lo que pasó? —inquiere el doctor.

—Recuerdo estar en casa, luego a la mañana siguiente tomé unas pastillas para relajarme, me parece que eran somníferos con Vodka, creo que tuve un colapso emocional, nunca lo he intentado, es la primera vez —respondo omitiendo el hecho de que Rayan fue a mi casa, me folló y al día siguiente me botó como basura.

El hombre asiente y le lanza una mirada cómplice a su asistente.

—Tomó un envase entero de treinta somníferos con Vodka, pero no solo eso, antes de hacerlo comenzó a intentar cortarse las venas.

Frunzo el ceño.

—No recuerdo haber intentado cortarme las venas...

—Estaba en un estado emocional de alto nivel depresivo, puede que no lo recuerde, pero lo importante es que no logró su objetivo, las cortadas no son profundas, en cuanto a lo otro, tuvimos que realizarle un lavado estomacal, ha estado cinco días internada, le hicimos algunos estudios y descubrimos que sufre un poco de anemia, pero en general está bien, con cuidados, medicina y vitaminas, mejorará —continúa el doctor—. Su familia fue notificada y también me temo que necesitará ayuda psicológica, es lo mejor, no puede volver a intentar atentar contra su vida.

—¿Y cuándo podré salir? —la pregunta se desliza de mis labios como jabón.

—Me gustaría monitorearla hoy, mañana la daremos de alta, y señorita... —El doctor me mira de un modo extraño, parece querer decirme algo, pero el carraspeo de Sam lo hace espabilar, negar con la cabeza y regalarme una sonrisa débil, llena de lástima—. Nada, lo siento mucho.

Amor Posesivo © [COMPLETA]✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora