CAPÍTULO 9

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Al separarse el aire faltaba, ambos se miraban con timidez, era raro si lo pensaban, el era Sasuke Uchiha, el chico problema, el popular, y ella Hinata Hyuga, la tímida que estaba enamorada del héroe y que para hacerlo más extraño su círculo social choca completamente con él.

Pero había algo mucho más importante en todo eso, algo que Hinata no podía ignorar, y que si no lo solucionaba la única perjudicada sería ella.

— Tienes que pedir mi mano.

Sasuke sonrió, muchos otros lo dudarían, pero el ya había estado demasiado tiempo solo, no tenía duda alguna — Lo haré, vamos ahora.

— ¿Hoy? — más que sorpresa esa pregunta se expresó como negativa.

— No necesito pensarlo, te quiero en mi casa, quiero que seas mía.

Hinata solo pudo pensar que estaba loco. Bueno ya se lo imaginaba y seguramente seguramente se arrepentirá de esa decisión en un futuro — No, hoy no, en un mes.

Sasuke abrió los ojos con sorpresa y terror, él ya había esperado mucho tiempo para poder estar con ella — ¡Un mes! — se dejó caer en el sillón con ella encima en señal de derrota haciendo que ella terminara a horcadas sobre él — Eso es demasiado tiempo.

Hinata decidió que tendría que tomar terapia porque sintió el impulso de volver a golpearlo y eso no estaba bien, pero Sasuke la sacaba de quicio ¿Cómo que un mes es demasiado? Él pudo haber esperado demasiado, pero a ella le bloquearon sus recuerdos, lo que para el fueron dos años de espera, para ella solo habían sido algunos días — Si vamos hoy mi padre se va a negar.

— ¿Y si te secuestro y nos vamos a una montaña donde nadie nos moleste y vivamos solo nosotros dos, sin que cada mañana alguien nos despierte con golpes en la puerta?

Hinata lo miro admonitóriamente - No, está vez lo vas a hacer bien.

Sasuke puso cara de gatito triste mientras sus manos vagaban por el muslo de Hinata hasta llegar a sus glúteos amazandolos y empujando para hacer que sus sexos se rozaran a través de sus ropas y la volvió a besar, pero esta vez con pasión. Subió sus manos hasta la cintura para poder abrazarla con fuerzas, la quería sentir más cerca si era posible. Bajo sus besos al cuello de Hinata y está suspiró dándole acceso, mientras era empujada levemente hacia atrás para poder bajar mas, besando el inicio de los senos lechosos. Con su quijada empujó ligeramente la blusa dejando al descubierto una pequeña porción más de piel donde succionó ganando que Hinata lo empujara.

— Lo van a ver — definitivamente este chico le sacaría canas verdes. Se cuestionó si tal vez debería pensar su decisión. Lo más seguro era que si, pero al verlo, era demasiado guapo. Tenerlo tan cerca, estar sentada encima de él, recordarlo entre sus piernas, a lo mejor se arrepentiría, pero justo en ese momento quería tenerlo para ella.

— Pues deberías usar algo con mas tela.

Hinata lo miró con reproche y Sasuke solo acomodó la blusa. Ambos miraron donde le había hecho la marca.

— Se ve — dijo Hinata molesta.

Sasuke no dijo nada, sí se veía. No por completo, la blusa tapaba la mayoría, pero se veía lo suficiente como para que alguien se preguntara que sería. Una persona normal pensaría que algún bicho le picó, porque solo se alcanzaba a ver la parte roja, lo morado si fue cubierto por la tela, pero si esa persona era lo suficientemente pervertida sí podía pensar que era un chupetón.

— Tal vez lo vea tu papá — dijo ganando otra mirada de reproche — y sí se molesta no creo que nos deje casarnos — Hinata se preguntaba si lo estaba haciendo a propósito y si tendría que vivir con eso demasiado — la propuesta del secuestro sigue en pie.

Pero tratándose de su propia vida, ella tendría que luchar por su propia paz — vas a pedir mi mano, te vas a portar bien y deja de pensar como delincuente — sentenció sin derecho a réplica.

Sasuke arrugó su nariz, en realidad pensándolo bien, Hiashi le daba miedo.

— Y no voy a estar contigo hasta que él te acepte.

Los ojos de Sasuke se abrieron con genuino terror — ¿Cuando dices que no vas a estar conmigo significa que no nos vamos a casar o que no vamos a tener sexo?

— Las dos cosas.

— Espera, Hinata. No puedes hablar en serio, Obviamente Hiashi no me va a aceptar.

— No lo hará, has hecho demasiadas cosas malas, sin contar que los Hyuga y los Uchiha no se llevaban precisamente bien. Ahora que si ve este chupetón menos te va a querer.

Sasuke junto chakra en su mano para borrar la marca con el jutsu medico prendido de Kabuto.

— ¿Para que quieres que pida tu mano si no tengo posibilidades?

— Si las tienes, solo que ahora son muy pocas. Tendrás que volverte un buen ninja.

— Ya soy un buen ninja.

— Pero no uno honorable — dijo ya enfadada — Bueno, estás poniendo muchos peros, si no puedes hacer las cosas bien es mejor que me vaya.

Sasuke la abrazó antes de que se alejara de él — Sí puedo, pero yo ya te quiero conmigo, he esperado demasiado para poder tenerte.

Hinata se sintió indignada — No tanto, dijiste que regresarías por mí en cuatro meses y tardaste poco más de dos años, no tienes problema con posponer las cosas.

No lo dejaría olvidar esos dos años. Suspiró la derrota. Él era el mejor ninja de su generación, no sería el más fuerte, pero sí el más capaz.

— Sasuke, no tienes que hacerlo, estoy segura que Sakura no pondría tantas condiciones. 

— Si yo quisiera a Sakura ya estaría con ella. Te quiero a ti a tal punto que mi subconsciente te busca incluso cuando estoy exhausto. No seré feliz con nadie más, para mí solo eres tú. Pero debes de saber que cuando un Uchiha ama, es para siempre, no podrás dejarme jamás, si lo intentas te buscaré hasta en el infierno, hoy sellas tu destino y ese es conmigo.

Hinata sonrió. Ella era una Hyuga, a lo largo de su historia familiar nunca había habido una separación, un divorcio o un segundo matrimonio. Para Sasuke el matrimonio podría ser una condición, pero para ella era aún un acto de amor. Y para dejarlo aclarado selló el trato con un beso.

ARREPENTIMIENTO II-BDonde viven las historias. Descúbrelo ahora