| 𝐃𝐞𝐬𝐜𝐮𝐛𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐒𝐞𝐧𝐭𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐁𝐫𝐢𝐬𝐚 𝐝𝐞𝐥 𝐌𝐚𝐫 |
(Dia 3) [Parte 2]
Después de la fogata y de la paz del momento compartido entre Saiki y Teruhashi, los estudiantes recibieron instrucciones para una última actividad del día: un juego de pistas en equipo por la playa y alrededores de la reserva. Los profesores decidieron dividir al grupo en equipos de tres o cuatro personas para hacerlo más entretenido. Saiki escuchaba las instrucciones con indiferencia, hasta que oyó la formación de los equipos y sintió un leve pinchazo de molestia.
A Teruhashi le tocó en el mismo equipo que Saiko, quien, como siempre, mostraba su interés obvio en ella, pavoneándose y haciendo alarde de su riqueza. Saiki intentó mantenerse impasible, recordándose a sí mismo que no tenía ninguna razón para estar molesto; después de todo, ¿qué le importaba lo que Teruhashi hiciera?
—¡Teruhashi! Estás en el mejor equipo de todos —comentó Saiko, lanzándole una sonrisa arrogante—. Puedo asegurarte que será una experiencia increíble. Después de todo, tienes al mejor compañero posible.
Teruhashi sonrió educadamente, pero no con la expresión de adoración que solía mostrar cuando sabía que todos la observaban. Su actitud durante el viaje había sido diferente, más natural, sin tratar de impresionar a nadie. Y, para sorpresa de Saiki, ella parecía completamente desinteresada en los comentarios de Saiko. Sin embargo, ver a Saiko intentando acaparar la atención de Teruhashi provocaba en él una incomodidad que no quería admitir. Negándose a aceptarlo, decidió ignorar la sensación, convencido de que no eran celos. ¿Por qué los sentiría? Teruhashi era egocéntrica y narcisista... ¿o no?
Pero luego recordó todos los momentos que habían compartido durante el viaje. Ella no había mostrado ni una pizca de narcisismo. No había estado preocupada por ser perfecta o adorada por todos. De hecho, había sido completamente sincera y espontánea, y esa diferencia fue lo que probablemente había llamado su atención, aunque él no quería aceptarlo.
Intentando distraerse, se concentró en su propio equipo, que consistía en Kaido y Nendou. Kaido, como siempre, insistía en que resolverían el juego de pistas gracias a su "ingenio y habilidades especiales". Nendou, por su parte, se mostraba emocionado por competir, aunque no parecía entender del todo la dinámica del juego.
—¡Vamos, Saiki! ¡A ver si logramos ganarle a esos snobs como Saiko! —exclamó Nendou con su típico entusiasmo, mientras Kaido asentía con seriedad.
—Sí, Saiki. Con nosotros, podemos superar cualquier obstáculo. ¡Este juego no tiene oportunidad contra nosotros! —añadió Kaido, poniéndose en pose heroica.
Mientras avanzaban por el primer tramo de la búsqueda de pistas, Saiki se dio cuenta de que sus pensamientos no estaban en el juego, sino en el otro equipo. De vez en cuando, lanzaba miradas hacia donde se encontraba Teruhashi, solo para ver a Saiko sonriéndole y tratando de impresionarla con anécdotas de su lujosa vida.
Y lo que más lo irritaba era que Teruhashi escuchaba con una expresión paciente, incluso amable. Saiko se estaba acercando más de la cuenta, y en un punto, le ofreció la mano para ayudarla a bajar una pequeña pendiente. Ella aceptó, sonriendo agradecida, lo cual hizo que una ligera sensación de fastidio se despertara en Saiki. ¿Por qué le molestaba tanto? No tenía sentido. Teruhashi era simplemente... Teruhashi. Egocéntrica, superficial... Aunque, en realidad, no había sido ninguna de esas cosas durante el viaje. Y era él quien la estaba observando demasiado.
Mientras trataba de concentrarse en su propio equipo, Kaido y Nendou discutían sobre la pista, sin percatarse de la distracción de Saiki.
—¡Estoy seguro de que la siguiente pista está detrás de esas rocas! —exclamó Kaido, lanzándose hacia adelante.
—¡Oye, Kaido! ¡Nos estamos desviando! —gritó Nendou, corriendo detrás de él.
Aprovechando la confusión de sus compañeros, Saiki se permitió un segundo para observar a Teruhashi de nuevo. En ese momento, vio cómo Saiko se acercaba aún más y le ofrecía una botella de agua con una sonrisa exageradamente amable. Teruhashi aceptó, agradeciéndole con su típica amabilidad, pero sin esa mirada de "Oh~" que solía poner en situaciones así. Era evidente que estaba relajada y cómoda, sin intentar impresionar a nadie. De hecho, sus pensamientos parecían estar completamente centrados en el juego y en la naturaleza a su alrededor.
Saiki intentó reprimir la molestia que sentía al ver a Saiko tan cerca de ella. No tenía razón alguna para sentirse así, se dijo a sí mismo. No sentía nada especial por Teruhashi, y mucho menos celos. Solo estaba... frustrado porque alguien como Saiko pudiera estar en su equipo. Claro, eso era.
Kaido y Nendou finalmente se dieron cuenta de que habían ido en la dirección equivocada y volvieron con Saiki, quien, con una mezcla de resignación y fastidio, los guió hacia la pista correcta. Mientras avanzaban, trató de convencerse de que lo que sentía era simplemente una irritación pasajera. Pero algo en el fondo le decía que, tal vez, no era tan sencillo.
Al final de la actividad, los equipos regresaron al punto de partida para recibir los resultados. Saiko, como siempre, se apresuró a presumir de su desempeño y a elogiar a Teruhashi por ser una compañera de equipo "perfecta". Ella, con su amabilidad característica, lo agradeció sin mucho entusiasmo, y Saiki notó cómo sus ojos se desviaron ligeramente hacia él. Esa pequeña mirada hizo que algo en su pecho se apaciguara, aunque se negaba a admitirlo.
Mientras caminaban de regreso al hotel, Teruhashi lo alcanzó y le lanzó una sonrisa suave.
—¿Cómo te fue en el juego, Saiki-kun? —preguntó ella con genuino interés.
Él, sin mirarla, se encogió de hombros.
—Fue... normal.
Ella rió suavemente, y algo en su risa hizo que Saiki sintiera esa molesta mezcla de paz y confusión.
Durante el resto del camino, caminaron juntos en silencio, pero el ambiente era diferente, como si un lazo invisible los uniera. Saiki no sabía qué significaba exactamente, pero en ese momento, decidió no cuestionarlo más. Tal vez, después de todo, no era tan malo dejar que esa incomodidad se convirtiera en algo más. Aunque, claro, aún no estaba dispuesto a admitirlo.
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ᴛʜᴇ ʜᴇᴀʀᴛ ᴏꜰ ᴀ ᴘꜱʏᴄʜɪᴄ | 𝐬𝐚𝐢𝐭𝐞𝐫𝐮 [rmk]
RomanceUn psíquico enamorado... ¿es algo posible? Para nuestra encantadora Kokomi, conseguir el corazón de aquel psíquico que la ha ignorado parece un reto casi imposible. A pesar de su habilidad para leer mentes, el psíquico parece completamente ajeno a s...