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Hanbin miró por el rabillo del ojo a Zhanghao observar su habitación como si fuese una de las siete maravillas; era extraño como resultaron en esa situación, siquiera podía recordar en qué momento pensó que era buena idea invitar a Zhanghao a su casa, y menos cuando realmente mandó ese mensaje diciéndole que no tenía nada que hacer.

Era un milagro que Gyuvin no se encontrará presente, producto de un nuevo proyecto que iba a hacer, pero de alguna forma sentía que será menos vergonzoso sabiendo que su hermano estaba en alguna parte de la casa. No es como si fuesen a hacer algo más que hablar. ¿Verdad?

—Tu habitación es linda, la imaginaba más nerd. — Zhanghao rompió el hielo sentándose en su cama, mirándole con una sonrisa. Hanbin viró los ojos y le dio la espalda, centrándose en lo que había en su escritorio.

—No quieres saber cómo imaginaba la tuya. — quería que lo tomara como una burla, pero al mencionar aquello sólo pudo venir a su mente el día en que se quedó en casa del más alto, provocando que un sonrojo aparezca en sus mejillas.

—Oh, estás rojo. — molestó Zhanghao sentándose a su lado, haciendo que Hanbin giré el rostro tratando de devolver su color. —¿Te gusto?

—¡¿Qué-?! ¡¿Por qué dices eso?! ¡Claro que no! — golpeó el hombro del tatuado evitando los ojos del mismo. Comenzó a echarse aire al rostro, sabiendo de sobra que probablemente esté tan rojo como un tomate, y que su cuello y orejas no estarían lejos de ponerse igual. —Si sólo vas a molestarme, vete.

—Hey, tu me invitaste. — se apoyó en su mano mirándole fijamente. Sung intentaba ignorar al pelinegro, pero su mirada era tan fuerte que le provocaba escalofríos. —Además, me gusta verte... Eres lindo.

—¿Tienes hambre? — se puso de pie tan pronto como el moreno dijo aquello, mirándose tan nervioso ante ojos del mismo que no pudo evitar soltar una risa. Hanbin salió de la habitación diciendo que buscaría bocadillos, dejando a Zhanghao en un silencio absoluto.

Zhang no sabía qué estaba haciendo exactamente, pero de alguna forma le gustaba; le gustaba ver a Hanbin ponerse nervioso, le gustaba verlo con su guardia baja, le gustaba como su rostro se volvía de un casi fuerte tono rojo cuando estaba con él. Podría ser que le gustaba Hanbin.

[ ¡ stop ! ]

La tarde no fue algo demasiado interesante, cuando regreso Hanbin dejo un plato con galletas en el escritorio y puso algo en la televisión que tenía en su habitación, quedándose en silencio pero aún así sintiendo la mirada de Zhanghao encima suyo por ratos.

Gyuvin le mando un mensaje a Zhanghao, diciendo que debía ayudarlo, pero Zhang le dijo que Hanbin ya estaba con él, así que se tragó todo un interrogatorio de por qué pasaba más tiempo con su hermano de lo acordado. A Zhanghao no podía importarle menos, lo de Gyuvin no había sido más que una excusa para conocer a Hanbin, así que ahora que podía verlo cuando se le diera la gana, no desaprovecharía.

Aunque no sabía qué pasaría cuando Hanbin se enterará de la verdad.

[ ¡ stop ! ]

ojo
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⏰ Última actualización: 11 hours ago ⏰

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𝘀𝘁𝗼𝗽 - 𝗵𝗮𝗼𝗯𝗶𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora