RAYAN
No dejo de pensar una y otra vez en lo que acaba de ocurrir, remojo mi rostro por tercera vez con agua fría, estoy dentro del baño de Azura, se supone que solo tenía que asegurarme que ella estuviera a salvo, aún no entiende la magnitud del problema que me resulta ese hijo de puta, creí que las cosas serían fáciles, pero no lo fueron.
En cuanto la vi supe que algo iba a cambiar, de hecho, creí que la encontraría soltera, viviendo un sueño, pero no, me entero de que tuvo una hija conmigo y que en estos dos jodidos años le ha hecho pensar a Sam Hamilton que es el padre de Yelena, cuando lo soy yo.
«Tengo una hija, una con la mujer que nunca he dejado de amar»
Doy un manotazo, no me pude resistir y la follé, estar dentro de ella nuevamente me hace crujir el pecho. Fue mía, de nuevo. Intento poner en orden mis ideas, organizar mis planes, salgo del baño y me dirijo otra vez al vestíbulo principal, en donde está Azura murmurando algo a la persona que nos encontró.
Una chica menudita, de cabello castaño oscuro, pecas y ojos más negros que la noche. Dayana Smith, la prima de Azura y hermanastra del rubio ojos verdes de Dylan. Quien es adoptado. Me detengo en el umbral para escucharlas, no me han visto aún y siento el jodido hormigueo en mis bolas, que me indica lo excitado que sigo, mientras dejo que mis ojos viajen hacia Azura.
—¿No se supone que tienes una relación con el tal Sam Hamilton? —pregunta Dayana y eso me hace apretar los puños.
Los celos me invaden, pensar en que posiblemente esos dos pudieron haber follado en dos años, me hace tener los pensamientos más retorcidos en donde los resultados son los mismos, y es matar a ese hijo de puta por tocar lo mío.
—Sam y yo solo somos buenos amigos —responde Azura y eso me tranquiliza, pero sigue dejándome con las dudas.
—Pero tienen una hija —insiste la chica.
—¿Y? —Azura parece molesta—. ¿Cómo has entrado?
Dayana saca una copia de llaves que le lanza, Azura las toma en el aire antes de que estas le golpeen el rostro y sonríe.
—Dylan me las envió, quería que fuera sorpresa y mira, la sorpresa me la he llevado yo al ver a mi prima copulando con otro que no es el padre de su hija, precisamente —Dayana sonríe con malicia y desde ya, sé que es alguien que no es de fiar.
—¿A qué has venido? —el tono de irritación de Azura es notorio.
Y quiero escuchar más, pero el tirón que me dan me hace voltear y ver a Dylan indicándome con un dedo sobre los labios, que guarde silencio. Lo sigo hasta lo que parece ser la habitación de Azura y cierra la puerta detrás.
—Supongo que ya sabes que Yelena es tu hija —comienza—. Desde un principio Marisol y yo le advertimos que esto iba a pasar tarde o temprano, pero no quiso escuchar, ella te odia por cómo la trataste esa noche en la que iba a luchar por ti, le diste la patada en el culo y arruinaste todo.
Tenso el cuerpo.
—Luego se dio cuenta de que estaba esperando un hijo tuyo y despechada, vio la oportunidad con Sam, quien ha estado a su lado todo este tiempo, dándole el cariño y atención a tu hija —sus palabras me golpean y me enardecen.
Las palabras se enmudecen en mi boca cuando el balbuceo seguido de un intento fallido de palabras me hace girar y ver a mi hija, quien está recargada sobre el barandal de su cuna, su cabello castaño claro como el de Azura, y mis ojos, joder, me mira y me invade la misma sensación que cuando la vi en brazos de Hamilton.
Me acerco hasta ella y la cargo, no llora, solo me mira y sonríe.
—Es hermosa —susurro.
—Lo sé, aunque me cuesta decirlo, pero se parece a ti más que a mi prima —menciona Dylan.
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Amor Posesivo © [COMPLETA]✅
RomanceElla está a punto de adentrarse a un juego peligroso, un juego en el que siempre hay un solo ganador, un juego llamado A.M.O.R Es el último año escolar, y la entrada a la Universidad está a la vuelta de la esquina, Azura lo sabe, el tiempo se le ag...