ARREPENTIMIENTO II-B

CAPITULO 20

Hinata miró su casa, no la recordaba tan grande. En Suna las edificaciones eran considerablemente más grandes pero dentro los departamentos eran pequeños, lo suficiente para hacete sentir un poco encerrado.

No avisó a nadie, así que nadie estaba esperando su llegada, nadie la anuncio y ella tampoco quiso pasar por el escrutinio que su llegada causaría, pero ver a Ko, mirar su cara, sus expresiones, como la sorpresa dió paso a la felicidad, al amor fraternal, a una emoción bonita. Saberse merecedora de un amor tan genuino la hizo sentir en casa. Ko la encerró en un abrazo largo y miedoso, como si tuviera miedo de que se volviera a ir.

"Has regresado, mi niña"

"Su niña" como solía llamarla cuando estaban a solas, había crecido demasiado en esos dos años y eso lo llenaba de orgullo.

Después algunas preguntas de bienvenida se retiró a su cuarto, tenía una necesidad demasiado grande que tomar un baño largo y caliente. El clima de Suna era muy seco y su piel necesitaba atención con urgencia. Sin querer se había quedado dormida en la bañera, por lo que salió media hora más tarde. Su piel se había arrugado, pero ah menos la resequedad se había esfumado. Su ropa ya no le quedaba. En algunas partes se sentía floja y en otras muy apretada por lo que se decidió por una falda larga y na blusita rosa que la hacían sentir cómoda, en casa.

Natsu fue la encargada de anunciar que debía reunirse con Hiashi.

A Hiashi se le iluminaron los ojos al verla, ser el líder y después de una guerra lo había mantenido tan ocupado que no se había dado cuenta de cuanto la extrañaba. Le gustó mucho ver que por fin dejaba de lado ese estilo tan propio de ella y empezaba a seguir a la familia, se parecía tanto a su madre en esos momentos que una pequeña, casi imperseptible sonrisa se dibujo en sus labios.

Hinata hizo una reverencia antes de sentarse frente a el — ¿quería verme padre?

— Bienvenida ¿como te fue en la misión?

— Bien, la nueva escuela en Suna ya está funcionando en su totalidad.

Hiashi en realidad no quería presionarla, pero los ancianos del clan ya exigían que la heredera contrajera matrimonio, pero si por el fuera sus hijas se podían quedar solteras toda la vida y a él no le molestaría menos, por hambre y techo ninguna de las dos sufriría — Necesitas tiempo para adaptarte a la aldea o podemos hablar acerca de tu matrimonios.

— Estoy lista padre — más que lista, ansiosa. No sabía lo que la vida de casado conllevaba, pero algo le decía que abrazar a Sasuke en cada momento que ella quisiera, valdría la pena todo lo malo, si es que había cosas malas.

— Bien. Tú eres la heredera y el derecho de nacimiento no puede ser revocado por cualquiera, pero puedes ceder el liderazgo a tu hermana si así lo deseas — dijo recibiendo un asentamiento como respuesta — si decides ser la lider deberás vivir en el complejo Hyuga, pero si decides ceder tu posición no podras vivir fuera de la aldea a menos que decidas aceptar el sello, pero si lo aceptas cedes el derecho de nacimiento también. Entiendes

— Creo que si — De hecho, no. Hinata no entendió nada, pero ella ya sabía lo que haría, sabía que no sería la lider.

Tienes una semana para pensarlo. Piensa muy bien Hinata, una ves que me des tu respuesta ya no hay marcha a tras.

— Solo una pregunta, si cedo el liderazgo ¿aún así Hanabi será sellada? — era su única preocupación.

— No.

— Estaría cediendo mi derecho de nacimiento sin tener el sello.

— No, el derecho de nacimiento es tuyo aún cuando sedas el liderazgo, tus hijos serán los siguientes en la línea, a menos que nazcan sin el Byakugan, que será lo más seguro si te casas con alguien fuera de la familia — Hinata ya no pregunto nada, y no porque no quisiera, en realidad tenía miedo de que su padre pensara que era una estúpida debido al hecho de que aún no le quedaba claro — entonces puedes retirarte.

— No padre, ya se lo que quiero — de apresuró a decir, con la misma prisa que sentia por casarse — Voy a ceder mi liderazgo. Hanabi tiene lo necesario.

— Tienes una semana para pensarlo y darme tu respuesta, puedes retirarte.

— Pero...

— Entiende, ve y piensa bien lo que quieres hacer, no pienses con los sentimientos, piensa con la razón, piensa en tu futuro, en tus hijos, en todo el clan, no puedes ser tan egoísta en una decisión así — aún cuando dijo aquello, de hecho Hiashi quería precisamente eso, quería que ella fuera egoísta y se prefiriera así misma por encima de su hermana. Él sabía que ella no estaba hecha para ser líder, sabía que los ancianos presionaban porque querían a Hanabi, se querían deshacer de Hinata. Pero era su hija, su primogénita, y si existía una pequeñísima posibilidad de que ella eligiera el liderazgo, él le daría su completo apoyo.

— Si padre.

Hiashi la vió salir teniendo la certeza de que sus deseos no se harían realidad. Hinata había decertado hacia mucho tiempo, incluso mucho antes de que ella misma lo supiera.

Hinata sabía que era tonto creer que algo así podía ser tan fácil, pero dos años sin ver a Sasuke fue una tortura. Se sentía un poco mejor después de verlo y darse cuenta que las cosas seguían como antes, aún así la inseguridad era mayor. La relación entre los dos no había avanzado nada. Ella no lo conocía ni él a ella y los momento juntos eran tan contados que si tuviera que decir cuando tiempo de noviazgo tenían, llegaban a escasos tres meses y ahora en su situación actual pretender tener un noviazgo normal era imposible. Su padre la tendría constantemente vigilada y presionada para que eligiera a un marido.

Se retiró a su cuarto, se tumbó en la cama y sonrio, la había extrañado, aunque no podía decir nada de la cama de suna, que en realidad era muy cómoda. Miró el reloj de pared, el tiktok la desesperaba, tiktok y el tiempo no avanzaba mas rápido