Jisung nunca planeó quedar embarazado y mucho menos del jefe de la mafia más peligrosa del país Lee Minho. Ahora atrapado en un mundo de sombras y violencia Jisung no solo debe protegerse a sí mismo sino también al los bebés que lleva dentro. Mientr...
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La mañana del miércoles se había mantenido ocupada para ambos. Era el día perfecto para afinar los últimos detalles del baby shower, un evento que Minho quería asegurarse de que fuera absolutamente inolvidable.
No tenía demasiada experiencia en estas actividades ni sabía quiénes solían prepararlas, pero había investigado lo suficiente para darse cuenta de que por lo general, eran los amigos y familiares quienes se encargaban de organizar estas sorpresas.
Esta vez sin embargo ambos querían hacerlo personalmente. Quería que cada detalle fuera especial y único un reflejo perfecto del amor y la emoción que sentía por Jisung y los cachorros que estaban por llegar.
Por supuesto no podían hacerlo todo solo, así que habían contratado la ayuda de Haewon, quien había aceptado gustosamente colaborar. Con su experiencia y su estilo era la persona perfecta para ayudar a dar forma a esta celebración.
Esa mañana estaban inmersos en la elección de la decoración del lugar. Más tarde tendrían pruebas de comida y terminarían el día decidiendo cómo realizarían la revelación del sexo de los cachorros. La cita para saberlo estaba programada para la próxima semana, Felix y Seungmin serían los encargados de guardar el secreto hasta el gran día.
Minho nunca se habría imaginado que elegir algo tan simple como los colores podría tomar tanto tiempo, pero no podía quejarse. Cada vez que Haewon les mostraba una opción, Jisung se emocionaba y debatía los detalles con entusiasmo, y Minho no podía evitar sentirse contagiado por esa energía.
Lo único que tenían claro desde el principio era la temática de osos. Jisung había insistido en tener un oso gigante como parte de la decoración y Minho, como siempre no escatimaría en gastos cuando se trataba de Jisung y sus futuros hijos.
El lugar para el evento sería una de las propiedades de ambos, con un extenso jardín que ya empezaban a imaginar lleno de luces, flores y detalles cálidos que reflejaran su amor por la nueva familia que estaban formando.
Mientras Haewon les mostraba posibles elementos decorativos, una conversación entre ella y Jisung llamó la atención de Minho.
— ¿Piensas volver a trabajar después de que nazcan los cachorros? — preguntó Haewon con curiosidad.
Jisung acarició distraídamente su vientre mientras respondía.
— No lo sé... No puedo imaginarme separándome de ellos cuando sean tan pequeños. Realmente no quiero perderme ninguna etapa de sus vidas.
Haewon asintió con una sonrisa cálida antes de añadir
— El jefe me pidió que te dijera que si decides volver en cualquier momento, las puertas están abiertas para ti.
Minho observó cómo Jisung esbozaba una pequeña sonrisa, claramente conmovido por las palabras de Haewon. Era evidente que Jisung había sido un talento invaluable en su trabajo, uno de los organizadores más buscados. Sin embargo ambos sabían que esa oferta tan generosa no era solo por sus méritos. Minho había influido enormemente en las decisiones de la empresa para asegurarse de que su omega tuviera todas las opciones abiertas y se sintiera apoyado en todo momento.
