Capítulo 174 : La tranquilidad

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Dos días después, en el ambiente sereno de su ático, Michael se sentó tranquilamente en el lujoso sofá, con las ventanas panorámicas que ofrecían una vista de la bulliciosa ciudad a sus pies. La habitación estaba impregnada de una luz suave y reconfortante, realzando el ambiente tranquilo.

El doctor Salazar, su médico, examinaba meticulosamente la herida que se estaba curando en el hombro de Michael. Los movimientos del médico fueron suaves, asegurando una molestia mínima.

"Parece que se está recuperando bien, señor Reyes", comentó el doctor Salazar mientras ajustaba la iluminación para tener una mejor vista. "Sin embargo, seguiría recomendando mantener cualquier actividad física al mínimo durante unos días más para asegurarse de que no haya una tensión excesiva en el hombro".

Michael asintió, apreciando la minuciosidad del Doctor. "Entiendo, Doctor. Me lo tomaré con calma. ¿Ha habido alguna actualización sobre el régimen de medicación?".

El Doctor Salazar revisó su tableta y revisó las notas médicas. "Los mantengo en el curso actual de antibióticos y manejo del dolor. Deberíamos revisar su progreso nuevamente en los próximos días para decidir si es necesario realizar algún ajuste".

"Gracias, Doctor". Respondió Michael, y continuó— "Agradezco su ayuda a través de esto".

Con un último movimiento de cabeza, el Dr. Salazar empacó su maleta médica. "Solo asegúrate de llamarme si notas algún cambio o si hay un aumento en el dolor. De lo contrario, nos vemos para otra continuación".

Cuando el Dr. Salazar salió del ático, Michael volvió la mirada a su computadora portátil. Es posible que haya resultado herido por el intento de asesinato, pero las empresas no se las arreglarán solas. Respiró hondo, abrió su correo electrónico y su bandeja de entrada se inundó de mensajes que iban desde actualizaciones comerciales hasta expresiones de preocupación de colegas y socios.

Al revisar los correos electrónicos, Michael priorizó las comunicaciones relacionadas con las actualizaciones de seguridad y los proyectos en curso que no se podían retrasar. Su concentración era aguda; A pesar de las molestias físicas, su mente se mantuvo tan activa como siempre. Respondió sucintamente a cada uno, asegurándose de que su equipo estuviera alineado y de que las operaciones continuaran sin problemas a pesar de su contratiempo temporal.

Y luego, después de una hora, llamaron a la puerta.

"¿Quién es ese?".

"Soy Juliet, y tengo a dos personas conmigo que quieren verte", informó Julieta.

"Está bien, déjalos entrar", respondió Michael, dejando a un lado su computadora portátil para prepararse para los visitantes. A medida que la puerta se abría de par en par, el rostro de Michael se suavizó al ver a Bridget y a su madre entrando en la habitación. Ambas mujeres, con sus rostros marcados por la preocupación, se acercaron rápidamente a él.

Myra corrió a su lado, sus ojos escudriñaron su hombro vendado antes de envolverlo en un suave abrazo.

"Oh, Michael, ¿Cómo te sientes, querido?".

"Estoy bien, mamá. Me alegro de verte". la tranquilizó Michael.

Bridget, más serena pero no menos preocupada, le dedicó a Michael una pequeña sonrisa tranquilizadora mientras se sentaba a su lado.

"Perdón si he tardado unos dos días en llegar aquí. Nos llevó algún tiempo convencer a nuestros socios en Europa sobre su seguridad y las medidas que estamos tomando para proteger nuestras operaciones", explicó Bridget. "Pero ahora estoy aquí".

"Es bueno escucharlo", respondió Michael. "Han sido unos días agitados tratando de mantener todo funcionando sin problemas desde aquí".

Myra, todavía cerca, miró entre los dos, su preocupación maternal era evidente.

Construyendo un Imperio Empresarial con mi Sistema Tecnológico - 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora