|𝐒𝐨𝐦𝐛𝐫𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐂𝐞𝐥𝐨𝐬 𝐲 𝐋𝐚𝐳𝐨𝐬 𝐈𝐧𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐝𝐨𝐬|
(Día 4) [Parte 2]
La noche avanzaba, y el grupo se reunió para una cena en el restaurante del hotel. Teruhashi se sentó en silencio, mirando cómo Aiura y Saiki parecían cada vez más cómodos juntos. Aunque él mantenía su habitual expresión indiferente, el hecho de que no se apartara de Aiura o la detuviera cada vez que se inclinaba hacia él, se le hacía insoportable. Teruhashi intentaba concentrarse en la conversación de Yumehara y Kaido, quienes hablaban de los lugares turísticos que habían visto durante el día, pero su atención siempre regresaba a Saiki, como si su presencia atrajera sus pensamientos sin remedio.
Sin embargo, algo más la inquietaba profundamente: a lo largo del viaje, Saiki había mostrado un lado que nunca antes había visto, y aunque él seguía actuando como siempre, la había ayudado y mostrado una amabilidad sutil que la había hecho sentir especial. Teruhashi pensaba que quizás... solo quizás, esas señales significaban algo, pero ver a Aiura coqueteando con él como si fuera lo más natural del mundo empezaba a destrozar esa esperanza.
En un momento de la cena, Saiki se giró hacia ella, y al ver su expresión, se dio cuenta de que algo la estaba afectando. (Teruhashi, ¿qué te pasa? No deberías sentirte así por algo tan insignificante), pensó, intentando convencerse de que su preocupación era solo momentánea, algo que podía ignorar. Pero, al mismo tiempo, algo en su interior le decía que esa reacción en ella le molestaba más de lo que estaba dispuesto a admitir.
Cuando terminaron de cenar, Aiura sugirió que salieran a caminar por la playa, que estaba a solo unos metros del hotel. La noche estaba despejada, y las estrellas se reflejaban en el mar. Teruhashi se unió a regañadientes, sin querer quedarse atrás pero al mismo tiempo sintiéndose fuera de lugar. Caminaba cerca de Saiki, pero él apenas la miraba. Intentó sonreír y seguir la conversación, pero su mente estaba en otra parte, concentrada en las risas de Aiura, que parecían resonar en su pecho como un recordatorio de que alguien más estaba logrando captar la atención de Saiki.
Finalmente, sin poder soportarlo más, se detuvo en seco y miró hacia el mar, fingiendo admirar el paisaje mientras intentaba controlar la mezcla de tristeza y frustración que la embargaba. Saiki, que no dejó de notar el cambio en su comportamiento, se acercó silenciosamente.
—Teruhashi —dijo en voz baja, sorprendiéndola—. ¿Está todo bien?
Ella se volvió hacia él, fingiendo una sonrisa que no alcanzaba a esconder la tristeza en sus ojos.
—Sí, Saiki-kun. Solo... estoy un poco cansada, supongo.
Saiki la miró, notando cómo sus pensamientos parecían contradecir sus palabras. Las emociones de Teruhashi eran como un torbellino, y aunque él quería mantenerse indiferente, no podía ignorar lo que sentía al verla así. Algo en su pecho se retorcía al darse cuenta de que ella estaba sufriendo, y que en parte, él era responsable.
Para Teruhashi, la proximidad de Saiki era como un recordatorio de todo lo que ella no podía expresar. Durante esos días, había descubierto que él no era solo "el chico que no caía en sus encantos", sino alguien especial que le hacía sentir cosas que nunca antes había experimentado. Pero ese nuevo sentimiento era confuso y aterrador, porque significaba aceptar que no tenía el control, que alguien más podía influir en sus emociones y hacerla sentir tan vulnerable.
—Saiki-kun... —dijo de repente, sin darse cuenta de que sus palabras escapaban antes de pensarlas—. ¿Tú crees que alguien como... yo pueda gustarle a alguien?
Saiki la miró, sorprendido por la pregunta. Era la primera vez que escuchaba esa inseguridad en ella, algo tan distinto al aire seguro y perfecto que solía proyectar. Sin saber por qué, se sintió incómodo, como si algo dentro de él quisiera decirle que sí, que por supuesto ella era alguien digno de cariño. Pero... ¿cómo podía él admitir algo que ni siquiera había aceptado por completo? Sus pensamientos eran una maraña de emociones contradictorias, cada una tratando de convencerlo de que él no sentía nada especial. Y, sin embargo, al verla así, frágil y esperando una respuesta, sus palabras parecieron surgir por sí mismas.

ESTÁS LEYENDO
ᴛʜᴇ ʜᴇᴀʀᴛ ᴏꜰ ᴀ ᴘꜱʏᴄʜɪᴄ | 𝐬𝐚𝐢𝐭𝐞𝐫𝐮 ¹ [rmk]
RomanceUn psíquico enamorado... ¿es algo posible? Para nuestra encantadora Kokomi, conseguir el corazón de aquel psíquico que la ha ignorado parece un reto casi imposible. A pesar de su habilidad para leer mentes, el psíquico parece completamente ajeno a s...