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Últimamente no podía sacarse a Zhanghao de la cabeza, tenía tantas dudas sobre el cómo lo veía o la etiqueta que tendría su relación; no sabía si llamarlo "amigo" sería apropiado, tal vez Zhang siquiera lo considere alguien cercano. No quería romper esa línea que aún seguía separándolos, porque si hacía algo más, sabía que no podría volver a unirla.

[ ¡ stop ! ]

Hanbin caminaba por los pasillos de su colegio, no muy interesado en lo que sucedía a su alrededor. Después de su "gran cambio", como lo llamaba Matthew, la mayoría de estudiantes no dejaban de andar detrás suyo, así que se había acostumbrado a que nuevos rumores se corrieran por el lugar, más que nada después de que Zhanghao haya pasado por él esa tarde; no era algo que le gustaba mencionar, a nadie le parecía agradable que personas que no le conocen hablen de él, y peor, que todas las palabras que salgan de sus bocas sean mentiras.

Suspiró al ver a un grupo de chicas mirarle mientras hablaban. Era cansado tener que ir de un lugar a otro en sus cambios de clase, más que nada porque sólo compartía dos clases con Matthew, por lo que no podía ir con este a todos lados.

—Hola, Bien. — no hubo necesidad de darse la vuelta para saber quién estaba detrás suyo, de igual forma, el chico se apoyó en el casillero de al lado, por lo que le vio de reojo mientras sacaba sus libros.

—¿Qué quieres, Park Hanbin. — cerró la pequeña puerta y le puso seguro, mirando al más alto en la misma posición.

—Sólo quería saber si estás ocupado este sábado. — se cruzó de brazos. En realidad, Sung no tenía mucho que hacer, y sentía que había molestado suficiente a Zhanghao como para pedirle verse, además, debía acomodar sus pensamientos primero.

—No, ¿por qué? — P. Hanbin sonrió mostrando triunfo y se acercó un poco más al rubio. Hanbin se alejó un paso.

—Podríamos salir. Has rechazado todas mis propuestas, acepta esta y dejaré de molestar. — el rubio soltó un sonido de irritación, virando los ojos y pensando si sería buena idea hacerlo.

No conocía a Park Hanbin de nada, aparte de ser el amigo de Jiwoong, no hacía más que verlo en algunas clases o en el recreo, pero aún así sabía del gusto que el más alto tenía en él; era extraño que le gustase a alguien que solamente sabía su nombre, razón por la que Hanbin evitaba salir con el pelinegro, además de que no tenía intención de salir con nadie de manera romántica, y hacer más amigos no era algo que viera necesario.

Pero si aceptaba esta vez, entonces podría librarse de él, ¿cierto?

—Bien. — contestó. —Toma... — sacó un pequeño pedazo de papel y un lapicero. —Escribe tu número.

—¿Por qué no me das el tuyo? — cuestionó tomando lo que el rubio le extendía.

—Sólo acepto porque dices no me molestarás más, si te doy mi número, querrás que salgamos después. — Hanbin vio al pelinegro hacer una mueca, para después escribir su número en el papel y entregárselo de nuevo.

—Astuto.

—Nos vemos.

No queriendo escuchar más, se dio la vuelta y se alejó de Hanbin, no sabiendo exactamente qué esperar de la dichosa cita.

[ ¡ stop ! ]

un pokito d drama estaría bueno no?

𝘀𝘁𝗼𝗽 - 𝗵𝗮𝗼𝗯𝗶𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora