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¿EH?

Draco se quedó mirando a Elara, sin comprender mucho lo que estaba pasando.

—¿Qué si quiero ir a la cena de las eminencias contigo? —repitió Draco. Elara se empezaba a sentir algo incómoda.

—Sí —carraspeó.

La cara de Draco se arrugó. El rubio se removió por el sillón de cuero, algo incómodo.

—¿Y realmente quieres ir a eso? A Slughorn solo le importa hacer conexiones, realmente le da igual quien sea el más bueno en Pociones —se quejó Draco—. Por eso Potter va —escupió con asco.

Elara suspiró y puso sus ojos en blanco. Sabía que Draco le tenía mucho rencor al profesor Slughorn debido a que él solo quería llevarse bien con la gente interesante. Después del arresto de Lucius Malfoy, Slughorn no había querido saber nada de esa familia, al igual que con los Nott.

Aunque había tenido que invitar a Alyssa aunque fuera una Dolohov, sus notas eran excepcionales.

—Si no quieres ir solo dilo, no te obligaré a nada —dijo Elara, derrotada ya—. Me voy a dormir ya.

La rubia dio media vuelta y se disponía a irse, cuando Draco habló.

—¡Espera! —lo escuchó decir— No puedo ir porque estaré haciendo lo que tú ya sabes.

Elara lo miró sin entender, hasta que captó que se refería a las cosas raras de la sala de lo menesteres.

—¡Ah! —exclamó la rubia— Te refieres a lo que tu sabes que yo no sé —dijo Elara, jugando con las palabras.

Draco se quedó pasmado, pero luego asintió.

—Sabes que si no estuviera ocupado iría sin dudarlo, también si Slughorn no fuera Slughorn.

Elara suspiró y asintió.

Pero, ¿valían de algo las palabras de Draco? Su madre Dione siempre le había dicho que se debían demostrar las cosas con hechos y no con palabras. Elara volvió a suspirar tratando de evitar pensar en su madre. Llegó a su habitación y observó la foto de Régulus que su padre le mandó hace no mucho.

Era un tema muy sensible para ella. Elara nunca se pudo despedir con certeza de su madre, y aunque ella amaba a su hermano con total intensidad; a veces cuando lo miraba solo se podía imaginar a su madre muriendo.

La Black se acomodó en su cama y se tapó con sus mantas, y luego cayó en los brazos de Morfeo.



UNA VEZ MÁS LA NIEVE formaba remolinos tras las heladas ventanas; se acercaba la Navidad. Los doce árboles navideños ya estaban en el Gran Comedor; había guirnaldas de acebo y espumillones enroscados en los pasamanos de las escaleras; dentro de los cascos de las armaduras ardían velas perennes, y del techo de los pasillos colgaban a intervalos regulares grandes ramos de muérdago.

El espíritu navideño se respiraba en Hogwarts por completo. Elara no había estado en un lugar tan decorado desde la navidad de 1994 en California con sus abuelos. También recordaba como el año pasado en navidad vivió junto a la Orden del Fénix un momento de tensión por el ataque a Arthur Weasley.

Elara se encontraban ahora en la biblioteca del colegio, en compañía de Alyssa Dolohov, su novio, Taddeo Dobbs y Georgia Lupin.

—...y su cara cuando me invitó a la cena de las eminencias fue un cuadro, como si no quisiera que asistiera en realidad —comentaba Alyssa—. De verdad que Slughorn es demasiado... no sé, pero me entendéis.

𝐉𝐔𝐒𝐓 𝐒𝐄𝐗 ,, Draco Malfoy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora