Kwon Taek-ju continuó subiendo los escalones, su mirada fija en el suelo como si eso pudiera protegerlo del caos en su mente. Sentía que aún llevaba consigo el peso de la mirada fría, como si un fragmento de su intensidad se hubiera quedado adherido a su pecho, inquietándolo. Por más que tratara de concentrarse en su objetivo, esa figura imponente seguía rondando sus pensamientos.
El recuerdo de aquellos ojos lo inquietaba de una manera que no entendía. ¿Por qué lo había mirado con tanta atención? ¿Qué había en él que mereciera ese escrutinio? No podía evitar pensar que la otra persona veía algo que él mismo no lograba identificar. Y luego estaba ella. Irisha. Había algo en ella que desafiaba toda lógica, una combinación de sofisticación y dominio que lo hacía sentir pequeño e incómodo. No era el tipo de persona que podía ignorarse fácilmente, y eso el castaño lo sabía.
Apretó con más fuerza el asa de su mochila, como si eso pudiera darle estabilidad. No podía permitirse titubear. Había venido aquí con un propósito, y distraerse con una pareja tan peculiar no estaba en sus planes. Pero las preguntas seguían surgiendo en su mente, implacables. ¿Qué era lo que los unía? ¿Por qué su presencia lo afectaba tanto?
Un sonido a su alrededor lo hizo reaccionar. El bullicio del campus era el recordatorio que necesitaba: estaba aquí por algo más grande que sus dudas personales. Tenía que avanzar, aunque cada paso lo sintiera más pesado que el anterior.
Sin embargo, mientras cruzaba la entrada del edificio, una última idea lo detuvo un momento. ¿Y si este encuentro no había sido casual? ¿Y si esas miradas, esas tensiones invisibles, tenían un propósito que aún no entendía?
Sacudió la cabeza, decidido a dejar esos pensamientos atrás. Pero en el fondo sabía que este no sería el último capítulo de ese enigma.
Kwon Taek-ju se detuvo por un momento frente a las grandes puertas del edificio principal, dejando escapar un leve suspiro. A pesar de las dudas que lo rondaban en ese momento, recordó por qué estaba ahí. Había trabajado incansablemente durante años para conseguir la beca que lo llevara a una de las instituciones más prestigiosas del mundo. Contra todo pronóstico, lo había logrado. Ser aceptado en la Universidad Estatal de Moscú había sido un sueño distante que ahora se sentía tangible, aunque intimidante.
La decisión de estudiar Ciencias Interdisciplinarias no había sido inmediata. Siempre había sentido una atracción por los problemas complejos, por entender cómo diferentes piezas de un sistema se influían mutuamente. Física, biología, economía... Para él, esas áreas no eran mundos separados, sino partes de un todo que necesitaban ser entendidas en conjunto. Cuando investigó sobre el programa, descubrió que ofrecía justamente esa perspectiva. Fue entonces cuando supo que debía intentarlo.
Ese día, su segunda jornada en la universidad, su primera clase era "Dinámicas de Sistemas Complejos". Apenas había tenido tiempo de procesar el impacto de su llegada al campus, pero esa materia, que combinaba conceptos de ciencias exactas y sociales, prometía ser un desafío fascinante. A pesar de los nervios, no podía negar que estaba emocionado.
Mientras caminaba por los pasillos hacia el aula, el eco de sus pasos parecía mezclarse con el murmullo de los estudiantes alrededor. Apretó con fuerza el asa de su mochila, no porque temiera el contenido de la clase, sino porque aún cargaba consigo el peso de los eventos de esa mañana. Pero se recordó a sí mismo que estaba ahí por algo más grande. Había trabajado demasiado duro para dejar que nada lo distrajera.
Al entrar al aula, un aire de expectativa lo envolvió. Los otros estudiantes ya estaban acomodándose, algunos hojeando libros, otros revisando sus computadoras portátiles. En la pizarra, el profesor comenzaba a trazar ecuaciones y diagramas que parecían entremezclar conceptos de redes humanas y ecosistemas. Kwon tomó asiento al frente, decidido a enfocarse en lo que realmente importaba: aprovechar cada oportunidad que le ofrecía estar ahí.
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COINCIDENCIA
RomanceYevgeny Vissarionovich Bogdanov era un hombre el cual su arrogancia y poder no tenía límites ¿Qué pasaría si en una misión encomendada por sus superiores conociera a alguien que fuera todo lo contrario a él? por pura coincidencia del destino, Kwon T...