- Lo tenemos - dijo tranquilo.
- ¿Qué quieres decir con eso?
Zan Jin sonrió. Poco a poco dejó sus emociones salir. Su mirada brillaba de emoción. Yibo lo observaba bien. No sabía lo que tenía, pero sin lugar a dudas, fuera lo que fuera, era algo bueno.
- Yibo, el juez aprobó las pruebas y ya está todo en marcha. Pronto recibirán una citación. ¡Los vamos a llevar a juicio! ¡Es real!
- ¡Oh, Diosa, gracias! - Yibo se emocionó - Esto es... Es... ¡Maravilloso, Zan Jin! Tenemos que ir a la aldea a decírselo a todos y...
Yibo observó una mirada extraña en su amigo. Es verdad, se habían desviado mucho del tema. Ya celebrarían después. Ahora había algo más de lo que hablar. Se calmó un poco antes de seguir.
- Creo que a esto es a lo que se refería tu padre. Si no fuera por ti, hoy no tendríamos esta buena noticia.
- Por ti también, Yibo.
- Sí, pero yo ya sé que la Luna me eligió a mí para salvar a la manada. Por lo que el Sol te eligió a ti y te salvó de la masacre, al igual que la Luna hizo conmigo.
- Ya veo... Me siento honrado.
- Ahora que lo sabes, ¿te sientes mejor?
- Sí. Gracias, amigo.
- No hay que darlas. Bien, pues vamos al siguiente punto. ¿Qué sucede con Yi Zhou?
- En serio, hoy es un buen día, un día feliz. No lo amargues con ese nombre.
- Lo siento, pero entiende que estoy muy preocupado por ti. Cuéntamelo.
- Está bien.
Suspiró antes de iniciar el relato y contarle a Yibo todo lo que había escuchado. Él lo miraba fijamente y con un poco de sorpresa. Entendía el disgusto de su amigo. Más bien, el dolor. Yi Zhou era su alfa, su mate. Sentirse rechazado por tu destinado era algo muy doloroso. Aunque había algo que no encajaba.
- Deberías haberle preguntado.
- ¿Para qué? Me da miedo, Yibo. Me da miedo escuchar que realmente ama a otro omega y que está cortejándome sólo porque soy su mate. Me da miedo descubrir que sus sentimientos no son genuinos. No podría soportarlo.
- ¿Prefieres vivir en una mentira? Aunque no me imagino a Yi Zhou cortejándote sólo por deber.
- ¿Tú sabes quién es esa persona? Es decir, el omega que tanto ama mi... - unas lágrimas empezaron a asomar por sus ojos.
- No, yo no, pero... Ven, vámonos. Lo descubriremos - Yibo se levantó y lo agarró del brazo obligándolo a hacer lo mismo.
- ¡No, no quiero verlo! No me obligues a ir con él.
- Jajaja. No es con él con quien te quería llevar. Vamos a la aldea. Hay un par que tienen la lengua muy floja. Déjamelo a mí - le guiñó un ojo -. Esta noche descubriremos la verdad, tranquilo.
Ambos salieron de la vivienda y caminaron hacia el bosque. Iban en silencio, cada uno metido en sus propios pensamientos. Porque sí, la cabeza de Yibo no paraba, tampoco. Estaba aliviado de no estar embarazado. Aunque deseaba enormemente tener un cachorro, sabía que no era el momento. Tal vez cuando consiguieran echar a los cazadores. ¿Debía dejar de tentar a la suerte o seguir confiando en el plan de la Luna? Los padres de Zan Jin pasaron años buscando un bebé y vino cuando lo planeó el Dios Sol. Despejó su mente. No era momento para pensar eso.
Ya estaban en el bosque. Yibo se transformó y Zan Jin montó sobre él. Era la primera vez que llevaba a alguien. En cierto modo, eso lo emocionaba. Empezó a correr. Como era costumbre en él, se dejó llevar por la velocidad y la sensación de éxtasis que le producían los grandes y altos saltos. Tan ensimismado estaba que hasta se olvidó del peso extra sobre sus espaldas, quien, al llegar a la entrada de la aldea y bajar de su amigo, lo primero que hizo fue vaciar el contenido de su estómago.
- Ahora entiendo porqué Zhan siempre llega tan rezagado. ¡Por Dios, Yibo! ¡Casi me matas de un infarto! Esa velocidad no es normal.
- Perdona, Zan Jin, no me di cuenta. ¿Estás bien?
- Ahora sí. Vamos.
Entraron por el pasadizo y después se dirigieron a casa de Yubin. Al llegar estaba Zhuo Xuan con su pequeño terremoto, quien se enganchó a las piernas de Yibo nada más verlo.
- Upa, upa - dijo estirando sus bracitos.
Yibo no pudo resistirse a esa linda y pequeña criatura y lo cargó en brazos. Dos pequeños bracitos rodearon su cuello. Seguía sin saber el motivo, sin embargo, todos los cacharros de la aldea acudían siempre a él y se peleaban por un minuto de su atención. Acarició la cabeza del pequeño y le dio un beso en su regordeta mejilla.
- ¡Ahí estabas, pequeño demonio! - la omega apareció con cara de preocupación - No puedo quitarle la vista de encima ni un segundo.
- Jajaja. Tranquila Xuanxuan. Es sólo un pequeño muy curioso y con bastante energía.
- Sí, sólo está quieto cuando estás tú. Tienes un don especial para los bebés - miró para la persona que estaba detrás de él -. ¡Hola Zan Jin! ¡Qué alegría verte otra vez por aquí! Ven, pasa. Vamos a comer justo ahora. Yubin fue a dejar a Yi Fei en su cuna y ahora baja.
Los tres se dirigieron al comedor. Se sentaron alrededor de la mesa. Yibo tenía al niño sentado en sus piernas. Yubin tardó un minuto en unirse a ellos.
- Hola, Zan Jin. Bienvenido de nuevo. Me alegra mucho que estés de visita. ¿Qué tal va todo?
- Bien, gracias. ¿Qué tal está la pequeña?
- Cada día más grande. Crecen muy rápido. Cuando despierte podrás verla. Ahora, vamos a comer, que tengo hambre. No sabía que amamantar abría tanto el apetito.
- Así es. ¿Ahora me entiendes? Jajaja. Soy buena, por eso no me voy a meter como tú lo hacías conmigo.
- Gracias - sonrió cínico.
- Tenemos algo que contaros, chicos - dijo Yibo ganándose la atención de sus dos amigos -. Hoy Zan Jin recibió una llamada de Feng Cong.
- ¡Vaya! ¡Qué coincidencia! Se llama igual que mi hermano.
Un ruido se escuchó en ese momento. Los cubiertos de Zan Jin y de Yibo cayeron sobre sus platos. Ambos estaban anonadados por lo que había dicho la omega.
- Por casualidad - comentó Yibo -, ¿tu hermano es un alfa que abandonó la manada hace doce años?
- Sí, se fue hace doce años con su mejor amigo sin decir nada. No sé dónde está, ni tan siquiera si sigue vivo...
- ¡Esto es increíble! Jajaja - rio Yibo nervioso.
- Por cierto, ¿cómo sabes que mi hermano abandonó la aldea hace doce años? No me digas que...
- Sí, querida. Estamos hablando de la misma persona.
- ¡Oh, Diosa adorada! Cuéntame más, por favor. Dime, ¿qué hace? ¿Cómo está?
- Está bien. Se convirtió en fiscal y es él, junto con Changcheng, quienes están llevando nuestro caso ante la corte. Por eso se fueron de la aldea. Para buscar la manera de proteger a su manada. Volverán cuando todo esto termine y eso sucederá pronto, confía en mí.
- Gracias, Yibo - rompió en llanto. Yubin la abrazó para darle consuelo.
- Yo... - habló Zan Jin con timidez y a la vez cierto temor una vez la omega se calmó - Sí, yo los conozco desde hace tiempo y son muy buenos en su trabajo. Les va muy bien a los dos.
- Mmm... Hay algo que me intriga - interrumpió Yibo al ver a su amigo tan vacilante -. No le pregunté a Yi Zhou porque estaba muy afectado y muy cabreado.
- ¿Se encontró con Yi Zhou? - preguntó Zhuo Xuan nerviosa. Yibo asintió - ¿Y sigue vivo? ¿Lo golpeó, lo mandó al hospital, le hizo algo?
- A parte de discutir por el omega de tu hermano y mirarlo con odio absoluto, nada más.
- Suerte. Es mi hermano y lo amo. Sin embargo, eso no justifica lo que hizo ni el dolor que le causó a Yi Zhou ver como su hermano pequeño, quién es casi como un hijo para él, era abandonado por su alfa…
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Luna nueva Luna creciente
FanfictionLa noche le cae encima a un joven montañista y parece que todo va en su contra. Perdido, sufre un accidente del cual no cuenta con sobrevivir. Esa misma noche, el clan Luna Nueva lleva a cabo la última prueba para elegir al nuevo alfa líder. Se trat...