(Rex: una de las tantos canciones con el cual escribí el capítulo y que también me inspiró, se los recomiendo.)
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Sus dedos recorrían con delicadeza la suave piel de la acompañante a su lado, la contraria mostraba una sonrisa boba en sus finos labios y sus luceros los mantenía fijos en el rubio de ojos azules. Zhenya por su parte no dejaba de besar y mordisquear la zona de su cuello y espalda, dejando algunos que otros chupones sobre su tez pálida. Con su diestra la tomó firmemente de la cintura y la acomodó encima suyo para poder alinear la punta de su pene en la feminidad de la menor, sin darle tiempo a reaccionar o de prepararse; de una sola estocada se abrió paso en su interior. La intromisión fue tal, que la unión entre ambos fue acompañado con un golpe sordo.
El apuesto hombre reafirmó el agarre en la pequeña cintura de su amante y con su mano libre ejerció presión en su cuello, la más baja no podía evitar soltar jadeos doloridos por la forma en que estaba siendo tomada y tratada, y aunque no era la primera vez que le ocurría algo así con el rubio, no cambiaba el hecho de que siempre iba a ser tortuoso e incómodo al comienzo. Sus encuentros variaban mucho desde que el hombre se había ocupado con cosas de su familia, la chica conoció a Zhenya en una de las tantas fiestas glamurosas que hacían los ricos o los que tenían algún tipo de poder en el gobierno, evento que para ella no eran para nada interesantes hasta que puso sus ojos en el joven de mirada fría y de silueta elegante.
(Rex: recuerden a esta chica, ella será clave en la historia.)
Su atención inmediatamente había ido a parar sobre aquel hombre misterioso y con un semblante totalmente indiferente cuando observaba a su alrededor, desde aquella noche no había dudado en coincidir la mayor parte del tiempo con él, asistía a los eventos que tanto le aburrían solo para verlo de lejos, lo quería, lo anhelaba y se aseguraría que nadie le arrebatara lo que tanto le costó conseguir. Una ligera sonrisa se dibujó por sus labios al volver de golpe a su realidad, sus ojos de color ámbar brillaron intensamente y en ellos se podía apreciar la devoción al observar al rubio que se encontraba descansando debajo de su delicado cuerpo.
Con ambas manos agarró la muñeca de Zhenya, quien mantenía su firme agarre en su cuello a medida que la embestía con fiereza y sin ningún remordimiento por lastimarla, su joven acompañante pronto comenzó a mover la cintura en un vaivén lento y pausado, toda su anatomía temblaba violentamente cada que lo sentía tocar ese punto sensible en sus adentros. Pequeños gemidos escaparon de sus tiernos labios cuando el hombre golpeó su glúteo izquierdo con la intención de dejar una marca, por la impresión ni siquiera había podido evitar clavar sus uñas en el antebrazo del rubio, causando que de las heridas salieran sangre.
La presión en su tráquea se había hecho casi insoportable después de haber dañado descuidadamente el brazo ajeno, dos par de zafiros afilados la miraban desde abajo con frialdad y lujuria al mismo tiempo. Su pálido rostro pronto tomó un tono color carmín por la necesidad de poder llevar algo de aire a sus pulmones; su cuerpo se desplomó sobre el rubio y fue cuando finalmente sintió su cuello libre de cualquier monstruosa presión, retirando el pene aún erecto de su interior. La joven simplemente deslizó su pulgar sobre la punta del mismo a medida que también envolvía el glande con el índice, todo con la intensión de hacer que Zhenya se estremeciera por el estímulo que ella creía poder brindarle.
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Un fuerte olor se acumulaba en aquella habitación cerrada, al igual que también se podía escuchar el chapoteo a causa de ambas pieles chocando entre sí en una intensa fricción, gemidos y gruñidos acompañaban el sonido como en una melodía explícita. Zhenya se encontraba sobre su amante y con ambas manos por encima de la cabeza de la misma, en el piso entre esas cuatros paredes se encontraban fluidos y restos de semen, además de también encontrar preservativos ya usados y como mínimo había 5 de ellos regados por el suelo.
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COINCIDENCIA
Historical FictionYevgeny Vissarionovich Bogdanov era un hombre el cual su arrogancia y poder no tenía límites ¿Qué pasaría si en una misión encomendada por sus superiores conociera a alguien que fuera todo lo contrario a él? por pura coincidencia del destino, Kwon T...