𝘀𝘁𝗼𝗽 - 𝗵𝗮𝗼𝗯𝗶𝗻

25

Sung miró hacia ambos lados de la calle esperando ver a Hanbin llegar por uno de ellos. El más alto le mando un mensaje el día anterior pidiéndole verse en una calle menos transitada, diciendo que le llevaría a otro lugar después. No alegó, no tenía mucha energía de hacer algo e incluso le pidió a Park no hacer o caminar demasiado.

—¡Hanbin! — vio a su izquierda a P. Hanbin caminar hacia él. Cuando estuvo frente suyo no tenía nada que decir, por lo que inconscientemente sólo dio una pequeña reverencia esperando que el pelinegro hablará. —¿Vamos?

El rubio asintió, no muy seguro de a dónde irían, pero a la vez no importandole demasiado. Ambos vieron el cielo comenzar a oscurecerse, pero justo llegaron al edificio que suponía era su destino. Hanbin creyó que la cita sería en algún cine o restaurante, no pensó que P. Hanbin haya preparado algo en su casa y por eso le sorprendió un poco cuando le invito a pasar.

Las pocas gotas de lluvia que cayeron comenzaron a incrementar en número, así logrando crear lluvia fuera del edificio.

Subieron las escaleras, Hanbin observaba el lugar con algo de anticipación, siguiendo a P. Hanbin por el camino. El pasillo al final de los escalones era algo oscuro, Hanbin pudo ver cómo sólo algunas luces servían, y fue cuando comenzó a cuestionarse si P. Hanbin realmente vivía ahí. Dejándose llevar por la apariencia del más alto, y siendo que iban al mismo colegio, espero que fuese una casa realmente donde viviera.

—¿Vives aquí? — preguntó al aire cuando vio a Park sacar unas llaves de su pantalón y abrir la puerta. Todo el lugar parecía tan silencioso.

—Mmm... es de un amigo. Mi casa estaba ocupada hoy. — asintió ante lo dicho y entró al departamento cuando Hanbin se lo pidió.

[ ¡ stop ! ]

Hanbin estaba sentado en el sofá de la pequeña sala mientras Park iba por algunas cosas. El lugar no parecía haber sido arreglado, se veía tan desordenado y sucio que a pesar de tratar de convencerse P. Hanbin había planeado todo, no demostraba estar esperando una cita.

Sacó su celular y pudo ver algunos mensajes de Zhanghao preguntando por él. Había dejado de responder hace algunas horas pues gasto el tiempo arreglándose, aunque se arrepentía tras ver el lugar al que su cita le llevó. Suspiró y tecleo un "estoy en una cita" creyendo que Zhang dejaría de cuestionar pero el tatuado respondió al instante preguntando dónde estaba nuevamente. Viró los ojos mandando una foto suya que había tomado en el lugar que P. Hanbin le pidió esperar, apagando su móvil al oír al mencionado volver a la sala.

Park se sentó a su lado y lo miró expectante. —¿Qué?

—¿Sabes? Me gustas desde hace un largo tiempo, no entiendo por qué siempre rechazas mis salidas. — comentó acercándose de a poco.

—¿Será por esto? — contestó señalando el lugar con sus manos. —En serio, ¿dónde estamos? No estoy para bromas, Hanbin. — espetó empujando el cuerpo del pelinegro cuando lo sintió demasiado cerca.

—¿Qué querías? — Hanbin sintió un escalofrío recorrer su espalda cuando Park se puso de pie y le habló con un tono molesto. —Me gustas, Hanbin. ¿Cómo puedes gustarme? Te preguntarás... ¿Qué más veo en ti si nunca hablamos?

Sung se puso de pie frunciendo el ceño y aferrándose al bolso que había llevado. —¿De qué hablas?

—No te quiero de novio, tantos rumores de ti... No quiero cargar con eso.

—Si sólo ibas a decir eso, me voy. — quiso encaminarse a la puerta, pero P. Hanbin le tomó del brazo y lo azotó contra la pared cercana, viéndole directos a los ojos. Hanbin trato de empujar al más alto pero este puso más fuerza. —¿Qué mierda te pasa? ¡Sueltame!

—Hagamos lo que todos los rumores dicen, ¿no? — se acercó, susurrando en su oído. —Veamos si son ciertos...

Hanbin podía sentir el miedo recorrer su cuerpo, sus piernas no respondían y sus brazos se volvían débiles. Park Hanbin no le soltó, lo miraba con una sonrisa de satisfacción mientras intentaba besarle, pero el rubio giraba el rostro, empujando el cuerpo contrario después y corriendo a la puerta sin pensarlo.

No quería mirar atrás, sólo corrió escaleras abajo y salió del edificio sin importarle mojarse con la lluvia que caía.

[ ¡ stop ! ]

ay diosmio, q intenso