Ha pasado un año desde los trágicos eventos en Woodsboro. Madison y Sidney han comenzado una nueva etapa en su vida al ingresar a la universidad. Junto a ellas, las amigas de Madison, Verónica y Betty, también han decidido estudiar en la misma universidad. Han hecho nuevos amigos en el campus, incluyendo a Cici, una chica alegre y algo chismosa; Mickey, un estudiante de cine apasionado por las películas de terror, y David, un chico simpático y siempre dispuesto a ayudar.Madison está sentada en su escritorio, mirando por la ventana. Los recuerdos de sus amigas Tatum, Casey, y randy la invaden, trayendo consigo una mezcla de tristeza y añoranza.
Madison (pensando): ¿Dónde estará Billy? ¿Habrá sobrevivido? A pesar de todo, aún en el fondo de mi corazón, sigo amándolo. Deseo que esté bien, que haya sanado.
De repente, es interrumpida por el sonido del claxon de un auto.
Madison sacude los pensamientos de su mente y toma su mochila.
Madison, Verónica y Betty llegan a la universidad y se reúnen con Sidney, Cici, Mickey y David en el campus. El grupo, feliz de estar juntos, comienza a hablar de cosas al azar mientras disfrutan del fresco aire matutino.
Sidney: ¿Qué tal sus clases hasta ahora?
David: Bastante bien. Aunque tengo un profesor de historia que es bastante estricto.
Mickey: Bueno, eso es parte del encanto universitario, ¿no? Superar los desafíos.
Cici: ¿Y han escuchado el último chisme del campus? ¡Es algo jugoso!
Betty: Definitivamente. Aunque algunas noches de estudio son realmente agotadoras.
Verónica: Oye, ¿han escuchado sobre la fiesta de bienvenida este fin de semana? Deberíamos ir todos juntos.
Madison: Suena divertido. Necesitamos distraernos un poco.
El grupo sigue conversando animadamente hasta que es hora de dirigirse a sus respectivas clases.
Mickey: Bueno, chicos, nos vemos más tarde. ¡Que tengan un buen día!
David: ¡Igualmente! ¡Nos vemos!
Madison: Hasta luego.
Madison camina hacia su clase, sintiendo un poco de alivio y disfrutando del momento de normalidad, aunque en el fondo sabe que el pasado aún la persigue.
Al finalizar las clases del día, las chicas se reúnen y regresan a casa juntas. Durante el camino, disfrutan de una charla amena, tratando de relajarse después de un día largo.
Verónica: ¿Qué tal si pedimos pizza para la cena?
Sidney: Buena idea, Vero. Podemos ver una película también.
Betty: Sí, algo ligero para desconectar.
Cici: ¡Yo me apunto! Necesitamos una noche tranquila.
Madison: Suena perfecto.
Esa noche, las chicas deciden hacer una pequeña pijamada. Se ponen cómodas con sus pijamas favoritas, piden pizza y se preparan para una noche de risas y diversión. Cici, con su personalidad alegre y chispeante, comienza a contar historias y chismes, recordando a Tatum.
Cici: Chicas, ¿sabían que el chico nuevo de la clase de literatura es un total galán? ¡Lo vi coqueteando con la profesora!
Madison sonríe, sintiendo una punzada de nostalgia.
Madison (pensando): Tatum también adoraba contar este tipo de historias...
Cici: ¡Y no me sorprendería si organizara una fiesta pronto! Deberíamos estar preparadas.
Betty: ¡Cici, eres un imán para los chismes!
Verónica: Sí, pero la queremos así.
Las risas llenan la habitación, y por un momento, Madison siente que puede dejar atrás el dolor del pasado y disfrutar del presente con sus amigas.
Betty: Hablando de chicos, Madi, ¿te gusta alguien en el campus?
Madison se sonrojó ligeramente, bajando la mirada.
Madison: No lo sé, Betty. Aún es difícil para mí pensar en eso.
Verónica: Lo entendemos, Madi. Pero también mereces ser feliz. No tienes que apresurarte.
Sidney: El amor puede ser complicado. Pero eventualmente encontrarás a alguien que te haga sentir bien de nuevo.
Cici: ¡Y estaremos aquí para apoyarte en cada paso del camino!
Madison sonrió, sintiéndose agradecida por tener amigas tan increíbles y comprensivas.
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Scream Girl
TerrorMadison Blake, hija del Sheriff Blake, se muda a Woodsboro desde California para estar más cerca de su padre. Dejó su vida cómoda y normal en California, buscando comenzar de nuevo en esta pequeña ciudad marcada por la tragedia. Hace casi un año, Gh...