Virus (Uglydolls AU)

CAPITULO 19

Una fuerte explosión se escuchó por todo el instituto. Los juguetes dentro del refugio principal se asustaron mas no perdieron la compostura, tienen una tarea importante la cual no deben descuidar. Diamond debía regresar, abrazó con fuerza a la rubia, y le dió un beso en la frente a sus muchachos. Secó sus lágrimas, tomo aire, regresando a su semblante de siempre, debe continuar con su deber como protectora y comandante.

Lou observó preocupado el cómo su hermana mayor volvía a salir, teme que una de esas cosas la alcance como lo hicieron con Nathaniel, pero confía en sus habilidades, literalmente fue hecha para esto.

—[Prototipos, sector 24. Conectados. Comunicación sectorial completada con éxito, por favor, prosigan]

La voz de la computadora lo regresó a su tarea, vio que todos estaban conectados, los sectores anteriores al suyo todos bajo refugios, y los posteriores preparándose para defenderse.

—[Principe Lou. Han pasado 14 años desde la última vez que te vimos. Ya eres todo un hombre]- el primero en hablar fue el prototipo principal del sector seis, el rey Baltazar, un águila de color rojo —[Confío plenamente en que lograron establecer ésta comunicación porque tienen un plan en mente]

—[Si tiene un plan, ya dígalo! Esas bestias se escuchan cada vez más cerca de los refugios de mis juguetes, estamos desesperados!!]- exclamó aterrada la heredera del sector uno.

Después de ella también se escucharon las exclamaciones de los demás prototipos y herederos, todos igual de aterrados. Lou intentaba calmarlos para poder explicarles el plan, mas la desesperación que consumía a los sectores era tal, que algunos ya se encontraban llorando por el miedo y otros explotando de rabia por la inaceptable negligencia y desinterés total por parte del dueño, pues todos ellos saben que ninguno de los demás trabajadores puede ayudarlos si no acceden a la oficina principal de la fábrica, la cual está completamente bloqueada y el dueño no dejo ningúna posibilidad de emergencia para los empleados; se fue así sin más, dejándolos a su suerte tanto a los juguetes como a los trabajadores de la fábrica.
El rubio comenzó a impacientarse, también molesto por sentirse ignorado.

—Si no se callan, como esperan que les explique el plan de mi padre!!- gritó con rabia, haciendo resplandecer sus ojos y marcas. Todos los demás sectores por fin guardaron silencio. Agarró el aire suficiente para calmar esos nervios, quiere tratar de mantener una conversación civilizada.
—Todos estamos asustados. Estamos en una situación crítica, en dónde fuimos dejados a nuestra suerte por el jóven señor Tupã. Mi padre tiene la hipótesis de que tal vez esté fuera de la ciudad y tenga guardado su teléfono de trabajo.

Se escucharon varios reclamos de enojo tras escuchar esa parte.

—Pero -volvieron a callarse, prestando atención —Mi padre cree firmemente que hay otra forma de llamar la atención, no de nuestro dueño, sino de nuestro fundador, el gran señor Tupã.

—[El señor Kalo... Sigue vivo el gran señor?]- preguntó uno de los prototipos del sector 16.

—Así es, y no solo eso, él siempre tiene a su lado la computadora principal, la computadora madre que levantó ésta fábrica. Creemos que podemos contactar con esa computadora y hacer saber al señor Tupã lo que ocurre, fue él quién lidio con este virus hace 45 años, estamos seguros de que sabrá como deshacerse de esto de nuevo.

Hubo un breve silencio por parte de los demás sectores mientras pensaban en ese plan.

—[Cómo podremos contactar con la computadora madre? Los códigos de esa computadora dejaron de utilizarse hace décadas, al punto de perderse en las profundidades del software de la fábrica]- habló nerviosa la heredera del sector siete.