LA ÚLTIMA VEZ QUE ESTUVO EN EL hospital San Mungo de Enfermedades y Heridas Mágicas, George Weasley había visitado a su padre Arthur cuando fue atacado por Nagini, casi un año atrás. Recordaba la angustia y el dolor en su pecho al ver a su padre malherido. También recordaba que rubia le había tendido un hombro para llorar en esa ocasión
Pero ahora era diferente. George sentía un peso sobre sus hombros muy grande, pero haría lo que fuera para ayudar a Elara Black. Y el frasquito en sus manos lo demostraba.
Desde que recibió la carta de la rubia, tres días atrás, había sido un no parar para el pelirrojo.
Había ido a casa de los señores Bell, los padres de Katie, para hacer lo que Elara le pidió.
Al principio el señor y la señora Bell se mostraron reacios a la idea de que George hurgara en la mente de su niña, pero tras comprender la situación y descubrir que su hija había sufrido más de lo que ellos pensaban (por culpa del desgraciado de Cormac), estuvieron dispuestos a colaborar.
Así que había ido a visitar a Katie, que seguía inconsciente. Había realizado el hechizo necesario y ahora los recuerdos que le hacían falta a Elara los tenía él en sus manos.
Estaba nervioso por ayudar a la rubia, por fin iba a conseguir lo que tanto tiempo había estado buscando: justicia. Y George se sentía orgulloso de poder ayudarla en todo el proceso. No solo a Elara, sino a Katie y a las otras chicas que podrían haber pasado por la misma situación.
Así que fue a la zona de San Mundo donde tenían los pensaderos, y para comprobar que todo estaba en orden, vertió los recuerdos de Katie.
Respiró profundamente y metió su cabeza para descubrir toda la verdad.
∞
ALEJADO DE SAN MUNGO SE encontraba Hogwarts, y en el dormitorio de las chicas de quinto año de Slytherin, cundía el pánico.
Alyssa Dolohov observaba el armario de Elara Black y le reprochaba por un simple motivo.
—No puedo creer que te hayas esperado hasta este día para decirme que no tienes vestido para esta noche —le reprochaba la castaña a la rubia.
Elara se encogió de hombros.
—Es que es solo una cena —dijo Elara, con simpleza. Entendía las ganas de Alyssa, a ella le había costado mucho ser invitada, pero Elara creía que el único motivo por el que ella estaba invitada era por ser hija de Sirius Black.
Hacía tres días desde que Georgia le había dado aquella idea, y desde que Elara le había escrito a George pidiéndole ayuda. Realmente esperaba que él consiguiera el consentimiento de los padres de Katie para llevar el plan acabo.
Por otro lado, Elara había estado emocionada por la cena de Slughorn, pero en el momento en el que Draco había rechazado sutilmente su invitación, algo dentro de ella perdió las ganas de ir. La posibilidad de ir con Draco había emocionado a la rubia. Por eso cuando Draco la rechazó sintió como esa chispa de euforia y alegría se desvanecía de manera efímera.
La rubia se puso en pie tratando de calmar a Alyssa.
—A ver, tranquila Alyssa —exclamó Elara—. Anastasia me dejará un vestido.
Anastasia Dewons, que se encontraba poniéndose sus zapatos de tacón, rodó los ojos y habló.
—Está bien, puedes coger lo que quieras, pero no me desordenes el armario.
Elara sonrió a la chica Dewons y se puso en pie, rebuscando en el armario encontró un vestido negro largo, que dejaba ver una de sus piernas, pues tenía una apertura.
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𝐉𝐔𝐒𝐓 𝐒𝐄𝐗 ,, Draco Malfoy.
De Todo⸙᩠ ᩠͡♡↬ La hija de Dione Rotwell y Sirius Black. Elara sabía perfectamente el poder que tenía sobre las personas, y le gustaba utilizarlo a su favor, como su madre. Elara, digna hija de Sirius, disfrutaba mucho de las bromas y de reírse de las pe...