ARREPENTIMIENTO II-B

CAPÍTULO 11

Hinata se había quedado corta al darle el plazo de un mes. Para limpiar su pasado lo primero sería hacer que las otras aldeas confiaran en él, cosa que no podía hacer en 30 días.

Los primeros dos meses trabajó en la torre hokague. Debía aprender la burocracia de una aldea, mientras Kakashi movía sus influencias. Sería un entrenamiento diferente al que estaba acostumbrado.

El primer obstáculo era su edad. Sasuke era demasiado joven para cargos importantes. Los Kages de las demas aldeas que de por si ya le tenían cierto recelo como ninja, era obvio que no confiarían en alguien tan joven y con un pasado de imprudencias. Pero Gara al ser de su edad aceptó hacer una excepción.

Solo tubo una semana para despedirse de ella, aunque fue casi como una tortura, Hinata era sumamente atenta, le daba la compañía que él anhelaba, cocinaba delicioso y se volvío adicto a besarla, a tocarla a su olor. El último día antes de marchar hacia la aldea de la arena sintió una necesidad tormentosa de llorar. No quería despegarse de ella, no quería dejarla. Los pensamientos intrusivos de que la perdería si se alejaba inundaban su imaginacion. Pero que ella tuviera que salir a una misión le felicitó las cosas, no le dijo que estaría fuera de la aldea por un año, no tuvo el valor de vivir la despedida, en su lugar le dejó una nota.

"Voy a convencer a tu papá, lo prometo. Pero tengo que hacer algunas cosas para lograrlo. Regreso en un año, y está vez no faltaré a mi palabra, te quiero futura señora Uchiha"

Los primeros seis meses Yamato fue su siguiente sensei. Su experiencia tratando con otras aldeas lo hacía idóneo. Aprendió de papeleo, de tratados, a tener el vocabulario adecuado, a controlar sus emociones como mejor se adaptara a la situación, porque no era lo mismo ser un ninja en una misión, a ser un embajador en representación de una aldea. También aprendió el sentido común, que iba mucho más allá de lo que él pensaba, si una manzana caía, aún cuando sus ojos lo hubiesen visto, podía no haber caído si con ello se evitaba un desacuerdo. Cómo embajador la verdad era un arma de doble filo y él tuvo que aprender cuando utilizarla. Yamato era un experto, el podía ser serio cuando se necesitaba o reírse del chiste más soso de todos. A Sasuke esto último se le dificultó, pero Yamato le enseñó como evitar insultar a su receptor.

Los siguientes seis meses el hizo el trabajo solo, puso en practica todo lo aprendido. Recordar cada consejo fue fundamental y sobre todo imitó a la perfeccion a Yamato, se había grabado sus gestos, sus expresiones, y su labia. Tratar y complacer a las personas no era su fuerte, pero se esforzó, y lo hizo. El no tenía como posibilidad el fallar. Un futuro feliz dependía de hacerlo bien. Al terminar el año regresó a la aldea. Físicamente no había cambiado mucho, pero mentalmente el cambio fue abrumador.

El reporte del Kasekage fue alentador. No podía ser diferente. Gara era muy observador, tanto que logró conocer el secreto de Sasuke. No le fue difícil realmente. Kakashi había insistido mucho, y mientras Yamato estubo en Suna se preguntó si todo eso era por lo que había dicho Sasuke durante la guerra sobre ser Hokague, pero una vez que se quedó solo con Sasuke la curiosidad aumentó porque no lo veía cometer ningún error. Aparte había ciertas cuestiones que no se habían planeado como el hecho de que Sasuke no debía ir tan a prisas, aún era joven y Kakashi acababa de aceptar el puesto, por lo tanto tenía el suficiente tiempo para prepararse, por otro lado todos sabían que el siguiente era Naruto, cuyo entrenamiento había empezado justo al terminar la guerra. En cada misión hecha por Naruto a alguna de las grandes aldeas se agregaba una extra, para enseñarle tratados, convenios, y cuando era para las aldeas más pequeñas las misiones secundarias eran actos de ayuda. Debía aprender como mejorar a su aldea. Darse cuenta de lo que necesitaban los aldeanos y escucharlos.

Cuando por fin se dió cuenta ya se había hecho cercano a Sasuke y un día mientras lo veía leer y leer pergaminos lo había agarrado desprevenido.

— Así que es por una mujer — Sasuke no contestó, estaba demasiado ocupado como para ponerle atención, pero sí lo escucho — al principio creí que querías trabajar junto a Naruto, pero vas muy rápido, más que el propio Naruto — Decidió que lo seguiría ignorando aunque empezó a poner atención — por lo tanto tiene que ser una mujer, y no cualquiera mujer, una importante — para ese punto Sasuke ya había dejado de hacer lo que estaba haciendo —yo creo que alguna princesa, pero no cualquiera, con tu fuerza puedes doblegar naciones enteras, darías mucha batalla a las principales aldeas, excepto a konoha — en ese momento Sasuke lo regresó a ver — y considerando que no hay muchas en Konoha, es más solo hay una, muy inaccesible, cuyo padre incluso a mí me ha jodido la existencia en algunas ocasiones desde que soy kague — Con eso sasuke supo que había adivinado, todos sabían que Hiashi como lider de loa Hyugas era un grano en el trasero — es Hinata —

Sasuke no se molestó en negarlo, en su lugar hizo una pregunta que le incomodaba — ¿Es demasiado obvio?

Gara lo negó. Él solo lo había descubierto por la insistencia de Kakashi de aceptar a sasuke y hacer que Suna desempeñara el papel de escuela, a las demás aldeas Sasuke llegaría con la recomendación del Kasekage y eso cambiaba todo.