D I E Z

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   |𝐒𝐨𝐦𝐛𝐫𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐂𝐞𝐥𝐨𝐬 𝐲 𝐋𝐚𝐳𝐨𝐬 𝐈𝐧𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐝𝐨𝐬|

 (Día 4) [Parte 1]

El cuarto día del viaje comenzó tranquilo, pero pronto las emociones se desbordaron. Teruhashi, con su acostumbrada sonrisa y amabilidad, bajó temprano al comedor del hotel, donde esperaba encontrarse con Saiki. A pesar de que no había planeado verlo especialmente, una parte de ella había comenzado a anticipar esos momentos matutinos, en los que compartían el desayuno en silencio o intercambiaban algunas palabras. Sin embargo, cuando llegó, una escena inesperada la sorprendió.

Saiki estaba sentado, y junto a él, Aiura, sonriendo y conversando como si fuera lo más normal del mundo. Teruhashi observó cómo Aiura se inclinaba hacia él con cada palabra, aprovechando cada oportunidad para tocar ligeramente su brazo o acercarse un poco más de lo necesario. A pesar de que Saiki mantenía su expresión neutral y parecía no prestar demasiada atención, tampoco se alejaba de Aiura, lo cual hizo que algo incómodo se despertara en Teruhashi.

Intentó disimular su incomodidad tomando asiento en otra mesa junto a Kaido y Yumehara, quienes, como siempre, charlaban animadamente. Sin embargo, su mente estaba en otro lugar, desviándose hacia la conversación en la mesa de Saiki y Aiura cada vez que escuchaba una risa proveniente de Aiura.

(¿Por qué se ríe tanto? ¿De verdad hay algo tan gracioso?), pensaba, sin poder evitar un creciente malestar. Hasta ahora, Teruhashi nunca había tenido motivo para sentirse así. Era el centro de atención de todos; en cualquier situación, era ella quien acaparaba las miradas, y Saiki siempre había sido alguien difícil de impresionar. Pero ahora, viendo a Aiura tan cerca de él, la inseguridad empezaba a calar en su ánimo.

Sin poder concentrarse en su propio desayuno, Teruhashi se levantó y, con una sonrisa educada, caminó hacia la mesa de Saiki y Aiura. Quiso hacerlo con naturalidad, sin que pareciera que le molestaba, pero al llegar, su voz le salió un poco más apresurada de lo que había planeado.

—Oh, Saiki-kun, Aiura... ¿les importa si me uno a ustedes?

Aiura la miró con una sonrisa amistosa y, para sorpresa de Teruhashi, asintió con entusiasmo.

—¡Por supuesto! De hecho, estaba hablando con Saiki sobre la actividad de hoy. Será un juego en equipos, así que sería genial si también pudieras estar con nosotros, Teruhashi.

Teruhashi asintió, aunque no estaba del todo convencida. Mientras tanto, Saiki observaba a ambas chicas en silencio, notando las miradas de Aiura y cómo los ojos de Teruhashi parecían brillar con una mezcla de emoción y algo más que no terminaba de entender.

Teruhashi se sentó frente a Saiki, e intentó mantener una expresión amigable mientras conversaba con Aiura. Sin embargo, Saiki notó que su actitud era distinta. Teruhashi evitaba mirarlo directamente y mantenía una expresión que no había visto antes en ella. Esa reacción le generó una pequeña inquietud. Saiki podía leer pensamientos, pero eso no significaba que entendiera las emociones que causaban esos pensamientos, y el hecho de que Teruhashi parecía molesta, o incluso celosa, lo desconcertaba más de lo que estaba dispuesto a admitir.

(¿Celos? No, eso es ridículo. Teruhashi siempre está segura de sí misma, y además, no tiene motivos para estar celosa. ¿O acaso...?), pensó, intentando racionalizar la situación.

A medida que avanzaba la conversación, Teruhashi se esforzaba por mantener su habitual amabilidad. Sin embargo, cada vez que Aiura reía o se inclinaba hacia Saiki, sus pensamientos se volvían más caóticos. (¿Por qué estoy sintiendo esto? No me importa que Aiura esté cerca de Saiki-kun. Él siempre ha sido indiferente, y no debería molestarme que alguien más quiera pasar tiempo con él... pero...).

ᴛʜᴇ ʜᴇᴀʀᴛ ᴏꜰ ᴀ ᴘꜱʏᴄʜɪᴄ | 𝐬𝐚𝐢𝐭𝐞𝐫𝐮 [rmk]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora