CAPÍTULO 26

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A diferencia de cuando su relación era secreta, ahora no podían perderse ni una hora sin que se vieran vigilados. Para Sasuke era una tortura y sumamente divertido para Hinata, de hecho lo que para el era la peor etapa, para ella fue como un sueño. Sasuke llegaba siempre puntual, caminaban por las calles de la aldea y hablan de ellos más que de otra cosas, y poco a poco empezaron a conocerse realmente. Las cosas más básica que se habían saltado ahora eran de conocimiento del otro. El color, comida, hobby, lugar, estación del año, clima.

No fue sorprendente que Hinata adorara los días soleados en invierno y que Sasuke prefiriera la lluvia, pero si fue agradable confirmarlo.

Sasuke siempre abría la puerta, y preguntaba a ella lo que quería hacer, aún cuando supiera que ella siempre querría hacer lo que él quisiera.

Sasuke tenía una necesidad casi abrumadora de protegerla en todo momento y Hinata quería complacerlo en lo más mínimo.

Los picnics se volvieron sus citas preferidas, estaban solos, podían tumbarse en la hierba y ver las nubes, o sentir el viento y si se sentían demasiado cómodos la conversación fluía con tanta naturalidad que parecía irreal.

Hinata siempre cocina para él, algo diferente cada vez que se veían.

Cuando los dos meses requerido pasaron ellos comenzaron a salir con sus amigos como una pareja oficial. Pero empezó algo que ninguno de los dos predijo... las peleas.

Y no eran peleas como en un principio, era genuinas peleas de novios.

Salir con los demás fortaleció la verdad de que no se conocían. Eran dos personas que superficialmente se querían, pero ninguno había convivido lo suficiente con el otro.

Sasuke podría ser callado, pero no era un persona que soportara aquello que no le gusta sin decirlo, y fue evidente cuando la segunda vez que se reunieron con todos no pudo soportar más, salió del restaurante con la amable excusa de sentirse enfermo, pero en el camino soltó lo que su pecho estaba arto de guardar.

— ¿Es tan necesario que Kiba te abrace todo el tiempo?

Hinata no contestó por unos segundos. No sabía que hacer en una situación como esa.

— Siempre lo ha hecho, es uno de mis mejores amigos, no tienes porque ponerte así.

— Entonces si Sakura o Karin me abrazaba en todo momento ¿Está bien?

Hinata detuvo sus pasos antes de hablar — No lo compares, esas dos están enamoradas de ti.

Sasuke hizo lo propio y la encaró — ¡Kiba está enamorado de ti!

— No digas esa grosería — para Hinata era impermeable que Kiba pudiera tener esa clase de sentimientos hacia ella.

— Es cierto

— ¿En qué te basas para pensar eso?

En nada realmente, era cierto que no había ningún motivo para pensar que kiba quisiera a Hinata más allá de la amistad.

— Lo odio — y odiaba más que con ella salía su lado infantil.

— ¿Cómo?

— Odio que alguien más te toque, no me gusta.

— ¿Y que sugieres?

Con derrota Sasuke tuvo que contestar — Nada.

— ¿Que? — a Hinata, al igual que a Sasuke, no le gustaban los problemas, y odiaban más aquellos que no tenían solución.

— Solo prométeme que nunca habrá nada entre ustedes.

Pero adoraban aquellos que eran fáciles de arreglar — Te lo prometo.

ARREPENTIMIENTO II-BDonde viven las historias. Descúbrelo ahora