Scream Girl

Extra: Cici Cooper

Madison Blake

Okey, como bien saben, me vine a la casa de mi tía aquí en California... pero, cerca de la universidad, había residencias en el campus, por lo que me llevé todas mis cosas, junto con mis dos amigas: Betty y Verónica.

Luego de nuestra llegada a California, nos inscribimos en la universidad y fuimos a conocer nuestra residencia cerca del campus. Había muchísimas residencias, y nos detuvimos a mirar cada una de ellas con curiosidad.

Justo en ese momento, un auto morado se parqueó en una de las residencias. Del vehículo salió una chica con botas altas y ropa morada; al parecer, ese era su color favorito. Comenzó a sacar un montón de maletas, todas también de color morado. Se veía frustrada porque eran muchas, así que las chicas y yo decidimos acercarnos para ayudarla.

"¡Hola! ¿Podemos ayudarte?" —le pregunté con una sonrisa.

Ella nos miró aliviada y entusiasmada. "¡Sí, por favor! ¡Gracias! Estas maletas son más pesadas de lo que pensaba."

Nos presentamos y ella nos dijo que se llamaba Cici Cooper. Entre todas llevamos las maletas hacia la residencia mientras Cici seguía hablándonos animadamente.

"¡Vaya, qué alivio encontrar a personas tan amables el primer día! Soy Cici Cooper, por cierto" —dijo con una sonrisa brillante mientras se arreglaba el cabello.

"Un gusto, Cici. Yo soy Madison Blake, y estas son mis amigas Verónica y Betty" —respondí mientras nos organizábamos para llevar sus maletas.

"¡Encantada de conocerlas! ¿También son nuevas en la universidad?" —preguntó Cici, su curiosidad evidente en su mirada.

"Sí, nos acabamos de inscribir y estamos explorando el campus y las residencias" —dijo Betty, devolviéndole la sonrisa.

"¡Genial! Parece que este lugar va a ser súper emocionante. ¿Han visto alguna cafetería interesante por aquí? Estoy muriendo por un café" —dijo Cici, sus ojos brillando con entusiasmo.

"¡Sí, vimos una cafetería a la vuelta de la esquina! Después de llevar tus maletas, podríamos ir todas juntas" —sugirió Verónica.

"¡Me encantaría! Gracias de nuevo por ayudarme. A veces me siento como una tonta llevando tantas cosas, pero nunca se sabe cuándo vas a necesitar una prenda morada más" —dijo Cici riendo, mostrando su carácter animado y un poco extravagante.

Después de llevar todas las maletas a su residencia, nos dirigimos a la cafetería juntas. La conversación fluyó naturalmente.

"¿Sabían que mi color favorito es el morado? Creo que ya lo notaron, ¿verdad?" —dijo Cici, riendo mientras señalaba su atuendo y sus maletas.

"Definitivamente. ¡Es un color genial!" —respondí, riendo también.

"Bueno, gracias de nuevo por toda su ayuda. No puedo esperar para conocer mejor este lugar y pasar más tiempo con ustedes" —dijo Cici, levantando su taza de café en un brindis improvisado.

Era el comienzo de una amistad que pronto sería puesta a prueba por los eventos oscuros que estaban por venir.