I'm going to find them [GallyxTnxMinho] correr o morir

Capítulo 63

Narra Tn

Caminaba lentamente por el bosque. Me dirigía especialmente hacia mi cabaña o al menos lo que quedara de ella.

   Habíamos podido inyectar a Thomas antes de que todo se descontrolara.

Gally había tomado el control y envió a Thomas y Teresa al pozo. No intenté detenerlo, me pareció inútil, Gally es demasiado necio y no encontraba las ganas de ponerme en su contra, no ahora. No después de haber visto a Alby por última vez antes de que esas se lo llevaran como si no fuera nada.

Llegué a mi destino y me encontré únicamente con ruinas. Lo que antes era una cabaña, ahora eran maderas sin forma, ni significado. Los momentos que pasé allí solo quedarían impresos en mi memoria.

Caminé entre las tablas y la paja que antes cubría el techo. Miraba con atención, como si buscara algo en especial.

Levanté una silla que tenía al lado de mi cama antes de que esta se deshiciera, y la acomodé para luego sentarme. Apoyé mis codos en mis piernas y me pasé las manos por el rostro y pelo.

Suspiré cansada, sintiendo cada gota de sudor que se escurría por mi cuerpo por haber corrido y temblado toda la noche. O eso creí, que era sudor. En realidad, cuando bajé la vista al lugar donde sentía más calor, que era mi abdomen, noté un color oscuro. Me levanté la blusa con cuidado y descubrí una pequeña herida abierta. No era grande, pero sangraba de igual manera. La ignoré por completo y volví a la misma posición de antes. Seguramente me la hice cuando el penitente entró por el techo tirándonos a todos y con la conmoción del momento no me di cuenta.

Mi cabeza rodaba con pesadez, torturándome con los últimos acontecimientos. Ver a Marcus de esa manera me dio náuseas y luego a Alby. Ni siquiera pude despedirme de él, o contarle lo de...

—linda.

Levanté lentamente la cabeza y me encontré con esos ojos verdes que tanto amo. Me veía patética, lo sé, pero no podía no verme de esta manera.

Gally me miró con preocupación y se acercó a mi para ponerse de cuclillas y tomarme de las mejillas para obligarme a verlo.

—oye.. todo va a estar bien —dijo en un tono severo. La tranquilidad con la que hablaba me resultaba extrañamente falsa.

Sonaba como si intentara despertar a un muerto, algo imposible.

Él notó mi incomprensión a sus palabras y frunció levemente el ceño.

—no me mires así —pidió. Su voz se iba cortando, pero no se permitió mostrarme que quería llorar, solo lo noté por el brillo en sus ojos

—te miró igual que siempre —murmuré

—no... —negó —¿por qué me miraste así?... antes... —

—¿así como? —balbucee. Soltó mis mejillas y se levantó, sin dejar de mirarme

—como si fuera un monstruo.

Lo miré en silencio para luego soltar una risa sin gracia. Me incliné hacia atrás, pegando mi espalda al respaldo de la silla y poco a poco iba borrando la sonrisa.

—¿crees que te veo como un monstruo? —pregunté con ironía —después de todas las veces que te e dicho que te amo... ¿ahora estás dudando de mi? —me levanté, ahora si, sintiendo una pequeña puntada en el abdomen.

El grandote me observaba a detalle, como si estuviera buscando las palabras para expresarse. Me rasqué la nuca y cerré los ojos un segundo, antes de volver a mirarlo.