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—Deja de moverte. — Zhanghao llevaba a Hanbin en su espada, ya que debido al estado del rubio, no podían irse en su motocicleta, aunque no era problema, podría volver por ella al día siguiente siendo que su casa quedaba cerca.

Sí, fue algo tonto ofrecerse a cuidar de Hanbin sabiendo que no había llegado en un auto, y que la casa del más bajo quedaba algo lejos, pero no veía problema en que durmiera en su casa, su madre no se encontraba pues trabajaba, y él podría dormir en el suelo, nuevamente, no habría dificultad alguna, a menos que Hanbin se despierte.

Cosa que hizo.

—¿A dónde vamos? — murmuró Sung abrazándose más al cuello del moreno, quien suspiró viendo que tendría que ir casi en picada. —¿Zhanghao?

—¿Mhm? — Hanbin intentó acercarse para verle mejor, pero Zhanghao lo devolvió a su lugar, ganándose un puchero de Sung. —Eres pesado, deja de moverte.

—Yo no pedí que me cargarás. — Hanbin tocó el suelo mucho antes de lo pensado cuando Zhanghao lo soltó tras decir eso. El rubio se puso de pie indignado, claramente seguía ebrio después de beber tanto, pero parecía habérsele pasado por el momento. —¡Idiota! ¡¿Por qué me tiras?!

—Era lo que querías. ¿No? — Zhanghao se burló viéndolo un poco más arriba debido al piso un poco inclinado. —Vamos, camina.

—¡Espera!

Hanbin se puso a la par del pelinegro, viéndolo de a ratos y desviando la vista al ser descubierto. Zhanghao río, parecía un niño pequeño y no se quejaba, era incluso más tierno cuando no pensaba demasiado lo que hacía. Hanbin igual no podía caminar muy bien debido al alcohol, y cuando estaba por caerse, se sujetó del brazo de Zhang, quien no se quejó ante ello, sólo siguió caminando.

—¿A dónde vamos? — cuestionó en voz baja. —Tengo sueño~

El par de chicos siguió caminando un poco más, siendo acompañados por la voz de Hanbin, quien le contaba cada cosa a Zhanghao cuando se le subía el alcohol.

[ ¡ stop ! ]

—¿Por qué pesas tanto? — al llegar al edificio, Hanbin le pidió al tatuado que lo cargará en su espalda porque estaba muy cansado. Zhanghao aceptó, no tenía problema con ello, pero cuando iba a mitad de las escaleras se arrepintió de inmediato. —¿Seguro que no puedes subir?

—¡Podría caer! — exclamó abrazándose más al contrario, y cuando se dio cuenta de ello sus mejillas se tiñeron de rosa.

Llegando al piso del más alto, Hanbin se negó a bajarse, así que Zhanghao camino por el pasillo con el rubio encima suyo, no diciendo una palabra más. El departamento de Zhang era algo espacioso, siendo que eran sólo dos personas, contaba con dos habitaciones y una sala y cocina compartida, no era demasiado, pero no podía quejarse, era lo suficiente.

Tiró a Hanbin en su cama con la intención de darse un baño, pues el rubio le había pegado el olor a alcohol y si su madre lo olía llegar estaría en problemas, aunque hasta el momento no se había dado cuenta de lo que su hijo hacía, sería devastador que lo hiciera por un accidente.

—Zhanghao-ah~ — el mencionado se alejó del armario al escuchar el llamado del rubio, quien se sentó en la cama y lo miró hasta que estuvo delante suyo. —¿Puedo... preguntarte algo?

—¿Qué cosa? ¿Es importante? — Hanbin asintió con la cabeza, un gesto que resultó adorable ante ojos del pelinegro. —De acuerdo...

Sung le tomó del brazo y lo acercó un poco, debido a la diferencia de altura que había, Zhanghao se agachó un poco. Hanbin jugaba con su mano hasta que habló.

—¿Por qué no respondiste a lo que Yunseo preguntó? — soltó en un susurro, logrando desestabilizar un poco de lugar a Zhanghao.

Hanbin levantó la vista, mirándole con los mismos ojos que le vio cuando lo conoció, sólo que está vez no estaba llorando. —¿Por qué? ¿Te importa tanto?

—Sólo es curiosidad... — susurró bajando nuevamente la vista. Zhanghao suspiró y tomó a Hanbin de los hombros, conectando su mirada con la sorprendida del rubio.

—Ricitos, cuando despiertes no vas a recordar nada. — comentó con una sonrisa. Sung frunció el ceño.

—No sabes eso. — se cruzó de brazos. —Sólo di que no te gustó y ya. No lo pienses demasiado. — Zhang se mantuvo en silencio con aquella tonta sonrisa mientras Hanbin bufaba sintiendo que el contrario se burlaría de él por lo que preguntó. —¡Yah! ¡Sólo responde! ¡Si no te gusto, perfecto! ¡No te burles de mi por-!

Zhanghao juntó sus labios con los del rubio, callando a este y tomándolo con sorpresa.

[ ¡ stop ! ]

OMAIGOSH, POTENTE.

𝘀𝘁𝗼𝗽 - 𝗵𝗮𝗼𝗯𝗶𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora